Palestina sigue bajo asedio

Ibrahim Abdulhadi

Entrevista a Rabab Ibrahim Abdulhadi, Palestina

CLARIDAD

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La elección de Donald Trump como el próximo presidente de Estados Unidos no representa ninguna diferencia  para el pueblo palestino. Para la profesora palestina Rabab Ibrahim Abdulhadi, entre el candidato republicano y la candidata demócrata no hay diferencia.

“El genocidio que ha ocurrido desde el 8 de octubre en Gaza no es nuevo; pero se ha intensificado. Es una intensificación que los palestinos han sufrido desde el sionismo en Palestina a finales del siglo XIX.  Esto es lo peor, pero es un genocidio que se ve a diario. Estados Unidos ha estado directamente envuelto, no solamente apoyando a Israel políticamente en la ONU, en la Corte Penal Internacional de Justicia, en la opinión pública. Cada vez que a  Israel le hace falta armamentos, Estados Unidos  le suple esos armamentos, aun 20, 30 años por adelantado”.

Ibrahim Abdulhadi, profesora asociada de Estudios Étnicos, Estudios de Raza y Resistencia en  la Universidad Estatal de San Francisco y directora fundadora de Estudios de Etnias y Diásporas Árabes y Musulmanas (AMED), estuvo de visita en Puerto Rico invitada por el Colegio de Abogadas y Abogados de Puerto Rico (CAAPR), la Asociación Americana de Juristas (AAJ) y el Comité Pro Derechos Humanos (CPD) para ofrecer una presentación: Tomar el pulso  a la ocupación y genocidio palestino.

En entrevista exclusiva con este medio, la profesora reconocida en el mundo académico en Estados Unidos por su activismo, subrayó que ambos candidatos que representan los dos partidos  mayores en EE. UU., demócratas y republicanos, “han competido por cuál de ellos va a apoyar el régimen colonial de asentamientos en Israel y adelantar el genocidio del pueblo palestino. Como si las vidas de los palestinos no valiera nada o menos que cualquier vida”.

En referencia de la campaña de ambos políticos, repasó que en el caso de Harris esta expresaba  preocupación por la situación en Gaza, pero inmediatamente  después decía que Israel tiene que defenderse a sí mismo. Aun cuando se diga que eso es legitimo, acotó Abdulhadi, eso no es relevante, ya que la seguridad de Israel no está amenazada por los palestinos. La candidata Harris repitió de manera continua conectar el antisemitismo con la lucha de los palestinos por la autodeterminación y convirtió a los palestinos en parte de ese discurso de odio e hizo posible que los enemigos de los palestinos trazaran una línea recta desde el holocausto a personas que quieren la libertad.

En lo que respecta a Trump, trajo a la atención el hecho de cuando fue presidente, entre otras acciones,  movió la embajada de EE. UU. de Tel Aviv a Jerusalén,  lo que violó la posición tradicional de EE. UU. de que el estatus de Jerusalén se va a decidir en negociaciones finales, posición que fue parte de los  acuerdos de Olso y es la posición  internacional de las Naciones Unidas (ONU). También aceptó la anexión de Israel de las alturas de Golán, que el mundo considera va a ser Siria. “Así que está aceptando el expansionismo de Israel como el sueño sionista que ahora se ve como más realidad de expandirse sobre los territorios árabes”, denunció.

Todavía recordó que Trump le cortó los fondos a UNRWA (Agencia de la ONU para la población refugiada de Palestina y Oriente) que es la única agencia que provee ayuda a los refugiados palestinos. En estos momentos el 70 % de la población de Gaza son refugiados.

La profesora Abdulhadi, quien ha sido víctima del lobby sionista en Estados Unidos, lo describió como la industria de cabildeo israelí. “La razón es porque esto opera como una industria. No es una fantasía, es una cuestión que opera materialmente muy conectado con el Estado de Israel, al Ministerio de Relaciones Estratégicas, que Israel creó para específicamente atacar la solidaridad y el activismo palestino en EE. UU.”

A esos efectos, expuso que cuando fue  creciendo el Movimiento de Boicot Desinversión y Sanciones contra Israel (BDS), que es uno a nivel internacional, Netanyahu lo llamó una “amenaza existencial a Israel”. En Estados Unidos, el Gobierno de Trump lo declaró uno antisemita. Señaló que el movimiento de solidaridad con Palestina siempre ha sido un problema para Israel, pero el BDS se convirtió en algo muy concreto, el cual les permite a las personas participar fuera de Palestina, pero no dentro de Palestina, y no necesariamente dentro de la lucha armada. Abdulhadi defendió que el boicot es  muy atractivo y lo comparó con  el movimiento de los derechos civiles en EE. UU. :”Cuando algo es malo, tú no lo patrocinas”.

