2ndo escogido de filmes para nuestros tiempos

Por María Cristina/En Rojo

 

Hace poco en FaceBook, una de mis friendslanzó el reto a lxs lectorxs de nombrar seis filmes que han visto al menos seis veces y que disfrutarían hacerlo muchas otras veces. Aunque las que escogí no están en esta lista, siempre incluyo en mis escritos uno de esos filmes que permanecen en la memoria y que al verlos nuevamente, nos devuelven la sonrisa, la lágrima, la emoción de algo muy bien hecho. Esta vez incluyo tres: dos de la década de 1960 y la otra de 1980.

 

La Batalla de Argel(1968)

Director: Gillo Pontecorvo; guionistas: Franco Solinas y Gillo Pontecorvo; cinematógrafo:Marcello Gatti.

A pesar de su presentación de la represión brutal de la unidad élite de paracaidistas del ejército francés a la población argelina en la década de 1950, este filme no solamente se convirtió en un “movie cult” sino que logró tres nominaciones al Oscar (1967, 1969) por Mejor Película Extranjera, Mejor Director y Mejor Guion Original. El filme fue el gran ganador de los BAFTA y del Festival de Venecia. La guerra argelina se extendió de 1954 a 1962 y la proximidad de la fecha de filmación creó un rechazo de parte de las autoridades francesas que no permitieron su exhibición por cinco años.

Pontecorvo escogió un estilo de documental noticiario (lo que él llama ficción realista), en blanco y negro, con movimientos y tomas de cámara al estilo del Neorealismo italiano pos 2nda guerra mundial. Además, con la excepción de un actor de teatro (Jean Martin), todos los participantes son personas de la comunidad y hasta participantes en el movimiento de liberación. Se filma en el casbah y en los lugares originales donde la población vivía y transitaba. El resultado es una historia tan impactante que todavía es tema de discusión. El aparato militar se presenta con la eficacia y disciplina de los que creen ser dueños de la verdad y seguir órdenes es la manera de actuar. Los responsables de la rebelión y de choques entre los Pieds-noirs, la oposición a la independencia de esta colonia francesa, y la población “árabe”, como lo denomina el alto comendo militar, deben ser aplastados de inmediato. Los que ostentan el poder lo utilizarán para devolver la estabilidad a la colonia. El ritmo, las imágenes y la desafiante música de Ennio Morricone hace de este filme uno obligado de ver (“must see”).

 

Burn!/Queimada(1969)

Director: Gillo Pontecorvo; guionistas: Franco Solinas y Giorgio Arlorio; cinematógrafo: Marcello Gatti y Giuseppe Ruzzolini.

Vi este filme por primera vez en la sala de cine New Yorker en Broadway y calle 105 más o menos (no lo puedo corroborar porque cerró ya hace varias décadas) que por mucho tiempo presentaba filmes raros y radicales. Cuando vi los nombres de Pontecorvo y Marlon Brando juntos me sorprendí, aunque amistades que conocían el “inside story” de Brando me señalaron que, aunque no era usual, tampoco imposible. La historia es un compuesto resultado de obtener todo lo necesario para poder filmar un relato que se asemeja a los cientos de ejemplos de la represión colonial europea. Queimada (originalmente Quemada pero el gobierno español objetó a la temática y se tuvo que cambiar a portugués) es una isla caribeña bajo el imperio portugués que envía al mercenario profesional, William Walker, a instigar una rebelión de los esclavos para favorecer el mercado azucarero inglés. José Dolores (Evaristo Márquez, obrero colombiano en la vida real) será el líder de esa rebelión y se crecerá en este rol hasta convertirse en un agente de cambio. Diez años después, Walker es enviado nuevamente a Queimada para destruir el movimiento que creó, lo que significa traicionar a José Dolores. Esta confrontación tiene recuerdos de los momentos finales de La batalla de Argel. Brando, como luego haría con A Dry, White Season(dir. Euzhan Palcy, 1989) no solamente prestó su poder taquillero a la producción, sino que se aseguró que tuviera el financiamiento necesario para terminarla y distribuirla.

 

The Shining(1980)

Director:Stanley Kubrick; guionistas: Stanley Kubrick y Diane Johnson; autor: Stephen King; cinematógrafo John Alcott

Hace apenas una semana vi nuevamente este filme del genial Stanley Kubrick y quedé tan sorprendida y asustada casi como la primera vez a pesar de saber la trama, aunque no recordaba los detalles que encadenan cada escena. Puede que Stephen King le diera un ataque de nervios por los cambios—algunos muy drásticos—que hiciera Kubrick, pero cinematográficamente esta historia no tiene igual. Por supuesto, la clave es darle a Jack Nicholson una idea general de lo que se quiere lograr en la escena y dejarlo que improvise. Es esa dinámica actoral junto a una cámara que mueve como la mente del director, además de la recreación de escenografía que paralela el estado mental de los personajes lo que hace de The Shininguna experiencia única.

La historia parece muy sencilla en un principio: Jack Torrance, quien aspira a ser escritor y está recuperándose de alcoholismo, acepta ser cuidador de un lujoso hotel en las montañas de Colorado durante los meses que cierra por el invierno. Compartirá esta enormidad de espacio con su esposa, Wendy, y su hijo de siete años, Danny. Lo que al principio parece un parque de diversión para Danny y laberintos para explorar para Wendy, se convierten en espacios misteriosos y pavorosos cuando Jack se va aislando y apenas socializa con ellos. Como Danny es el que tiene el don del “resplandor/shining”, puede recrear las historias escondidas y horripilantes encerradas en el hotel y en sus orígenes de ser construido en tierra sagrada de los muertos de los grupos originarios. También puede predecir el deterioro mental de su padre. El único otro personaje que se acerca a la familia es Hallorann, el encargado de la gran cocina del hotel que también posee el “shining”. No hay un solo momento de las dos horas y media de duración en que la tensión disminuya. El año pasado se estrenó Dr. Sleep(dir. Mike Flanagan) como una secuela a The Shiningcon un Danny adulto, muy maltratado por la vida y heredero del alcoholismo de su padre. Como secuela le sirve más a la novela de Stephen King, aunque en su retorno al hotel de su niñez le rinde homenaje al filme de Kubrick.

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