Aprueban proyectos de energía renovables en tierras agrícolas

Foto Alina Luciano/CLARIDAD

 

CLARIDAD

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“Estas son unas de las tierras más productivas de todo Puerto Rico.  Están centralizadas en  medio del canal que baja desde el río Guamaní y del lago de Patillas.  Son tierras completamente protegidas. Cuando el papá y el abuelo del secretario de agricultura, Manuel González, tenían estos terrenos, aquí había dos  vaquerías; la vaquería Florida y la González. Pero eran las dos del mismo dueño. Todo eso lo destruyó el actual secretario de agricultura. Para él la agricultura no existe, eso es una realidad”.

Carlos Lago/Foto Alina Luciano

Entre molesto e indignado se expresa Carlos Lago, de la Comunidad Ranchos Guayama, ante la acción del secretario de agricultura, Ramón González Beiró, de aprobar proyectos de energía renovable en terrenos agrícolas entre Salinas y Guayama. En el caso de Salinas, se le suma que parte de los terrenos pertenecen a la familia del secretario del Departamento de Agricultura (DA).

Víctor Alvarado y Yamilet Rodriguez
Fotos Alina Lucianp/ Claridad

Este, junto a  Víctor Alvarado Guzmán y Yamilet Rodríguez, ambos del Comité Diálogo Ambiental de Salinas; Istmar Figueroa y Carmen de Jesús, ambas de la Junta comunitaria Poblado el Coquí en Salinas, compartieron en entrevista las contradicciones, irregularidades y daño que los proyectos de las llamadas fincas solares representan tanto para los terrenos como para la comunidad. Los proyectos en cuestión de la empresa AES y Ciro One Salinas (COS) son parte de los 18 proyectos que el Negociado de Energía (NEPR) anunció que aprobó a principios de este año. En el caso de Salinas, ambos proyectos fueron aprobados para terrenos que se supone están clasificados como terrenos agrícolas protegidos.

Bajo un sol candente conversamos frente al portón de los  terrenos de la empresa  Agriart LLC, en Salinas. Alvarado Guzmán narró que Agriart LLC se los compró  a la semillera de transgénicos My cogen.  Ahora Agriart, cuyo presidente es el hijo del secretario del DA,  le está alquilando 1.029 cuerdas a la carbonera AES  bajo el nombre de Clean Flexible Energy para el desarrollo de un proyecto de energía solar a escala industrial. El presidente de AES es el mismo de CFE.

Antes de ser una finca de transgénicos los terrenos eran propiedad de la familia Fonalledas y durante muchos años se utilizaban para ganado. Lago, quien es agricultor de árboles frutales, indicó que luego de la finca de transgénico también hubo siembra de hortalizas y propuestas para seguir sembrando, que evidentemente no fueron atendidas.

Yamilet Rodríguez, quien es agrónoma y trabajó en el DA, describió que en los terrenos agrícolas lo primero que se  hace para poner las placas solares es llevarse la capa vegetal (topsoil).   “Al eliminar eso de un terreno agrícola, se está dañando por completo. Los terrenos no se van a recuperar, además de que viene la erosión. Una vez se remueve el topsoil, el daño ya se hizo”.

En el caso de la finca de CFE, los terrenos eran parte de lo que fue la Corporación Azucarera. Luego se utilizaron para la crianza de ganado para carne y se hizo hasta un lago para sembrar pasto. Todo eso quedó eliminado con la finca de paneles solares. La agrónoma lamentó que el lago fue una inversión grande que se tiró al desperdicio. La empresa lo rellenó con tierra, lo que provocó que  incluso en una ocasión en que hubo unas lluvias tuvieran problemas con las placas.

Observó además, que en los terrenos se encuentra el acuífero del sur, que  se nutre de los canales. Si no hay producción agrícola, los canales se pierden.

