Leonard Peltier por fin excarcelado

 

Especial para CLARIDAD

 

Las dos sentencias consecutivas de vida de Leonard Peltier, dirigente del pueblo indio nativo-americano fueron conmutadas el 20 de enero por el saliente presidente de Estados Unidos Joe Biden.

El entrampamiento de Peltier, al presente de 80 años y salud pobre, fue claro. El 26 de junio de 1975 dos agentes del FBI en autos sin identificación alguna siguieron una pickup que entraba al Rancho Jumping Bull en Pine Ridge, una reservación de indios nativo-americanos, la población originaria de lo que es actualmente Estados Unidos.

Hubo alarma en la población por temor a un ataque ante la violencia general que prevalecía en la reservación. Se escucharon detonaciones y más de 150 agentes, vigilantes contratados y policías rodearon el rancho. Era un período álgido de la violencia intensificada que siguió durante varios años la toma en 1973 del pueblo Wounded Knee, en la reservación indígena de Pine Ridge. Durante 73 días la población protestó la corrupción en la gobernanza de las reservaciones y el maltrato a los pueblos indígenas por parte del gobierno de Estados Unidos, que movilizó allí tropas y tanques.

La confrontación captó atención nacional en el país. Wounded Knee revestía particular significado, ya que en 1890 su quebrada de igual nombre fue escenario de la masacre de 250-300 hombres, mujeres y niño indígenas de la tribu Dakota a manos del ejército de Estados Unidos. Este buscaba desarmar un movimiento espiritual que intentaba recuperar sus tierras y forma de vida. Fue una masacre que según la historia oficial puso fin a la resistencia armada a gran escala de la población indio nativo-americana.

Al momento de los sucesos de Pine Ridge en 1975, Leonarda Peltier dirigía la organización Movimiento Indio-americano (AIM, por sus siglas en inglés), fundada en 1968 para proteger de la violencia a los indios nativo-americanos. Estos eran relegados a “reservaciones” en las peores tierras del territorio. Enfrentaban la pobreza extrema, la brutalidad policíaca, políticas de agresión y asimilación cultural, y la discriminación igualmente sistémica. Sus índices sociales eran los más bajos de cualquiera de las llamadas minorías de Estados Unidos. (Es de notar que en los años de las décadas 70 y 80 los índices sociales de los puertorriqueños(as) en Estados Unidos eran los más bajos luego de los indios nativo-americanos.)

Al terminar la balacera en Pine Ridge yacían muertos dos agentes del FBI y un indio nativo-americano acompañados de numerosos heridos. Según información de la campaña “Free Leonard”, documentos del FBI reflejaron que más de 40 indios nativo-americanos participaron en la balacera, pero solo los miembros de AIM Bob Robideau, Darrell Butler y Leonard Peltier fueron enjuiciados.

Leonard, quien en todo momento se declaró inocente, fue arrestado en Canadá el 6 de febrero de 1976 luego que su supuesta compañera sentimental, Myrtle Poor Bear afirmara que lo vio tirotear los agentes. A pesar de que Myrtle luego dijo haber firmado affidavits al respecto bajo coerción del FBI y que no había conocido nunca a Leonard Peltier, no se le permitió testificar en el juicio. Nadie testificó haber visto a Peltier disparar a los agentes. Robideau y Butler fueron absueltos bajo la premisa de auto defensa y que el clima de temor existente en Pine Ridge justificaba su participación en la balacera.

Peltier fue convicto en 1977, en el fondo por su compromiso con sus pueblos. Cumplió más cincuenta años de miserable encierro carcelario político encarnando junto a su pueblo vivencias de extrema opresión y marginación, la honda bravura de los pueblos originarios de Norteamérica, y el precio de la despiadada expansión en sus tierras para dar paso a la construcción del imperio más poderoso que jamás ha conocido la humanidad. Ojalá que ahora excarcelado, Leonard Peltier logre de los demás pueblos en lucha, el sitial que tanto ha merecido, y que los pueblos de indios nativo-americanos en un futuro sean reivindicados en un mundo de justicia y la armonía con la naturaleza que tanto aman.

La conclusión del Acto Nacional de Puerto Rico celebrado en el Madison Square Garden de Nueva York en 1974 fue una expresión inolvidable de solidaridad mutua entre indios nativo-americanos y pueblo puertorriqueño en lucha sin cuartel. Veinte mil personas persona participaron del final apoteósico e inolvidable en que retumbaron en el recinto los barriles de los indio nativo-americanos presentes. Entre otras cosas al presente compartimos con ellos(as) la alegría de la excarcelación de nuestros presos políticos.

“Por fin terminó esto, voy a casa. Quiero demostrar al mundo que soy una persona de buen corazón. Quiero ayudar a la gente como me enseñó mi abuela,” dijo Peltier al conocer que saldría de su encierro.

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