Series en español-parte 2

 

 En Rojo

Para terminar mis comentarios de las series en español, incluyo las últimas dos seleccionadas: “Somos” de México e “Isabel” de Chile.

“Somos”: México; creadores: James Schamus, Monika Revilla y Fernanda Melchor; escritora: Ginger Thompson; 6 episodios, 2021.

Conocí de “Somos” porque pude asistir (por Zoom) a una presentación de la serie recién estrenada con los creadores, traductora y autora del libro de entrevistas. Aunque ya había hecho un bingeing, asistir a esta discusión añadió otros niveles de comprensión tanto de la historia como de muchos de sus personajes. El democratizar las interpretaciones de personajes cotidianos al utilizar múltiples voces de pobladores reales con algunos actores profesionales que casi no se distinguían de los demás le da a esta serie una veracidad que solo puede dar un documental basado en una investigación periodística. Como han recalcado todos los críticos de cine, esta vez la mirada no es de los falsos héroes, los capos del narcotráfico, sino de algunos de los que sí hacen su trabajo sucio, pero especialmente de los pobladores comunes y corrientes que viven en estos lugares porque siempre han sido peones de los terratenientes. El tiempo narrado comienza días antes de la masacre de Allende, del estado fronterizo de Coahuila, ocurrida en 2011, aunque no publicada hasta tres años después.

Conocemos a Doña Chayo (Mercedes Hernández) quien parece trabajar día y noche para poder darle un techo a su hija Aracely (Natalia Martínez) y su nieta y tolerar a su yerno Paquito (Jesús Sida), medio bobolón, pero de buen corazón que sí ama a Aracely. Doña Chayo tiene su carrito de alimentos (hot dogs más que nada) y lo mueve de lugar en lugar para ampliar su clientela. Y precisamente porque va de lugar en lugar también ve las movidas del pueblo: quién trabaja para quién, cuáles son las conexiones de los que llegan y hacia dónde se desplazan. Aunque no quiere hacerlo porque sabe que si se mantiene independiente no le debe nada a nadie, en un momento dado tiene que intercambiar favores para proteger a los suyos. Al extremo de Chayo está Benjamín (Jero Medina), hijo de terrateniente (Fernando Larrañaga como Isidro Linares) que cae en el vicio de juegos ilegales y cree que por ser hijo de ricos puede confiar en los que sostienen ese negocio. La amistad y defensa de Isidro y Chema (Everardo Arzate), su capataz de tantos años, es quizá la única acción heroica de toda la serie. Los intercambios entre los jóvenes estudiantes de colegio, Nancy, Tom, Armando y Samuel, pueden parecer una distracción, pero son prueba que las masacres arropan a todxs. Según el escrito, ganador de un premio Pulitzer, de Ginger Thompson, titulado “How the United States Triggered a Masacre in Mexico/Anatomía de una masacre”, la masacre de Allende fue provocada por el mal manejo de información del Drug Enforcement Administration (DEA) y todas sus víctimas fueron los pobladores de este pueblo.

“Isabel” Chile; productora ejecutiva: Isabel Miquel Brokdort; guionista principal: Jonathan Cuchacovich; director: Rodrigo Bazaes; 3 episodios, 2021.

Esta producción chilena, que se puede ver por HBOMax, tiene la sabiduría de escribir un guión a base de memorias fugitivas de una de las escritoras más prolíficas (25 libros) y conocidas a través del mundo, en vez de intentar abarcar toda una vida a través de largos episodios u obra cinematográfica acortada. Y aunque escuchamos los pensamientos de Isabel Allende a través de su intérprete Daniela Ramírez, las imágenes de los momentos dramatizados adquieren sentido a través precisamente de esa voz. Los dos momentos más emotivos en la vida de Allende se confunden en la 1era escena: la presentación de su libro más reciente y la noticia de la gravedad de la enfermedad de su hija Paula (Catalina Silva). Aunque hay un patriarca que es el protector de la familia, su abuelo (Rodolfo Pulgar), su mundo es uno poblado por mujeres: su abuela Memé (Lía Maldonado) que muere muy temprano en su crianza, su madre, Panchita (Rosario Zamora), las fundadoras de la revista Paula, su oportunidad de escribir sobre mujeres y un feminismo temprano. Los hombres entran en su vida y así mismo desaparecen o quedan en la penumbra: su padre a quien apenas conoce, su 1er marido y padre de sus dos hijos, Miguel Frías (Néstor Cantillana), su padrastro tío Ramón (Nelson Brodt) y su amante argentino (Esteban Meloni) tan importante en la 1era etapa de su vida en el exilio, primero en Venezuela y por un tiempo en Madrid, no tiene nombre, pero llena la pantalla con su cara, cuerpo y voz cantada.

El 1er episodio destaca el golpe militar del 11 de septiembre de 1973 que interrumpió su carrera de periodista cuando ya creía haber encontrado la profesión que la llenaba de ilusión y que la obliga a irse de Chile con su familia cuando las amenazas contra sus hijos se convierten en realidad. Es la perspectiva de una chilena que nunca pensó que su vida se vería interrumpida por esta agresión militar que quitó tantas vidas y cambió radicalmente el presente y futuro de su país. Incluye excelente pietaje de esas primeras semanas donde nadie parecía saber lo que significaba reconstruir nuevamente un país. En 1982, una editorial de Barcelona (Plaza & Janés) se arriesga a publicar su manuscrito que se convierte en un bestseller, La casa de los espíritus. Este salto a la fama le da a Isabel la independencia económica que tanto deseaba. En esa cúspide se encontraba cuando su hija Paula de 29 años enferma y permanece en coma por todo un año bajo los ojos incrédulos de esta madre. Esta experiencia marca lo que será su vida de este momento en adelante y cierra la serie de “Isabel”. Leer su breve y hermosa memoria, Mujeres del alma mía (2020), es recorrer nuevamente estos tres episodios de su vida.

 

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