Cuando el movimiento de boicot creció y entró en las universidades, a las asociaciones académicas e iglesias pequeñas y otras asociaciones de mujeres, el movimiento sionista comenzó una campaña contra este tildándolo de que ser  ‘antisemitismo, odio a los judíos’. Describió la campaña y la atmósfera en las universidades como el de la era del macartismo: “Si tú hablas, hay un costo”.

La presión del lobby sionista a través de sus donantes a las universidades ha provocado que las universidades en EE. UU. hayan cerrado cursos relacionados con todo lo que tenga que ver desde la óptica Palestina, ya sea político o cultural.

En el caso de  Abdulhadi, enseñaba su curso emblemático sobre Palestina desde el 1999 en la Universidad de California. Aunque el curso cumple con todos los requisitos académicos, el pasado año, grupos sionista y proisraelíes desataron una campaña en su contra, en la que incluso se lanzaron palabras despectivas con el fin de presionar a la universidad para que se suspendiera el curso y se le despidiera a ella. Aunque no ha sido despedida, en el otoño  se le suspendió el curso sin ninguna explicación. Ella lo luchó y aunque pudo ofrecerlo el próximo semestre y dijo que lo quería enseñar en el verano, le dijeron que sí; pero tres semanas después le dijeron que no. La situación tuvo la reacción de los estudiantes, quienes montaron campamentos. Se tuvo apoyo del resto de la facultad e incluso apoyo internacional. La universidad ha rehusado a que se vuelva a dar el curso de manera oficial. No obstante, Abdulhadi se decidió a ofrecer el curso de manera gratuita y en él se han registrado 564 estudiantes.

Los jóvenes toman el liderato

 En Estados Unidos es algo difícil saber con alguna exactitud cuánta es la a población de palestinos, debido a que  hay muy pocos que tienen la identificación porque es muy limitada. Primero tiene que ser aprobada por la Autoridad Palestina y luego  tiene que ser aprobada por el Gobierno de Israel, por lo que no se sabe si vienen de Jordania o de Palestina.

Lo que sí se ha visto es que los jóvenes palestinos son los que están  liderando las manifestaciones en las calles; son lo que están llamando a las demostraciones, los que  idean las consignas. Abdulhadi comentó que, por ejemplo, las personas de su generación tendrían cautela en decir Desde el río hasta el mar, Palestina será libre. “A la  gente joven no le importa. Hay un grupo de gente joven que desde la primera semana lo regó por las calles de Nueva York y lo normalizó. Son los jóvenes los que están tomando  la iniciativa política y los mayores les están siguiendo. La gente joven está dando esperanza, por un lado la gente está triste, de luto por el derramamiento de sangre; pero por el otro lado, hay mucha conexión orgánica con la tierra, con la patria”.

Al otro lado del mundo

 La académica experta en Estudios de Etnias y Diáspora Árabes y Musulmanas considera que, desde  octubre 7, al otro lado del mundo las cosas han cambiado entre los grupos políticos palestinos. Admitió que al principio no todo el mundo estaba en la misma página. Ahora todo el mundo parece estarlo y la resistencia que representan las facciones de Hamás, la Islamic Jihad,  PFLP,  DFLP (estos tres el PLD) y   Fatah, que es el más  pequeño, no ha parado. “Hay  muchas cosas pasando en la Franja Occidental, cada campamento de refugiados está peleando como vimos en Argelia”. Igual reconoció que todas estas facciones no están contentas con la  Autoridad Palestina, por los acuerdos de seguridad que mantiene con Israel.

En términos del apoyo internacional al pueblo palestino, de si se va a poder cambiar la correlación de fuerzas,  Abdulhadi considera que se está dando un apoyo internacional que nunca habían visto con tanta fuerza y que las organizaciones sionistas se están debilitando y no pueden hablar ya a nombre de todos los judíos. Un ejemplo de esa solidaridad es la gestión del gobierno de Sudáfrica de llevar ante la Corte Penal Internacional a Israel y acusarlo de genocidio, a la cual se han unido varios otros países, el más reciente, Irlanda.

Sin dejar pasar por alto que los intereses de Estados Unidos en la región son un obstáculo muy grande contra los palestinos y el peligro de galvanización que dijo representa Trump para el mundo, expresó: “Pienso que Palestina, a pesar de todas las pérdidas, la resistencia y el temple palestino y la juventud en cualquier parte del mundo se niega a renunciar y sienten el dolor, pero se rehúsan a parar y eso es contagioso para todos nosotros. Nosotros podemos ganar y yo creo que vamos a ganar”.

Para concluir, Ibrahim Abdulhaid expresó su agradecimiento por estar en Puerto Rico. “Pienso que cualquier palestino que ha tenido relación con la gente de Puerto Rico puede sentir el amor, la solidaridad, el entendimiento y la identificación. No tenemos que decir mucho. Cuando escuchamos a un prisionero (se refiere a un prisionero político puertorriqueño) es como si un palestino que está preso hablara”.

 

 

 

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