Miles de comunas venezolanas participaron en la Segunda Consulta Popular Nacional, una jornada marcada por la movilización masiva y la reafirmación del compromiso con la democracia directa y el socialismo comunitario.
La Constitución de 1999 abrió paso a un sistema de equidad y justicia social para reivindicar los derechos de la población históricamente olvidada. Este proceso emergió de un referendo consultivo que dio paso a una Asamblea Constituyente encargada de redactar la nueva Carta Magna del país.
Esta página de la historia fue imprescindible para garantizar la paz y la soberanía del país. Se trata de una Constitución considerada una de las más avanzadas del planeta en materia de derechos humanos, identificada bajo principios humanistas y proteccionistas de sus recursos estratégicos y su soberanía. Entre sus puntos, la Constitución consagra la participación ciudadana y protagónica.
En la Comuna Agrícola El Maizal, ubicada entre los estados Lara y Portuguesa, el amanecer del 25 de agosto trajo consigo no solo los primeros rayos de sol, sino también una movilización masiva de comuneros que se preparaban para participar en la Segunda Consulta Popular Nacional.
A pesar de las dificultades climáticas y las distancias, miles de personas llegaron a este núcleo de organización popular para votar por los proyectos que consideran esenciales para su comunidad.
Y es que, en consultas anteriores, los comuneros han logrado construir una escuela, rehabilitar un centro de salud y avanzar en un proyecto de aguas, todo gracias a los recursos gestionados de manera autónoma.
La importancia de este ejercicio de democracia directa fue subrayada por el Ministro del Poder Popular para las Comunas, Ángel Prado, quien también es comunero de El Maizal.
Prado votó en la consulta y destacó que “hemos visto el rostro de nuestra democracia verdadera, la democracia socialista popular”. Afirmó que millones de personas se movilizaron con esperanza, ejerciendo su derecho al voto en un ambiente de paz y reencuentro popular.
La jornada no fue exclusiva de El Maizal. En otras comunas del país, como la Comuna Obrera Socialista Tierra Cafetalera en el estado Lara, la participación también fue significativa.
Víctor Pineda, vocero de esta comuna, describió cómo la comunidad se organiza no solo para producir, sino para preservar la naturaleza y garantizar el bienestar de todos sus miembros. “La consulta popular es un acto de responsabilidad y empoderamiento”, señaló, destacando la singularidad de este proceso democrático en Venezuela.
A medida que avanzaba el día, el balance fue positivo. Desde la capital, el secretario ejecutivo del Consejo Federal de Gobierno, Leonardo Montezuma, confirmó que se estaban decidiendo más de cuatro mil 500 proyectos a nivel nacional, lo que transforma la realidad de las comunidades. Montezuma instó a seguir profundizando la organización comunal y afirmó que “el pueblo habla y está decidiendo que el modelo que quiere seguir es el modelo de la Revolución Bolivariana”.
La jornada concluyó con un sentimiento de logro compartido. Los comuneros regresaron a sus hogares, muchos de ellos a pie, a caballo o en motos, con la satisfacción de haber contribuido una vez más a la construcción de un modelo que, para ellos, representa no solo una forma de vida, sino también un camino hacia un futuro mejor.
En cada rincón de El Maizal y más allá, la Segunda Consulta Popular Nacional dejó una huella de participación y compromiso, reafirmando la importancia de la democracia directa en la construcción del socialismo comunitario en Venezuela.
Tomado de Resumen latinoamericano, Fuente original TeleSUR.