Restitución, justicia y transparencia

La deuda es un mecanismo de dominación muy importante en el capitalismo de hoy pues viene acompañado con la imposición de un modelo de consumo. Así lo expuso el economista haitiano, Camille Chalmers, en entrevista para CLARIDAD luego de su participación en el conversatorio “¿Esclavitud Abolida? Seguimos en rebeldía y honrando la memoria de las que lucharon”.

“Estamos ante la dominación del capitalismo financiero transnacional… Muchas veces la deuda está asociada con el tipo de consumo que haces y ese modelo de consumo reproduce la lógica del mercado capitalista”.

A partir de esta lógica se aísla el intercambio financiero entre países pero, también, se invisibilizan otros intercambios que explican la transferencia de riquezas del sur hacia el norte, de las comunidades pobres a las ricas y de los países que dicen subdesarrollados hacia los desarrollados. Por ejemplo –dijo Chalmers– la fuga de cerebros, el comercio desigual, el pago al servicio de la deuda, todo eso explica que transferimos cada año recursos que podrían ayudarnos a resolver nuestros problemas.

Hay todo una ideología de la deuda donde esta crece de manera permanente, que no tiene relación con sus efectos y se autonomiza. Una ideología que gira en torno a la lógica del dinero sin pensar en lo material, sin pensar en la vida, sin pensar en las necesidades humanas.

Si bien la deuda como mecanismo de dominación se trata de un fenómeno global, Chalmers, expresó que los pueblos caribeños han sido “muy golpeados” por este fenómeno y explicó que nuestra posición geográfica demuestra un proceso de dominación geopolítica muy importante.

“Estamos muy cerca de EEUU en una posición de tránsito entre el Atlántico y el Pacífico y hay una fuerte concentración del proceso de dominación sobre el Caribe. Podemos ver por ejemplo, la presencia de ejércitos de Francia, Gran Bretaña, Holanda, EEUU, en esta pequeña zona. El Caribe juega un papel muy importante en la acumulación global de riquezas”, añadió sin dejar pasar la oportunidad para mencionar que también el Caribe es una zona de rebeldía, una zona que ha dado ejemplo de dos revoluciones que muestran la posibilidad de construir un proyecto nacional totalmente opuesto a la lógica dominante del Capitalismo.

La nación haitiana fue construída bajo la violencia de una deuda injusta, impuesta por los colonos franceses durante 21 años después de que Haití obtuviera su independencia en 1804. Haití, estuvo pagando por más de 100 años para indemnizar a los dueños de esclavos y plantaciones. Eventualmente la deuda fue comprada por EEUU y hoy el pueblo haitiano sigue pagando esa deuda más allá de su aspecto económico. Según Chalmers, al calcular los flujos de pagos queda se han hecho, Francia le debe a Haití por lo menos $24,000.

“En Haití estamos en un momento de gran movilización popular porque estamos cuestionando la lógica de esa deuda que se acumula rápidamente. Estamos reclamando restitución, justicia y transparencia sobre eso. El 7 de octubre tuvimos casi dos millones de personas exigiendo restitución. Interesante porque abre todo un cuestionamiento sobre la lógica de dominación y abre la posibilidad de construir una sociedad distinta pos-capitalista”, dijo Chalmers que es también coordinador de la Plataforma para el Desarrollo Alternativo de Haití.

El domingo, 2 de diciembre, día en que se conmemora el Día Internacional para la Abolición de la Esclavitud, se llevó a cabo el conversatorio “¿Esclavitud Abolida?” en el Bosque Costero de Playas pa’l Pueblo, en Isla Verde.

Luego de una pequeña caminata para ver las ceibas que fueron sembradas en homenaje a Isabelita Rosado, Lolita Lebrón, Haydee Colón, Ivania Zayas, Mirka Negroni y Berta Cáceres en el Bosque Costero de Playas pa’l Pueblo, en Isla Verde, dio inicio la actividad donde tanto Chalmers como la profesora, psicóloga social y coordinadora de la Región Caribe de la Red de Mujeres Afrolatinoamericanas, Afrocaribeñas y de la Diáspora, Doris Quiñones, hablaron sobre las distintas manifestaciones de la esclavitud moderna, la violencia selectiva y machista sobre los cuerpos y las mujeres, entre otros.

“Estamos aquí para apoyar la movilización puertorriqueña y caribeña, apoyar la lucha independentista para que el Caribe pueda recuperar su soberanía tanto política como financiera”, dijo por su parte Chalmers.

Además, sugirió que cada pueblo debe inventar sus propios caminos de destreza y lucha, pero que es importante comunicar e intercambiar las experiencias, estar presentes en los momentos de lucha y aprender de la historia.

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