Laura Bravo
La vida profesional de Héctor Méndez Caratini ha girado alrededor de la cámara fotográfica. Un mismo medio visual ha sido el gran protagonista de sus ocupaciones, tanto las que le han tenido inmerso en aquello que se conoce como un trabajo regular como las que han concentrado sus intereses personales y creativos a la hora de observar, documentar y recrear el mundo por el que ha transitado.
Su producción fotográfica ha oscilado, de una manera fluida y recurrente, entre dos vastos campos de conocimiento: ciencia y arte. Por un lado, el estudio médico de la salud ocular ha sido su profesión principal a lo largo de más de cincuenta años, que ha concentrado en la documentación visual y el análisis de sus patologías en hospitales de Puerto Rico. Asimismo, durante gran parte de su dilatada vida, el estudio de la botánica ha conformado otro de sus principales focos de interés, lo que le ha llevado a ser fundador y propietario, desde el año 2000, del Centro de Conservación de heliconias en Puerto Rico, en las montañas de Pulguillas (Coamo). Su labor de concienciación sobre los peligros de la deforestación y la extinción le ha conducido también a documentar con su cámara, de manera exhaustiva, paisajes naturales de Asia y América, así como sus miles de especies vegetales y animales.

Sin embargo, Héctor Méndez Caratini no estudia el órgano de la vista ni observa la naturaleza, en toda su dimensión, solamente desde el interés propio de la ciencia. La creación artística es también su profesión. Gracias a su profundo conocimiento técnico de la fotografía y de los medios digitales, aquel amplio catálogo de imágenes de interés científico se convierte en un soporte sobre el que el artista se permite licencias creativas, poetizando su reconocido imaginario con una gran carga estética y conceptual. Arte y ciencia se atraen y se reconocen en la obra de este gran artista puertorriqueño.
- El estudio del ojo humano y sus recreaciones plásticas
Hoyo macular/El Cosmos/ Giclée papel.
Patología (1985) y Retinas (2012-2024)
La carrera de más de cinco décadas en la práctica de la fotografía oftálmica y de las angiografías oculares, estudiando las enfermedades y patologías de los ojos, significa para Méndez Caratini lo que él mismo denomina como un servicio dedicado al cuidado de la humanidad. A partir de los miles de imágenes de retinas que ha realizado, sus también más de cincuenta años dedicados a la producción plástica le conducen a transformar las fotografías de estudio médico, ya de por sí abstraídas de su referente (los ojos) y descontextualizadas de su lectura científica, en un soporte sobre el que se vuelcan su pulsión creativa y sus habilidades artísticas con la tecnología digital. A lo largo de los años, las fotografías médicas del ojo humano se acaban confundiendo, gracias a sus intervenciones con imágenes propias de la astronomía y de la botánica, con otras que parecen fruto de la abstracción pictórica o en versiones derivadas de una estética pop.
Fauna: la documentación del mundo animal
Amazonia (2008), Borneo (2010)
En sus múltiples investigaciones por gran parte de la extensión del planeta, Héctor Méndez Caratini ha dedicado especial atención no solo a sus espacios, sino también a los seres vivos que lo habitan. Además de sus gentes y sus manifestaciones culturales, la fauna autóctona de distintas regiones de los continentes americano y asiático ha sido protagonista de sus retratos con la cámara. Su mirada se debate entre la de un observador distante, la de un devoto admirador de su diversidad y la de un artista deseoso de resaltar la belleza de sus formas, en su contexto propio, por medio de la técnica de la fotografía.
- Paisajes naturales

Amazonia (2008), Borneo (2010), Himalayan Kingdom (2013), Zen: Templos y jardines en Kyoto (2014) y Centro de Conservación (2000-2020)
Ya sea desde la cima del mundo, como sucede en la cordillera del Himalaya, o abriéndose paso en la frondosidad de la Amazonia, el objetivo de la cámara de Méndez Caratini ha tenido también como propósito retratar la naturaleza en toda su sobrecogedora extensión. El artista amplía aquí su campo de visión, enfatizando el poder de la fotografía para representar la riqueza de su diversidad en un contexto global. La retrata resaltando su valor como contenedora de la vida vegetal y animal autóctona, con las particularidades de su clima, teniendo como límites el extenso espacio entre su propia presencia y la espesura de la selva o la orografía del horizonte.
