Nuestra delegación lo demostró ¡Qué buena es!

Soy consciente que el título de este escrito contiene la frase que hubiera utilizado el fallecido compañero y mentor Elliott Castro, quien estoy seguro que de estar vivo hoy hubiera utilizado estas páginas para reseñar la increíble labor de nuestros atletas en los vigesimoterceros Juegos Centroamericanos y del Caribe que culminaron el pasado viernes en Barranquilla, Colombia. En estos juegos nuestros atletas superaron todo tipo de adversidades tanto económicas, de entrenamiento y todos los efectos colaterales del Huracán María para hacer una de las grandes gestas deportivas que hemos hecho como país y presentar una delegación de gran nivel que cumplió y sobrepasó todas las expectativas con una extraordinaria actuación.

Los nuestros se alzaron con más medallas que en Veracruz 2014, donde obtuvimos 84 medallas, mientras que en Barranquilla el total fue de 87. También aumentó el total de medallas de oro (20 vs 15) y de plata (29 vs a 24).

Adriana fue la reina de los Juegos

De todas las hazañas obtenidas durante los Juegos no cabe duda que el copo de Adriana Díaz, quien obtuvo cuatro medallas de oro en los cuatro eventos en que participó en el tenis de mesa (por equipo, dobles femenino, dobles mixtos y sencillos), la acreditan como la mejor atleta boricua de la actualidad. Su temple en momentos de presión y su entrega en cada punto la hacen la capitana de un deporte que en los últimos años se ha convertido en el deporte bandera del país y que nos trajo ocho medallas en total: cuatro de oro, dos de plata y dos de bronce.

Mónica no pierde cuando juega por Puerto Rico

Otro de los eventos que marcará estos Juegos fue la hazaña de nuestra medallista olímpica Mónica Puig quien se convirtiera en la primera tenista de campo en ganar en tres ocasiones consecutivas la medalla de oro de esta disciplina. Puig ha estado batallando lesiones todo el año y nadie la hubiera criticado si hubiera optado por descansar pero su compromiso con el país el cual siempre ha demostrado hizo que acudiera al evento donde nunca ha perdido ni siquiera un partido y donde empezó su historia que la llevaría al oro olímpico. Además de eso hizo pareja en dobles femenino con la juvenil Mónica Matías para también darnos una medalla de bronce.

Se nos escapó un oro en atletismo

La actuación del equipo de atletismo fue una sumamente meritoria con nueve medallas en total: siete de plata y dos de bronce, encabezadas por Beverly Ramos quien participó en tres eventos que totalizaban 18 mil metros, alzándose con tres platas. Su carrera de 10,000 metros será una que será recordada siempre, pues pese a estar a punto de colapsar y tener que ser sacada en camilla, ésta logró llegar a la meta. Dos días más tarde se alzó con la medalla de plata en 5,000 metros, para luego ser medallista en 3,000 con obstáculos, en lo que constituye una participación heroica y de gran carácter deportivo.

Desgraciadamente nuestra mejor oportunidad de obtener un oro se desvaneció con el anuncio de la lesión de nuestra principal figura Jasmine Camacho Quinn el día antes de empezar la competencia.

Alegrías en baloncesto y el diamante

Los equipos de baloncesto, softball femenino y béisbol dejaron claro que los boricuas seguimos siendo una de las grandes potencias en deportes de conjunto.

En el baloncesto masculino obtuvimos el oro no solo en el de cancha sino en la modalidad nueva de “3 pa 3”, donde solo perdimos un juego (por un problema de transportación, el cual fue confiscado), mientras el femenino de cancha se alzó con un bronce.

Mientras en el diamante el equipo masculino de béisbol venció de manera consecutiva a Venezuela, México, República Dominicana, Colombia y una histórica victoria frente a Cuba, que no perdía un partido centroamericano desde 1982, para ganar el torneo de todos contra todos. Así la tropa de Igor González demostró que el béisbol sigue siendo une de los deportes principales en el país. En el softball, donde Puerto Rico posee uno de los mejores equipos del mundo, tuvimos que pasar mucha adversidad y obtener dos victorias el mismo día sobre Cuba y México (que ya nos había ganado en dos ocasiones) para alzarnos con el oro, con un dramático final en entradas extras.

Monumental gesta del Volibol

Por su parte el equipo de volibol masculino para dejó claro que son una dinastía a nivel centroamericano, ganando su cuarto campeonato de los últimos cinco Juegos (habiendo participado en cinco finales consecutivas) cuando solamente perdieron un set en la ruta al campeonato. Mientras que la delegación femenina nos dio un bronce.

Sorprenden las delegaciones de natación y gimnasia femenina

Entre las gratas sorpresa estuvo la actuación de un grupo de jóvenes nadadores y unas jóvenes gimnastas (tanto en la gimnasia rítmica como artística) que produjeron en total de trece medallas, entre ellas cuatro de oro para nuestra delegación. En ambos deportes se creó una base sólida para seguir trabajando de camino a los Juegos Panamericanos 2019 y los Juegos Olímpicos de 2020. Definitivamente el talento está ahí para seguir cosechando triunfos.

Los deportes de combate produjeron un súper botín

Históricamente en los deportes de combate los boricuas hacemos estragos y ese fue el caso en estos Juegos, cuando acumularon un total de 28 medallas (que se dividen en nueve de taekwondo, siete de boxeo, ocho de judo y cuatro de lucha). Sobresalieron los oros de Crystal Weeks en taekwondo y las medallas de oro de Nisa Rodríguez y Ashleyaan Lozada en boxeo femenino.

Otros deportes que produjeron medallas

El balonmano y el polo acuático también se dejaron sentir obteniendo medallas en ambas ramas, en total tres de plata y una de bronce. Mientras que el boliche masculino nos dio cinco medallas: una de oro, tres de plata y una de bronce. Mientras que otras disciplinas como el canotaje, remo, levantamiento de pesas, esgrima y tiro con arco también trajeron medallas importantes.

Amargo el bronce de Quique

Por último, no podemos terminar de escribir este escrito sin condenar la injusticia cometida contra nuestro equipo de vela compuesto por Franchesca Valdez y Quique Figueroa en la disciplina de Snipe 16 donde se les robó a los boricuas una medalla de oro ganada en competencia con una decisión de descalificación en una carrera equivocada que no tiene una explicación lógica. Aun así se alzaron con el bronce como una de nuestras cuatro medallas que obtuvimos en vela.

Sin duda fueron muchas emociones y grandes triunfos y se demostró que la mejor manera que tenemos de levantarnos como país es invirtiendo en el deporte y permitiéndole a nuestros jóvenes desarrollarse como atletas y seres humanos, así se hace Patria.

¡Misión cumplida Equipo!

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