Encontrado en las Redes-El “incidente” en Wounded Knee

 

 

Lluis Guix Moreno

Hace 50 años del inicio del denominado «Incidente en Wounded Knee». El 27 de febrero de 1973, unos doscientos indígenas y seguidores del Movimiento Indio Americano (AIM) ocuparon la población de Wounded Knee, lugar lleno de simbolismo en la memoria india, donde el 7º de caballería en 1890 había perpetrado una masacre. Ese 27 de febrero de 1973 la ocupación armada del pueblo venía a denunciar la corrupción consentida en la reserva y la contínua demora en el desarrollo de los tratados.

«Las «fuerzas del orden» -US Marshals y FBI- rodearon el lugar ese mismo día, ya que estaban en situación de alerta desde días atrás ante la posibilidad de que ocurriera algo. Se estableció un cordón alrededor del sitio durante diez días, pasados los cuales se levantó para facilitar el movimiento de la gente; sin embargo, ello permitió que se unieran más efectivos a los indios, pues para entonces todo el país estaba pendiente del asunto.

Aprovechando esa atención masiva, sus portavoces declararon que Wounded Knee pasaba a ser territorio oglala independiente, exigiendo negociar directamente con el secretario de Estado (el equivalente al ministro de Exteriores en EEUU). Paralelamente, una delegación viajó hasta Nueva York para solicitar el reconocimiento de la ONU, que lo denegó.

De esta forma, el cerco al pueblo se cerró de nuevo, incorporando vehículos blindados, apoyo aéreo y refuerzos de la Guardia Nacional. Como cabía esperar, hubo tiroteos entre ambos bandos que produjeron las primeras víctimas: un marshall quedó paralítico por un disparo, a lo que contestaron dos fracotiradores policiales matando a sendos activistas, un cherokee y un oglala.

Las balas perdidas también alcanzaron a otros indígenas y a un periodista, a la par que un activista por los derechos civiles desapareció en medio del lío sin dejar rastro (se apunta a que asesinado al ser considerado un infiltrado del FBI); y es que en las inmediaciones se fue asentando una multitud para apoyar las reivindicaciones indias y ayudar en su abastecimiento, porque la línea de actuación gubernamental fluctuó entre el intento de negociación -un esfuerzo que desempeñó, sobre todo, el fiscal Harlington Wood Jr- y la demostración de fuerza, plasmada en el corte de suministros a Wounded Knee (electricidad, agua, víveres y medicinas).

Como también se prohibió el acceso a la prensa, nadie tenía muy claro qué pasaba en el lugar, sólo que la situación se deterioraba por momentos con un recrudecimiento de la violencia que se plasmó en las bajas reseñadas.

El 26 de abril se registró un tercer fallecido, indio también, que decidió a los ancianos indígenas a poner fin al conflicto; los insurrectos se las arreglaron para escabullirse y así, después de setenta y un días de cerco, las fuerzas gubernamentales entraron en Wounded Knee haciéndose con su control» .

El cerco duró 71 días, y si bien ante el resto del mundo fue un gran éxito mediático, no se hizo esperar la represión. En los tres años posteriores al menos 60 activistas indios murieron en circunstancias desconocidas. Todavía hoy Leonard Peltier, acusado de estar implicado en un tiroteo, resta en cadena perpetua.

Artículo anteriorMirada al País-La Junta de Supervisión Fiscal y el cooperativismo
Artículo siguienteSerá Otra Cosa-Sala de espera