Bravo por los campeones Criollos de Puerto Rico

La victoria obtenida este pasado jueves por el equipo de Puerto Rico en la Serie del Caribe que se llevó a cabo en Jalisco México quedará marcada como una de las grandes hazañas de la historia del deporte boricua. No sólo representa la primera vez que un equipo boricua gana dos años consecutivos (con el mismo equipo) una Serie del Caribe, sino por la manera que lo hicieron y las circunstancias tan adversas que tuvieron que vencer para alzarse con el campeonato.

Es bien posible que muchos no lo comparen con el éxito de los llamados “Los Nuestros” (en el Clásico de Beisbol), la medalla de oro de Mónica Puig, ni siquiera con la victoria de baloncesto frente al equipo de Estados Unidos en el 2004, pero cuando esta hazaña se ponga en su justa perspectiva histórica, esta victoria no tendrá nada que envidiarle a ninguna de las anteriores.

Hay que destacar que todos los otros países participantes en el torneo: Cuba, Venezuela, México y República Dominicana estuvieron meses jugando y gozaron de una temporada invernal completa, mientras que en Puerto Rico se debatía si incluso valía la pena jugar la temporada ante los embates del huracán María. Debido al huracán, algunos equipos tuvieren que mover sus juegos a diferentes pueblos y jugar por el día por la falta de electricidad en el país.

Pero eso no importó para que esta combinación de muchachos jóvenes, muchos de ellos sin mucha experiencia y sin una sola estrella en la alienación, con poca o ninguna exposición en las mayores y con veteranos que ya no están en su mejor momento en el béisbol, dieran una muestra de cría, corazón y vergüenza deportiva para obtener este campeonato.

Dramáticas la semifinal y la final

Tras dividir con marca de dos y dos en la primera ronda, Puerto Rico cayó cuatro carreras atrás en la semifinal y tres en la final, pero el equipo que había manifestado que sentía un compromiso con brindarle una alegría grande al País tras el paso del huracán, jamás dejó de jugar. Así, comandados por el Jugador Más Valioso, Anthony García (quien bateó para 500, dio tres cuadrangulares y remolcó ocho carreras) y quien fuera clave en cada “rally” grande, anotaron 14 carreras en las últimas siete entradas combinadas de los últimos dos juegos. Esto frente a los mejores relevistas tanto de Venezuela como de República Dominicana y demostraron que el béisbol no se termina hasta que se saca el out 27 y que el béisbol de aquí sigue siendo una potencia de la región, independientemente de los problemas internos de la liga y las circunstancias que rodearon este atropellado torneo.

Nuevamente el deporte trae una gran alegría al país en momentos donde todas las demás noticias sólo se habla de la crisis política y social en la que vivimos.

Gracias Muchachos por recordarnos por qué el deporte sigue siendo el elemento unificador de Puerto Rico y celebren con mucha champaña después de como jugaron y la cría que demostraron en el terreno de juego, se la merecen.

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