María, Dorian, nosotros, ellos

Por Rafael Acevedo/CLARIDAD

Hace menos de una semana que el Idiota Anaranjado se expresó de esta manera en su cuenta de Twiter:

Donald J. Trump

@realDonaldTrump

Puerto Rico is one of the most corrupt places on earth. Their political system is broken and their politicians are either Incompetent or Corrupt. Congress approved Billions of Dollars last time, more than anyplace else has ever gotten, and it is sent to Crooked Pols. No good!….

88,9 mil

10:45 – 28 ago. 2019

En resumen, Trump alega que Puerto Rico es uno de los lugares más corruptos del planeta y que el dinero aprobado por el Congreso es enviado a los políticos para beneficio propio y de los amigos.

Si bien es cierto que dos más dos son cuatro aunque lo diga un loco, aquí no se trata de una simple suma. La cifra que menciona el Primer Mandatario de EEUU es falsa: 92 billones de dólares. Y la corrupción en Puerto Rico, que existe y es alarmante, no debería sorprender al Donald. En EEUU el cabildeo, es decir, la compra de conciencias a congresistas, es legal. No se llama corrupción porque es permitido. Es como legalizar el robo de autos. Se acabaría el problema. Esa es la lógica.

Mientras Dorian se acercaba a la isla, Trump continuaba con su obsesión con la isla y con la alcaldesa de San Juan.

Donald J. Trump

@realDonaldTrump

We are tracking closely tropical storm Dorian as it heads, as usual, to Puerto Rico. FEMA and all others are ready, and will do a great job. When they do, let them know it, and give them a big Thank You – Not like last time. That includes from the incompetent Mayor of San Juan!

59,4 mil

8:15 – 28 ago. 2019

FEMA, por supuesto, afirmó estar preparada. En la Isla sabemos que no lo estuvo antes y es dudoso que esté lista ahora. Pero, ante la amenaza, el fracasado inversionista de bienes raíces desvió fondos de emergencia a otra de sus obsesiones: el peligro de la emigración. Una partida de 155 millones se asignó a hogares temporales en la frontera con México para el programa MPP. Ese programa (Protocolo de Protección Migratoria), envía de regreso a México a migrantes que buscan asilo en Estados Unidos. Según la prensa norteamericana (Univisión), un reciente informe de la Universidad Syracuse, reveló que “durante el mes de julio un total de 11,804 inmigrantes fueron enviados de regreso a México para esperar sus audiencias”.

Ese desvío de fondos es parte de lo que la clase política puertorriqueña, en boca de la gobernadora Wanda Vázquez y la congresista sin voto, Jennifer González, llaman “creatividad de Trump”. En EEUU sin embargo, el congresista liberal Bernie Sanders, tenía algo que decir:

Bernie Sanders

@SenSanders

On Trump’s watch, 3,000 Americans died after Hurricane María. A new storm approaches and 33,000 Puerto Ricans still live under blue tarps.

Trump’s response? Divert $155 million from FEMA for migrant detention, complain about federal aid, and mock Puerto Rican officials. Insane.

Ciertamente, Trump se burla de los funcionarios puertorriqueños y estos responden con sumisión vergonzosa. Y, claro, Sanders sigue considerando a los puertorriqueños como unos ciudadanos americanos que han quedado varados en una isla del Caribe.

Hace apenas dos años, el Foro Económico Mundial ( https://www3.weforum.org/docs/GRR17_Report_web.pdf) aducía que 4 de los 5 mayores peligros de impacto global eran ambientales. La crisis ecológica crea graves crisis económicas. Hoy, cuando reviso estas notas, el huracán Dorian es el más fuerte jamás registrado en el Atlántico. Se mueve a ¡una milla por hora! sobre Las Bahamas y amenaza con cruzar la costa este de los EEUU. El presidente de ese país ya se ha puesto el jacket apropiado para hablar de la destrucción posible. Pero nosotros en Puerto Rico sabemos que no tiene ningún plan. Como no lo tienen los que administran la colonia. Y estos son capaces de decir que es confidencial.

No, ni Bush cuando Katrina destruyó a Nueva Orleans, ni Trump o Ricky cuando la tragedia de María, o con el paso de Dorian tienen un plan de rescate ambiental. Porque, de manera siniestra, el desastre es parte del bosquejo neoliberal.

La crisis ambiental exige una nueva política que impida que los intereses del capital se liberen con los Bolsonaros de la vida (y de la muerte) y se deje sin protección a la naturaleza. Pero no nos llamemos a engaño. Eso supondría una postura ética y una economía radicales. Los huracanes serán cada vez más fuertes. Las organizaciones que quieren un mundo mejor tienen que ser más fuertes aún con un huracán categoría 5.

Se puede. Somos más y no tenemos miedo.

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