Tanto Lago como Rodríguez, comentaron que en las fincas en cuestión había personas con proyectos agrícolas que han sido desplazados. “Y  todavía el secretario de agricultura se atreve a decir que en menos de dos años podemos tener el 50 % de las necesidades agrícolas. En los terrenos había calabaza,  pepinillos, vegetales. Ya hicieron lo peor del mundo: una vez se remueve  la capa vegetal de un terreno tarda 25 años o más reponerla porque tiene que dejar que sigan cayendo hojas. Pero si no hay árboles, no hay nada. Eso es lo mismo que va a pasar aquí y en las otras  fincas en la isla”, manifestó Lago.

En tanto, Rodríguez denunció que las empresas ven la facilidad para hacer el proyecto  rápido en los terrenos agrícolas porque están limpios. Trajo a la atención que  igual pasó con los molinos de viento en Santa Isabel, que destruyeron un montón de sistemas de riego para poner los molinos; pero  no hicieron el estudio de  viento pertinente para saber que en el lugar no hay el suficiente viento para producir la energía.

La comunidad El Coquí

 Por parte de la comunidad el Coquí,  Istmenia Figueroa, miembro de la Junta Comunitaria, describió que la zona alta de la comunidad es el lugar más seguro en caso de huracanes e inundaciones, a donde  la gente suele llevar sus autos e incluso se apoya a las familias. Con la finca solar de Ciro One,  “ahora ya no habrá lugares seguros en el Coquí para los vecinos protegerse. Eso se va a reflejar en las demás comunidades”.

Describió que hay varias comunidades que rodean los proyectos, incluidas varias urbanizaciones, y al  aplanar los terrenos de la finca para Ciro One, toda el agua ahora corre hacia la comunidad. También comentó sobre el calor que generan los paneles: “Yo vivo cerca, y la calor ahora es inmensa. De noche, con todo y aire, se siente la calor”.

Por  medio de su Junta Comunitaria, la comunidad El Coquí, con el apoyo de otras organizaciones ambientales, trabaja en un proyecto llamado Coquí Solar, para colocar paneles solares en los techos de las casas. Carmen de Jesús expresó que el proyecto no solo nace por la preocupación por el ambiente, sino porque sus jóvenes se están yendo de las distintas comunidades de Salinas, por lo que el proyecto tiene los propósitos de proveer energía más segura, menos contaminante y de retener a los jóvenes.

La comunidad opera también un proyecto comunitario de huertos caseros de modelo hidrópico y que, incluso, antes del huracán María tuvieron crianza de colmenas de abejas. La cosecha se vende a su comunidad y a otras.

Rodríguez expuso la incongruencia de que la Autoridad de Tierras no permitía producir grama en terrenos agrícolas porque cuando se  saca la grama se lleva parte de la capa vegetal.  “Imagínate ahora cómo se va a poner ahora con las placas solares. Se llevarán los árboles y la capa vegetal completa. Es una incongruencia”.

Otro aspecto que recordó es que en los cambios que se pretendían hacer en el Reglamento Conjunto, el cual fue  declarado nulo por el Tribunal Supremo de Puerto Rico, se quería incluir que en los terrenos agrícolas se podían  instalar  placas solares.

Exigen renuncia del secretario de agricultura

 Varias  organizaciones ambientales cursaron una carta a finales de julio al gobernador, Pedro Pierluisi, en la que exigen  la destitución de González Berió como secretario de agricultura, por entender que este “no está cumpliendo con su deber ministerial de promover la agricultura, proteger las tierras agrícolas, adelantar la seguridad alimentaria y evitar conflictos de interés por negocios familiares”.

Al momento de la entrevista, no habían recibido contestación de la Fortaleza. Alvarado apuntó que el secretario  de agricultura no está defendiendo los terrenos agrícolas, no solo en este caso de  AES, sino también el caso de Ciro Group.

En cuanto al secretario, quien no ha contestado las cartas que los grupos le han enviado solicitándole que proteja los terrenos, Alvarado señaló que González Beiró ni siquiera ha podido explicar el conflicto de interés y por qué no dio endosos en otros lugares y sí los dio en Salinas. Según dijo el DA, el endoso a un proyecto  en Cabo Rojo y otro en Naguabo se negó porque iban a impactar terrenos agrícolas.

“Si no fuera por las organizaciones ambientales que hay, Puerto Rico estuviera por completo destruido”, concluyó el agricultor Lago.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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