Nuestro gobierno es un riesgo

 

Por Carla Cristina*/Especial para En Rojo

Puede parecerle una irresponsabilidad que la gente salga a la calle. Y presumo que considera que es una irresponsabilidad porque supone un riesgo.

Sabiendo que hay para quienes salir es, más que cualquier otra cosa, una necesidad, y estipulando que las ayudas correspondientes no han llegado a los bolsillos de la gente, es totalmente irresponsable que el Gobierno no haya mitigado el riesgo que supone hacer lo necesario: reactivar la economía y reabrir los comercios del país.

El secretario del Departamento de Salud, Lorenzo González, ha fracasado al atender la pandemia del COVID-19. A 70 días de encierro y a 60 de su nombramiento -digo, contrato-, no hay suficientes pruebas realizadas, no hay rastreo de contactos, no hay datos confiables, no hay certeza de nada. Estamos a la intemperie sin saber si nos cae lluvia, nieve o granizo.

Ese mismo Secretario de Salud que en una entrevista que le hice en Ponce durante la emergencia del terremoto del 2 de mayo negó que estuviera proponiendo la inmunidad de rebaño”, le dijo el viernes al periódico Metroque si nosotros creemos que la vacuna es la solución de esto, pues entonces infectarse no es malo, y añadió que una persona joven, sin condiciones crónicas, si se infecta y no se enferma, va a ganar inmunidad. Dijo, además, que los adultos mayores serán los últimos en salir de la cuarentena porque si se infectan y se enferman, van a morir; pero los niños, adolescentes y jóvenes no están muriendo, a menos que tengan condiciones crónicas”.

La inmunidad de rebaño es una estrategia que apuesta a que haya un único hospedador del virus, que la infección se transmita de persona a persona y que la transmisión induzca una inmunidad sólida. Esto se logra cuando suficientes personas están protegidas frente a la infección, lo que impide que el agente alcance a los que no están protegidos.

Lo común es que esa protección se busque a través de la vacunación. Pero como no hay todavía una vacuna contra el coronavirus, quienes proponen la inmunidad de rebaño tienen como única esperanza de que con el tiempo llegue a haber tantas personas que ya han superado la infección, que el virus no encontrará fácilmente personas susceptibles a las que infectar, por lo que se cortaría su transmisión.

Es por ello que las aseveraciones del Secretario han sido no tan solo criticadas, sino puestas en entredicho por profesionales en el campo de la biología, que es la rama que estudia a los organismos vivos, entre los que están las bacterias y los virus (existe un debate científico sobre si los virus son o no un organismo vivo, pero el punto es que los estudian los biólogos). Pues, hay dos biólogas que han expresado preocupación por las declaraciones del Secretario.

Una de ellas es Mónica Feliú Mójer, doctora en neurobiología y experta en comunicación científica, quien le dijo al Centro de Periodismo Investigativo que tener anticuerpos no equivale a la inmunidad”. Explicó que «no sabemos si todas las personas que se infectan desarrollan anticuerpos. Que seas joven y saludable no significa que no te vas a enfermar. La bióloga concluyó que «no hay evidencia contundente de que esto sea cierto”.

Por su parte, Marieli González Cotto, bióloga celular y molecular, expuso que no se sabe a ciencia cierta si [una persona] va a ganar inmunidad o resistencia una vez le haya dado COVID-19”.

Además de lo anterior, el Secretario le dijo al periódico Metro que no tomará en cuenta las recomediaciones del Task Froce médico (TFM) para las medidas de reapertura de la actividad económica y comercial del país. Sostuvo que utilizará las sugerencias del grupo solo para desarrollar modelos de predicción del comportamiento del virus.

En el documento que incluye las recomendaciones del TFM a Fortaleza respecto a la reapertura de los comercios, el grupo fue enfático al establecer que es imprescindible cumplir con las guías que contiene el modelo de la Escuela de Salud Pública de la Universidad John Hopkins, a saber:

 

1) disponibilidad de pruebas

2) rastreo adecuado de contactos

3) disminución en contagios por 14 días consecutivos

4) capacidad de los hospitales para atender nuevos casos

 

Sin embargo, al momento, Puerto Rico solo cumple con el requisito de capacidad hospitalaria.

Como si fuera poco, el Secretario aceptó que David Capó, quien recibe $16,000 mensuales por su labor como Epidemiólogo en Jefe y Asesor del Secretario de Salud de Puerto Rico, ha quedado apartado de toda aparición pública y que ahora solo sirve de enlace entre el Departamento y el TFM. Esto, desde que Capó recomendó que la reapertura de los comercios se hiciera con cautela, incluso con más que la que propuso el grupo especializado.

Todo lo anterior supone que el Gobierno no tomó en consideración las recomendaciones de los profesionales de la salud al momento de decidir reabrir la actividad comercial, y que únicamente respondió a los reclamos de la empresa privada.

Y si bien es cierto que el País necesita reactivar la economía, es igualmente necesario que eso se haga tomando en cuenta las recomendaciones de los expertos en el campo de la salud. Esta no es una crisis económica cuyo origen reside en el comportamiento troglodita del mercado de valores, como en el caso de la Gran Depresión de los 30, o en prácticas financieras insostenibles, como cuando explotó la burbuja de los préstamos hipotecarios en 2008. Esta es una situación de salud pública, y para atenderla debemos tomar decisiones que surjan de las recomendaciones de los que saben y trabajan en la salud pública. Lo contrario, aunque pueda parecernos acertado, no es prudente.

Vea, échele un ojo a la más reciente Orden Ejecutiva y note el sinnúmero de incongruencias de las que está plagada. estado.pr.gov/es/ordenes-ejecutivas/

Así que, si considera irresponsable a quien salga de hoy en adelante ya sea a ganarse el peso o a darse un chapuzón, enfile sus cañones, también, hacia el responsable de que eso sea, en realidad, un riesgo más alto del que debe ser.

Es la falta de compromiso lo que nos trajo al abismo; es la ineficiencia lo que nos mantiene en el precipicio. Nuestro Gobierno es un riesgo.

La autora es periodista independiente.

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