Especial para En Rojo
Comienzo la reseña de la divertida Thunderbolts* (dir. Jake Schreier; EE.UU., Australia y Canadá; 2025) considerando a quién incluiría en una de esas asociaciones accidentadas que se juntan para lograr una meta común. Me refiero a esas comunidades pequeñas que siempre están a punto de romperse, pero cuyos miembros continúan luchando juntos porque comparten un enemigo. El líder de mi grupo debe ser Shimada (Takashi Shimura), que junta a los siete guerreros de Seven Samurai (dir. Akira Kurosawa, Japon, 1956) para no tan solo defender, sino para entrenar a unos campesinos a pelear contra sus enemigos. Elizabeth Lipp (Melina Mercouri) de Topkapi (dir. Jules Dassin, EE.UU., 1964) nos enamoraría a todos para mantener la armonía. Butch Cassidy (Paul Newman) de Butch Cassidy and the Sundance Kid (dir. George Roy Hill, EE.UU y México, 1969) nos haría reír y sería el pistolero que prefiere no disparar. Scanlon (Roy Scheider) de Sorcerer (dir. William Friedkin, EE.UU. y México, 1977) no se daría por vencido ni en la misión más arriesgada. Jackie Brown (Pam Grier) de Jackie Brown (dir. Quentin Tarantino, EE.UU., 1997) sería la persona del plan. Por supuesto que Pelé dos Santos (Seu Jorge) de The Life Aquatic With Steve Zissou (dir. Wes Anderson, EE.UU., 2004) tendría que estar para cantarnos el cancionero completo de David Bowie en portugués con ritmos brasileros. Como no soy estratega, no tengo la menor idea de cómo funcionaría este grupo. Pero no emprendería una misión arriesgada sin ellos. Quiero sentirme derrotado y a punto de caer al lado de estos personajes deliciosos que le brindarían cierta dulzura a la batalla más terrible de mi imaginación. La más reciente película de Marvel, Thunderbolts*, junta a un grupo de inadaptados para salvar al mundo de una gran amenaza nihilista que torna todo lo que toca en manchas negras sobre el concreto.
No puedo decir que Thunderbolts* es la mejor película de Marvel, pero tiene elementos de las que más me gustan. Esta nueva aventura se enfoca en un grupo de héroes problemáticos que forman una alianza algo quebradiza y que enfrentarán a un enemigo común destructivo y fuera de control. Estos seis antihéroes incluyen a Yelena (Florence Pugh), que siente un vacío profundo desde la muerte de su hermana, Black Widow (Scarlett Johansson); su papá, Red Guardian (David Harbour), la versión rusa de Captain America; Winter Soldier/Bucky Barnes (Sebastian Stan), el compañero de Steve Rogers (Chris Evans) que HYDRA, la organización Nazi y terrorista, tornó en un asesino; John Walker (Wyatt Russell), un super soldado que cayó en deshonra al matar a un civil; Ghost (Hannah John-Kamen), una asesina a sueldo que traspasa paredes y el personaje menos desarrollado del grupo; y Bob (Lewis Pullman), un hombre aparentemente normal que ha caído en medio del conflicto. Como es común en las películas de Marvel, comenzamos con bastante exposición para saber dónde nos encontramos en la historia. Continuamos juntando a los protagonistas, algunos de maneras atropelladas, y gradualmente nos movemos a develar al enemigo que los Thunderbolts detendrán.
Thunderbolts* es la última película de la quinta fase del universo cinematográfico de Marvel. Esta etapa comenzó con la bastante mediocre Ant-Man and the Wasp: Quantumania (dir. Peyton Reed; EE.UU., Australia y Canada; 2023) y continuó con la excelente Guardians of the Galaxy Vol. 3 (dir. James Gunn; EE.UU., Nueva Zelanda, Francia y Canadá; 2023). Thunderbolts* no se concentra en un evento catastrófico al estilo de la invasión del ejército Chitauri a Nueva York en The Avengers (dir. Joss Whedon, EE.UU., 2012), sino en un conflicto más pequeño creado por la divertida villana, Valentina Allegra de Fontaine (Julia Louis-Dreyfus). Thunderbolts* brilla cuando afirma sus diferencias con The Avengers. Las batallas finales en ambas películas ocurren en Nueva York alrededor de la torre de los Avengers. Pero Yelena, la líder del grupo, no procede como Captain America cuando le ordena a Hulk que destruya (“Smash”) durante la invasión final. Ella adopta un plan de ataque mucho más humanizante y peligroso que torna al personaje en una de las más prometedoras para la próxima fase de Marvel. De hecho, la maravilla de esta película son las actuaciones, los personajes y sus interacciones. Entre tantos efectos especiales, Thunderbolts* se caracteriza por el elemento humano. Todo lo demás es un MacGuffin de explosiones, hazañas heroícas y batallas delirantes.
Si eres fanático de Marvel, ve a ver Thunderbolts* porque te devolverá la esperanza, con algunas reservas, de esta nueva dirección del universo narrativo. Si no te interesa Marvel, puede que el elemento humano de esta película te guste. Pero quedas advertido que verás una serie de héroes de poca monta y bastante maltratados que nunca han brillado en el universo de Marvel. Es precisamente por esto que los Thunderbolts son únicos.