Sus fotografías logran comunicar tanto la amplitud como la densidad del paisaje, enfocándose en ocasiones en el detalle de cada especie y aludiendo visualmente al proverbio que advierte cómo, a veces, los árboles nos impiden ver el bosque. Su mirada, por lo tanto, oscila entre el interés documental, el estético, el conceptual y el científico. Todos ellos producen, simultáneamente, una reflexión sobre las nociones de paisaje y de paraíso, con sus numerosas similitudes y contrastes.
- Flora en su contexto natural
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Héctor con heliconea caribeña. St. Lucia. Giclée papel.
Amazonia (2008), Borneo (2010), Heliconias: Jewels of the Neotropics (2023) y Centro de Conservación (2000-2020)
Las flores han sido, indiscutiblemente, una de las grandes aficiones de Héctor Méndez Caratini y uno de los focos principales de su obra. La desbordante variedad de cientos de miles de especies, con sus múltiples formas y llamativos colores, han constituido un pilar fundamental en toda su producción artística. Nuevamente, distintas perspectivas e intereses se nutren entre sí en sus fotografías, aportando una fructífera fuente de información a quienes se acercan a mirarlas desde el interés que puede generar tanto la ciencia como la documentación, la afición por el coleccionismo o el placer que provoca la admiración de la belleza.
Una de las peculiaridades que destacan en las flores documentadas por este artista es que han sido fotografiadas en su contexto natural, en geografías tan distantes como la Amazonia, Borneo o el Neotrópico. Este hecho permite su apreciación visual en el marco propio donde crecen, lo que favorece un entendimiento claro y más amplio de sus cualidades. Méndez Caratini enfoca su objetivo, por lo tanto, en el detalle de las particularidades de la especie y en el hábitat que favorece su propia existencia.
Como hiciera el pintor francés Claude Monet en Giverny al recrear sus floridos jardines en majestuosos lienzos, Méndez Caratini retrata con la cámara sus campos de flores tropicales, situados alrededor de su casa de Pulguillas. La figura del artista, finalmente, se fusiona aquí con la del conservador botánico, documentando la infinita variedad de especies, como las de heliconias, a cuya existencia y propagación él mismo contribuye con sus cuidados y gestiones.
- Flora como motivo artístico
Pachamama (2007-2009), Heliconias y orquídeas (2012), Chloë (2020)
La riqueza visual de las flores ha impulsado a Héctor Méndez Caratini a fotografiar sus miles de variedades en distintas geografías. No obstante, no es este su único propósito. La pulsión creativa del artista le hace entender sus representaciones también como un punto de partida para otros trabajos visuales, como si se tratara de una materia prima capaz de generar infinitas posibilidades plásticas.
Así, Méndez Caratini desafía las convicciones arraigadas en la experiencia de nuestra mirada y juega a retar nuestra percepción, como sucede en los portafolios de las heliconias y las orquídeas. A través de la magia de las manipulaciones digitales, nos hace confundir fotografía con ilustración, conjugando la tradición del papel como soporte con la del lenguaje pictórico en la representación de las flores. Por otro lado, demuestra que es un artista plenamente contemporáneo al apropiarse de sus mismas fotografías y transformarlas en elementos para la creación con otros medios, como son el collage o el fotomontaje. Las flores, junto a diferentes iconos de la historia del arte o de la cultura visual, se intrincan y confunden nuestra mirada para demostrarnos que ciencia y arte están destinadas, al menos en su producción fotográfica, a practicar una fructífera simbiosis.
La autora es catedrática del Programa de Historia del Arte de la UPRRP.. Los textos publicados sirven de complemento a a la visita a la sala de exhibición Redux: un viaje de cinco décadas, que está abierta en el Museo de las Américas (Cuartel de Ballajá) hasta el 31 de agosto de 2025.