Cuba: unión y solidaridad ante la tragedia del hotel Saratoga

Foto por:Luis De Jesús Reyes/ CLARIDAD

 

Corresponsal de CLARIDAD

 La Habana, Cuba –“Nunca nos habíamos enfrentado a un evento así y de verdad que fue una experiencia muy fuerte para todos nosotros”.

Ernesto Reyes Peña es primer subteniente del Cuerpo de Bomberos de La Habana. Lleva 17 años cumpliendo esa profesión y aunque en su carrera ha debido atender sinnúmero de eventos de desastre y accidentes, siente que nada ha sido igual a lo vivido tras la explosión en el Hotel Saratoga, cuando él y sus compañeros estuvieron a cargo de las labores de rescate de los desaparecidos.

El pasado 6 de mayo, una explosión, producto de una avería ocurrida cuando un camión de gas licuado suplía a la instalación hotelera, estremeció el corazón de la capital cubana y paralizó el habitual bullicio de la ciudad un viernes en la mañana. En cuestión de minutos, las redes sociales se llenaron de comentarios, imágenes y especulaciones y no pocos recordaron momentos terribles de una historia que aunque ya pasada todavía sigue muy a flor de piel en el pueblo cubano.

 “Yo pensé lo peor. Cuando supe lo de la explosión rápido recordé el atentado de La Coubre, que pusieron una bomba con retardación y dije qué pasaría si explota otra bomba con la gente dentro sacando a los heridos del hotel”, me comentó un colega con el que conversaba días después del accidente.

Después de dos años de permanecer cerrado debido a la pandemia de la Covid-19, el Hotel Saratoga, uno de los más antiguos –el edificio original fue construido entre 1879 y 1880– y emblemáticos de La Habana, se preparaba para reabrir sus puertas a visitantes el 10 de mayo. Al momento del desastre, en su interior se encontraban 51 personas, trabajadores de diversas áreas del hotel que ponían los toques finales para su vuelta a la normalidad. A las 10:51 con dos segundos quedaron paralizadas las labores.

Al cruzar la calle del Saratoga, a menos de 50 metros, maestros y estudiantes apenas comenzaban la jornada en una escuela primaria, cuando la onda expansiva lanzó a todos al suelo. La explosión arrancó puertas y ventanas, reventó cristales y una nube de polvo cubrió el recinto. Temiendo lo peor, profesores y padres corrieron a evacuar el lugar, mientras vecinos y pasantes les daban la mano. Menos de dos minutos después del accidente llegaban al lugar las primeras brigadas de rescate.

“Se fue completo la parte lateral del Saratoga […] Tenemos una escuela aquí y vamos a evacuar la escuela, vamos a evacuar la escuela completamente. Hay mucho pánico aquí. ¿Recibió? Es necesario ahí que usted me vaya enviando la técnica de rescate urgentemente. Urgentemente, la técnica de rescate”, se oye decir por comunicación de radio a uno de los rescatistas hablando con el centro de mando, en un audio dado a conocer por las autoridades.

Fotos por: Luis De Jesús Reyes/CLARIDAD

Durante una semana, el pueblo cubano se mantuvo al filo de las informaciones y las constantes actualizaciones de las autoridades para conocer cómo avanzaban los trabajos de rescate. En las calles, los mercados y los centros de trabajo era tema común de conversación los esfuerzos de los rescatistas por recuperar de entre los escombros a la mayor cantidad de sobrevivientes posible.

Para el bombero Ernesto Reyes Peña, dichos esfuerzos no hubieran sido posible sin el apoyo y la unidad del pueblo cubano.

“Nosotros no hicimos esto solos. Si no es por el pueblo que nos apoyó cada día, si no es por cada uno de los trabajadores de la construcción, de una serie de personas que estuvieron detrás de nosotros apoyándonos, los familiares, los vecinos, todas esas personas, al pueblo de Cuba, en general, no hubiéramos logrado esto”, dice en entrevista con Claridad.

