No rotundo a la energía nuclear

Puerto Rico tiene ya un reactor nuclear, a 93 millones de millas de distancia, el sol, un excelente recurso no contaminante, no peligroso, y al día de hoy capaz de competir sin subsidios, con la generación fósil, destacaron por separado dos conocedores del tema de la energía eléctrica ante la propuesta del alcalde de San Sebastián, Javier Jiménez, de que se considere la energía nuclear para Puerto Rico.

La propuesta de Jiménez fue hecha pública luego de una reunión que sostuvo con ejecutivos de la industria nuclear estadounidense e ingenieros puertorriqueños. Aunque el Alcalde no ofreció los nombres de las personas con las cuales se reunió, CLARIDAD tuvo acceso a la comunicación oficial donde se anunció la reunión, llevada a cabo en su pueblo el 30 de octubre. Según la comunicación participaron en la reunión las siguientes compañías: GE Hitachi, David Sledzik; Holtec International, Myron M Kaezmarsky; NU Scale Power, José Reyes; PAR Systems, Scott Singer; Westinghouse, Abdull Pulloo; X Energy, Jeffrey Hayper, todos ellos ejecutivos de sus respectivas empresas. Por parte del grupo de ingenieros estuvo: Ángel Reyes, Jesús Núñez, Olgamarie Toledo y Thommy Santiago.

“Hasta el momento tenía una buena impresión del alcalde de San Sebastián, me parecía que era una persona osada pero la osadía tiene que estar acompañada de la sabiduría, si no se convierte en locura y el mero hecho de estar considerando la posibilidad de un reactor nuclear en Puerto Rico eso tiene que levantar muchas banderitas, todas roja”, reaccionó en primera instancia a CLARIDAD, Juan Rosario, ex representante de los consumidores en la Junta de Directores de la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE) ante la sorpresiva propuesta.

El veterano activista ambiental destacó que este es el momento de hacer transformaciones en la dirección correcta que es la energía renovable y acotó que la industria nuclear tiene un historial probado de que es cara y que es peligrosa. Más aun destacó el que a estas alturas no hay ninguna justificación para el uso de la energía nuclear ya que hay otras tecnologías probadas que son más limpias y producen más empleos “debemos procurar energías que podamos controlar, nosotros tenemos ya un reactor nuclear su ventaja es que está a 93 millones de millas, que es el sol, podemos crear una industria mucho mas limpia y costo efectiva”. Rosario subrayó que cualquier accidente con un reactor nuclear con el tamaño de Puerto Rico resultaría en una “catástrofe apocalíptica”.

En tanto en entrevista por separado el profesor de ingeniería eléctrica del recinto de Mayagüez de la Universidad de Puerto Rico (UPR-M), doctor Agustín Irrizary, igual dejó establecida su oposición a la energía nuclear.

Irrizary, quien también fue representante de los consumidores en la JD de la AEE enfocó que es importante traer a la atención el contexto histórico en que se desarrolló la energía nuclear. En esa dirección expuso que el uso de reactores nucleares para generar electricidad es un desarrollo atado al programa de EEUU conocido como “Átomos para la Paz” que buscaba ganar el favor de los ciudadanos estadounidenses y sus aliados europeos, en el desarrollo de un “futuro nuclear” que incluía el uso de armas nucleares (supuestamente más baratas que las convencionales) y el uso de tecnología nuclear para “usos pacíficos”. El objetivo original era de propaganda y “gerencia de las emociones del público norteamericano”.

Al igual que Rosario, el doctor Irizarry resaltó el recurso solar que tiene el país, el cual describió que es uno no contaminante, no peligroso, y al día de hoy capaz de competir sin subsidios, con la generación fósil. La generación fósil es más barata que la nuclear cuando se incluyen en el costo de la nuclear los subsidios a ese sector, incluyendo los inmensos costos de almacenar y proteger los desperdicios radioactivos, por lo que no se debe considerar energía nuclear en Puerto Rico.

“Todas las plantas nucleares construídas en Estados Unidos se han construído a sobre costo, se salen de presupuesto por un factor de por lo menos dos. Es decir, por lo menos cuestan el doble de lo que presupuestan originalmente”, indicó el Dr. Irizarry.

Explicó que aún incorporando métodos pasivos de enfriamiento el desperdicio radioactivo requiere almacenamiento y protección durante decenas de miles de años, a lo que afirmó que “ningún gobierno sobre la faz de nuestro Planeta es capaz de asegurar almacenamiento y protección durante decenas de miles de años”.

A esos efectos trajo de ejemplos los accidentes nucleares como los de Chernobyl y Fukushima (algunos piensan en tres incluyendo Three Mile Island en EEUU) y precisó que desde 1952 al 2009 han ocurrido 99 accidentes en plantas nucleares de generación de electricidad en el Mundo. El costo de éstos 99 accidentes excede los $20,500 millones y 56 de los 99 (casi 2/3) han ocurrido en los EEUU.

“Las plantas nucleares de generación de electricidad requieren uranio. Puerto Rico no tiene carbón, ni petróleo, ni gas natural, ni uranio. Cambiar a energía nuclear es cambiar a otra dependencia de combustible que no poseemos y nos causa el grave problema de manejo de desperdicios radioactivos”.

El profesor Irizarry advirtió y denunció el que después del huracán María han aumentado los que visitan a Puerto Rico para “ayudarnos”, pero “en realidad todos buscan vendernos lo que producen como el gran remedio a nuestros mal diagnosticados problemas de energía”.

Éstos de la energía nuclear venden otra supuesta solución. No es solución. No entiendo el endoso del alcalde de San Sebastián. No conozco ningún alcalde de Puerto Rico que sea perito en energía nuclear”.

Mientras por su parte el representante del Partido Independentista Puertorriqueño (PIP), Denis Márquez Lebrón en comunicado de prensa igual cuestionó la alternativa del uso de energía nuclear, por lo que radicó de inmediato el proyecto 1878 para prohibir la generación de energía nuclear y la resolución concurrente 90 para que la Asamblea Legislativa exprese el más enérgico rechazo a las propuestas de establecer una planta de energía nuclear en Puerto Rico.

“En una isla con las características de densidad poblacional, espacio y recursos naturales como Puerto Rico, proponer una operación de energía nuclear es un crimen ambiental y ecológico que atenta también contra la seguridad de los habitantes de este país. La única razón por la cual este tema ha sido traído a la discusión pública en días recientes es porque un grupo de ejecutivos de empresas contaminantes norteamericanas están de visita en la isla cabildeando para vender proyectos que han sido ampliamente rechazados por la comunidad internacional, incluyendo los Estados Unidos”, denunció Márquez Lebrón.

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