El Veintiuno

Por Elga Castro Ramos/Especial para CLARIDAD

 

A Vera, quien por décadas regó el legado por todas partes

Nacida y criada en Roosevelt, siempre me pareció curioso que el estadio donde se juagaba béisbol llevara el nombre del boxeador Hiram Bithorn, mientras que el Coliseo donde se jugaba baloncesto y se practicaban otros deportes bajo techo, llevara el nombre del pelotero Roberto Clemente. Obviamente tiene que ver con las fechas de inauguración, pero el Coliseo es una de múltiples facilidades deportivas que llevan su nombre, y su estatua al frente del Coliseo es una de casi cien que hay alrededor del mundo, el atleta con más estatuas. Esto es una de muchas maneras de homenajear a quien fuera probablemente el atleta más reconocido de nuestra historia, por sus ejecutorias dentro del terreno de juego y por su trabajo fuera de éste, principalmente comunitario, y claro, las circunstancias de su fallecimiento aumentan el mito y la leyenda.

El pasado 9 de septiembre se celebró el Día de Roberto Clemente en las Grandes Ligas y este año tuvo una importancia añadida ya que se intensificó la campaña para retirar el número 21 que él utilizaba en todas las Grandes Ligas. Siempre hay un día que la organización para la cual jugó 18 temporadas, los Piratas de Pittsburgh, honra su legado y carrera. Además, a nivel de la organización de Grandes Ligas, se le honra al entregarse en la Serie Mundial el premio Roberto Clemente que se le entrega a un jugador que destaca por sus contribuciones comunitarias fuera de la competencia. Pero el movimiento de “Retire 21” es uno para que se retire su número en todas las Grandes Ligascomo es el caso del 42 de Jackie Robinson, número que ya ningún otro jugador puede usar. La campaña aboga por la importancia que tuvo Roberto Clemente para abrir paso a cientos de jugadores latinos que vinieron después de él. Sin duda Jackie Robinson rompió una barrera importantísima que fue la racial, y que su número esté retirado es más que justificado. Pero los que argumentan que se retire el de Clemente es aludiendo a su valor, lo que significó siendo el primer pelotero latino en ser inducido al Salón de la Fama, en sus números impresionantes, en el ejemplo que fue y sigue siendo para muchos latinos y negros y latinos negros que siguen en las Grandes Ligas, y su legado de compromiso fuera del terreno de la competencia. Fueron muchas las barreras que él rompió y esto es lo que se busca honrar con dejar el “veintiuno” como un recuerdo de este gran atleta y ser humano .

Gracias a una iniciativa del dirigente de tercera base de los Piratas el puertorriqueño Joey Cora, toda la organización de Pittsburgh lució ese día el número 21 en su espalda y luego la MLB autorizó a los puertorriqueños de otros equipos a que lo hicieran, finalmente el que quisiera unirse a la celebración de retirar el número luciéndolo ese día, pudo hacerlo. En la Isla, múltiples actores, músicos, deportistas y personalidades también participaron. Ese día se convirtió en un bonito homenaje a Clemente y recordándolo también se honraba su memoria y se educaba sobre su vida y legado.

Aquí en CLARIDAD también formamos parte de esta celebración, cuando el pasado 10 de septiembre como parte de la serie de todos los jueves “A la clara”, se organizó un conversatorio con Carlos Delgado, el gran pelotero aguadillano, sobre la figura de Roberto Clemente. Con su usual elocuencia Delgado habló cándidamente sobre Clemente, tanto sobre sus logros deportivos como sobre sus hazañas fuera del deporte. Explicó cómo dominaba las cinco herramientas del béisbol lo que lo hacían un pelotero completo y excepcional, a quien describió como “dotado”. A pregunta de la periodista Gabriela Ortiz, Delgado habló sobre los “3,000 jits” y cómo aunque siendo un número arbitrario, solo se puede lograr con una carrera sólida, consistente y larga, algo que Clemente tuvo aún teniendo en cuenta que se cortara abruptamente ese último día del año 1972. En su caso, el 3,000 adquiere un valor añadido al haber sido su último jit. Carlos Delgado también repasó las virtudes del carolinense fuera de la competencia, lo cual conoce muy bien al haber sido galardonado en 2006 con el Premio Roberto Clemente, el cual Delgado reconoce como su “premio más importante”. Es importante señalar que Delgado se destacó como un gran pelotero con mucho poder y una gran carrera, pero también siempre ha sobresalido por sus ejecutorias fuera de la competencia, siendo una persona comprometida con diversas causas a las cuales contribuye a través de su fundación Extra Bases. Su compromiso no se limita a causas caritativas, sino que siempre ha sido consistente en sus acciones de acuerdo a sus posturas políticas y sociales, lo que lo llevó a no rendir tributo al “God Bless America” que comenzó a tocarse en la séptima entrada luego de los atentados del 11 de septiembre. Delgado fue duramente criticado cuando no salía del dogouta pararse durante esta canción como protesta a las intervenciones militares de Estados Unidos en Iraq y Afganistán. Para muchos este acto fue perjudicial en sus aspiraciones para entrar al Salón de la Fama, ya que obtuvo solo 3.8% en su primera oportunidad. Cuando esto ocurrió en el 2001, en general tuvo una recepción negativa en el público y en la prensa estadounidense, al percibirlo como un acto “anti-patriota”. Curiosamente este tipo de protesta dentro del terreno de la competencia la vemos actualmente con el movimiento de Black Lives Matter en la NBA, MLB, WNBA, NHL y NFL. Delgado habló de esto e incluso lo vinculó a Clemente, quien tuvo que enfrentar una sociedad y liga racista al comenzar a jugar a mediados de los 50, casi una década antes del movimiento de derechos civiles.

Retirar el número 21 sería un honor adicional para honrar a un gran atleta y ser humano. Es lindo andar por Nueva York y ver que hay escuelas, parques y áreas comunitarias que se llaman Roberto Clemente. A Clemente se le ha honrado con estatuas, edificios deportivos, canciones, arte, exhibiciones, pero retirar apenas el segundo número luego del de Jackie Robinson sería un honor mayor. Igual, como dijo Delgado, hay muchas maneras de honrarlo en nuestro quehacer diario. Ponerse el “veintiuno” significa apoyar la equidad racial, la inclusión de todos en el deporte, compartir con los que no tienen y ser más justos.

Artículo anteriorSerá Otra Cosa:Confesiones de una optimista
Artículo siguienteUPR: Sin respuesta la propuesta de la Junta de Retiro