Al cierre de esta edición, el Ministerio de Salud Pública había informado el fallecimiento de 46 personas, cuatro de ellas menores de edad. Mientras, 12 pacientes permanecían ingresados y recibiendo atención médica en alguno de los hospitales de la capital. En total, 99 personas resultaron lesionadas en la catástrofe, de las cuales 41 fueron dadas de alta.

“Toda Cuba logramos este esfuerzo de poder entregarle a los familiares los cuerpos de sus familiares y los que pudimos sacar con vida en esta jornada”, insiste Reyes Peña

En la misma línea opina el Director del Hospital Universitario Calixto García, Doctor Emilio Miguel García Rodríguez, quien afirma que ante el siniestro el país ha vivido momentos de “mucha unidad, latinoamericana y cubana”,

Una semana después de lo ocurrido, ya habiendo culminado la tarea de recuperación de los desaparecidos y con el país bajo duelo oficial, el pueblo habanero celebró una vigilia, a solo pasos del lugar del desastre, para recordar a las 46 víctimas. Cientos de familiares, amigos, compañeros y vecinos colocaron ofrendas florales y encendieron velas en un masivo acto de tributo a los fallecidos, que se replicó en otras provincias. Participó también del evento el presidente Miguel Díaz-Canel junto al alto mando de gobierno y los cuerpos de rescate, médicos, enfermeros y demás personal que colaboró en las tareas de salvamento

“Primero, estoy aquí como cubano, no como médico. Estoy aquí como cubano frente al desastre este. Que yo recuerde, en mi vida, creo que este es uno de los mayores desastres que ha tenido Cuba”, asevera con la mirada empañada el Dr. García Rodríguez desde la vigilia.

Además de las víctimas mortales, la explosión dejó sin hogar a 22 familias, cuyas viviendas fueron afectadas por su cercanía con el hotel. Para ellas, han dicho las autoridades cubanas, ya se alistan las labores para la construcción de nuevos hogares en La Habana Vieja. Son en total 62 personas que, de momento, han sido reubicadas en varios puntos de la ciudad y a las que el estado ha entregado ayuda para solventar, de manera temporal, la situación en la que se encuentran. Se espera que antes que culmine el mes de junio ya tengan un nuevo hogar.

La tragedia del Hotel Saratoga quedará, sin dudas, en la memoria del pueblo cubano, que recordará siempre a sus víctimas, pero también a las decenas de personas que fueron rescatadas gracias a esa naturaleza de unidad y solidaridad que caracteriza a Cuba en los momentos difíciles,

UN GOLPE A LA HISTORIA DE LA CAPITAL

Construido entre 1879 y 1880, el edificio que hasta hoy albergaba el Hotel Saratoga tiene unos 143 años de vida. La estructura original, sin embargo, no fue concebida como hotel. En sus primeros años contaba solo con tres niveles: en la planta baja funcionaba como almacenes, en el segundo nivel tenías casas y en la parte superior albergaba casas de huéspedes.

No fue hasta 1933 que, impulsado por el fenómeno de modernización que vivía La Habana, se instaló en el edificio el Hotel Saratoga. Apenas dos años después de su apertura, ya era reconocido como uno de los hoteles más importantes de la capital.

A inicios de la década de los 60, el Saratoga perdió su condición de hotel, hasta que en 2005 volvió a ser restaurado y remodelado con un total de seis plantas y 96 habitaciones de lujo. Con una ubicación privilegiada, a solo pasos del Capitolio Nacional de Cuba, el hotel llamaba la atención por su imponente vista de la ciudad capitalina.

Por sus puertas han pasado famosos de la talla de Beyonce, Jay Z, Madonna o el guitarrista Jimmy Page, por mencionar algunos. En 2015, una delegación de legisladores y altos funcionarios del gobierno de Estados Unidos se hospedaron en el hotel durante una visita oficial a la isla. De corte neoclásico y con una puntuación de cinco estrellas, entre los cubanos al Saratoga se le solía llamar “el favorito de los americanos”.

Se estima que la explosión causó daños al 80% de su estructura y todavía hoy no está claro si el Hotel Saratoga podrá ser remodelado o deberá ser demolido en su totalidad.

 

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