Mirada al País: Avanzamos, pero no descansamos

 

Especial para CLARIDAD

Terminé mi pasada columna evocando con frustración el viento fresco que se supone esté ventilando el enrarecido ambiente que se percibe en la Legislatura de Puerto Rico, aun a la distancia.  Con solo leer lo que allí se discute y conocer los proyectos de ley, las Resoluciones para investigar diversos temas que se presentan; al escuchar las poco ilustradas y arrogantes expresiones de quienes se supone nos representen, tan distantes de las necesidades de la gente, tengo que hacer un esfuerzo para mantener viva la esperanza de lo que puedan lograr las minorías del partido Independentista y de Victoria Ciudadana.

La representación del Partido Popular Democrático (PPD) tiene la pava calada hasta los ojos para no atender asuntos medulares de derechos humanos, como el Proyecto del Senado 184 para  prohibir las terapias de conversión o “reparativas”. En un reciente reportaje de El Nuevo Día morí de la vergüenza al ver el alto número de populares que aun estaban deshojando margaritas sobre si respaldarían o no el Proyecto.  Después de tanto tiempo durante el cual se ha estado discutiendo el tema,  del consenso que existe entre los gremios de profesionales de la conducta de aquí, de Estados Unidos y de muchos otros países, así como de organismos internacionales de derechos humanos sobre el perjuicio que estas mal llamadas terapias pueden causar, especialmente a menores de edad de edad, contestaron que no tenían una decisión tomada.  ¡No habían leído el proyecto! Seguían escuchando a diferentes sectores antes de asumir una posición o estaban en contra de la propuesta legislativa porque atentaba contra la libertad de las familias de educar a sus hijas e hijos. También abrazaron el argumento de que la propuesta atenta contra la libertad religiosa.  En fin, parece un libreto ensayado.  La desfachatez de alguna de esta gente no tiene límites. Con el sueldo que reciben, la cantidad de ayudantes que contratan y el mucho tiempo que tienen pues su producción legislativa es cuestionable, cómo es posible que no se hayan leído tan importante pieza legislativa.

No hay duda de que están esperando hacia donde sopla el viento o más burdamente dicho, están velando güira para ver qué les conviene más.  El frágilmente electo presidente del Senado, José Luis Dalmau, en lugar de deshojar una margarita está haciendo esa labor con un enorme girasol que, además, cambia constantemente de dirección buscando la luz y él, lo que le deje mejor acomodado de cara a las elecciones dentro de cuatro años.  Cuando repartieron el don del oportunismo Dalmau ocupaba el primer puesto en la fila, pero el último cuando de liderato se trata.

En cuanto a la representación del Partido Nuevo Progresista (PNP) tienen sembradas personas fundamentalistas en varios escaños del Senado y de la Cámara.  En este último cuerpo la aprobación de la prohibición de las terapias de conversión luce peor aspectada. En ambos espacios legislativos es el “Proyecto Dignidad” el que ha llevado la batuta para cuestionar la legislación mediante interrogatorios en las vistas publicas que han pretendido amilanar, sin éxito, a la gran cantidad de personas y organizaciones que han presentado sus argumentos a favor del Proyecto.  El presidente del partido, Dr. César Vázquez, movió a sus huestes frente a El Capitolio para crear un ambiente de oposición, pero el pequeño sombrerito que es ahora su marca, no logró opacar los grandes disparates que como razones para rechazar el proyecto ofrecían a los medios las personas entrevistadas.  Gracias a las legisladoras y legisladores de la verdadera oposición, como Ana Irma Rivera Lassén, María de Lourdes Santiago, Rafael Bernabé y el autor del Proyecto, senador Vargas Vidot, así como a las múltiples organizaciones y sobrevivientes de las terapias que comparecieron y expusieron sus amargas experiencias, la verdad quedó expuesta.  En estos momentos la Comisión de Iniciativas Comunitarias, Salud Mental y Adicción, que celebró las vistas públicas en el Senado, está preparando el Informe que se rendirá al Cuerpo.  Se sabe que las intrigas de palacio continúan y que es necesario mantenernos pendientes de lo que ocurra.

Le recordamos al PPD que en su programa de gobierno y pese a las ambivalencias de su derrotado candidato a la gobernación, Carlos Delgado Altieri, le dedicaron una sección completa a la comunidad LGTTBQI+, en la cual le ofrecieron garantías plenas de sus derechos y entre otras cosas, se comprometieron a concienciar a la comunidad en general sobre esos derechos.  Respaldar la legislación que propone prohibir las terapias de conversión para menores de edad por entidades y profesionales de la conducta, es una forma específica de cumplir ese compromiso programático. En cuanto al PNP se posicionaron el cuatrienio pasado cuando quisieron enmendar la Ley dirigida a la prohibición de las “Terapias de Conversión”.  Su programa de gobierno no hace referencia específica a la comunidad LGBTTQI+, aunque sí tienen una sección titulada “Equidad”.  Allí ofrecen promover el valor de la diversidad y el potencial de todas las personas sin distinción de género u orientación sexual, pero no hacen referencia a la identidad de género, limitando así los grupos a ser protegidos. *

Las legisladoras del Proyecto Dignidad, Joan Rodríguez Veve y Lissie Burgos, están trasladando su ideología religiosa a otros proyectos de ley que están dirigidos a la equidad de género, así como a la defensa y expansión de los derechos humanos de las mujeres y de la comunidad LGBTTQI+.  Así ocurre con el P. del S. 185 para declarar un estado de emergencia por violencia de género en Puerto Rico, lo que le daría permanencia a la Orden Ejecutiva 2021-013 decretada el pasado 25 de enero y  con el P. del S. 130 que propone enmendar el Código Penal para establecer como asesinato en primer grado los feminicidios y transfeminicidios.  De su propia creación presentaron la Resolución de la Cámara 36 para investigar a los albergues, sobre la cual comentamos en la columna del pasado 15 de febrero.  Compañeras como Amárilis Pagán Jiménez, directora de MATRIA y una de las portavoces del Comité Amplio para la Búsqueda de la Equidad (CABE), que ha hecho un trabajo extraordinario en la defensa de los derechos humanos, han sido blanco de los ataques de ambas legisladoras, que nada tienen que ver con la dignidad a la que alude el nombre de la entidad partidista que representan.

Es por lo anterior que no tenemos otra opción que mantenernos alertas y disponibles todo el tiempo con nuestras plumas, discursos y activismo en defensa de los espacios que con esfuerzo le hemos arrancado a la sociedad patriarcal y a las retrancas retardatarias que imponen los partidos políticos viejos o nuevos, pero conservadores hasta la médula.  Como siempre hemos dicho en los movimientos de mujeres: Avanzamos, pero no descansamos. Lo luchado no puede sernos arrebatado.

* Véase Mujeres en Marcha( OPMT) – Número especial sobre la Participación de las Mujeres en las Elecciones de 2020, Noviembre de 2020
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