Profanación y deterioro social

 

Las fotos de tumbas profanadas en el Cementerio Santa María Magdalena de Pazzi  del Viejo San Juan dicen mucho del creciente estado de deterioro social que nos rodea. Más aun, cuando esas sepulturas guardan los restos de personas que hicieron del servicio a Puerto Rico su vocación, como lo fueron la doctora en psicología y destacada profesora de la Universidad de Puerto Rico, doña Abigaíl Díaz Alfaro, su esposo, el doctor Gilberto Concepción de Gracia, fundador del Partido Independentista Puertorriqueño (PIP), el hijo de éste y  destacado abogado, profesor y patriota, Gilberto Manuel Concepción Suárez y don Abelardo Díaz Alfaro, célebre cuentista y escritor, creador de personajes inmortales de la literatura y el imaginario de nuestro pueblo. También fue profanada la tumba que guarda los restos de Raúl González Cruz, destacado dirigente estudiantil, periodista y ex director de CLARIDAD, y de los mártires de la Nueva Lucha de Independencia José Rafael (Fefel) Varona y Santiago (Chagui) Mari Pesquera. Como estas, son muchas otras las tumbas que han sido profanadas en ese cementerio.

No hay odio, coraje, aburrimiento o enajenación que pueda justificar un acto tan execrable como el de profanar una tumba. Tampoco tiene justificación  el estado de abandono y falta de seguridad en que se encuentra dicho cementerio. En todas las civilizaciones, países y grupos humanos- ricos y pobres, grandes y pequeños- hay rituales diversos que expresan el culto a los antepasados y la recordación de los difuntos, de acuerdo a cada país y cultura. Esos actos son manifestaciones de las creencias y valores que comparten individuos, familias, comunidades y pueblos. Los cementerios son, además, espacios que recogen parte de la historia de los países, y como tales merecen ser adecuadamente protegidos y custodiados.

En CLARIDAD nos hacemos eco del llamado a través de las redes sociales de la compañera y actriz  Cordelia González, nieta de doña Abigaíl Díaz Alfaro, para que las autoridades  de nuestro país y de la Ciudad Capital  tomen cartas en este asunto tan penoso

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