CLARIDAD
Tres años después de su partida, el abogado independentista Noel Colón Martínez fungirá como el eje temático de una conferencia magistral que discutirá, el próximo jueves, la trayectoria profesional y política del exjuez en el Colegio de Abogado y Abogadas de Puerto Rico (CAAPR). La actividad, que será dirigida por el Lcdo. Alejandro Torres Rivera, es la primera dedicada por parte de esta colectividad.
Para el Dr. José Javier Colón Morera, hijo del fenecido abogado, la relación estrecha que Martínez Colón guardó con Torres Rivera le otorga una profundidad y una coincidencia “muy afortunada” a la conferencia. Ambos licenciados compartieron diversos espacios relacionados con el movimiento independentista de Puerto Rico.
“Ha coincidido, no se planificó así, con el 75 aniversario de la Revolución Nacionalista en 1950, que es un evento muy importante en la historia de Puerto Rico. Así que el hecho de que alguna gente se vaya a reunir esa noche para hablar del legado político de Noel, en el contexto de la Revolución Nacionalista, también es una coincidencia afortunada”, expresó el profesor de Ciencia Política.
De acuerdo con Colón Morera, el Lcdo. Torres Rivera conoce muy bien la historia de las intervenciones de Noel Colón Martínez en el CAAPR, organización que presidió entre 1964 y 1966. Entre los legados más notorios de su mandato en el Colegio, Colón Martínez dispuso sus espacios para todo tipo de actividad, creó los Servicios Legales y dirigió, por 30 años, la Comisión de Desarrollo Constitucional.
“Como fiscal general, el viejo participó en un juicio en Arecibo contra unos nacionalistas, que él consideró era el mayor error de su vida. Una vez él sale del Departamento de Justicia, él no volvió a aceptar contrato alguno con el Estado Libre Asociado de Puerto Rico, y todos los ingresos que generó el resto de su vida profesional los generó con su propio trabajo”, recordó el hijo del también expresidente de la Junta de Directores de CLARIDAD.
La ética de Colón Martínez, en ese sentido, cubría tanto su preparación como profesional en Derecho como su formación política que, a partir de los finales de la década de 1960 y el principio de 1970, se orientó al socialismo democrático. Para entonces, evoca Colón Morera, la marquesina de su casa se atestaba con libros de toda suerte, en una verdadera biblioteca para estudios. En su mayoría, los textos provenían de la librería La Tertulia puesto que Colón Martínez conocía íntimamente a la dueña.
“Se educó en toda esa tradición marxista y, de hecho, su mensaje que da ante la Asamblea Independentista del 9 de julio de 1972 es un discurso con unas connotaciones marxistas fuertes. Y de hecho, él habla del marxismo como un método de análisis de la realidad que resulta muy importante para él y resulta muy importante para el movimiento del socialismo democrático en la década de 1970”, continuó su hijo.
En el ambiente familiar, esa convicción se traducía en tradiciones como ver, cada domingo a las nueve de la noche, el programa Cara a cara ante el país. A veces, cuenta Colón Morera un tanto risueño, su padre lo llevaba al estudio de televisión, donde se expuso a muy temprana edad a toda la “cablería esa”.
“Era parte de un diálogo constante que se estaba dando en nuestro hogar y que tenía que ver con los sucesos del día a día. El viejo era muy dado a la conversación. En los almuerzos los fines de semana, la sobremesa era más larga que la mesa. Era un hogar bastante diverso. En cierta época, algunos de mis hermanos estaban en la FUPI, el viejo estaba haciendo su activismo desde el PIP. Así que había mucha discusión, mucho debate, pero mucha conversación”, añadió el profesor.
Por igual, el doctor recuerda la locuacidad de su padre. “Era un cuentista en el mejor sentido de la palabra”, así fuera hablando de su niñez, en Moca, ayudando a su padre a vender galletas y pan, o de su años universitarios cuando aspiraba a ser maestro y resultó abogado.
“Es una historia muy interesante y, en cierto sentido, improbable. Como por el hecho de haberse colocado como un líder del Partido Popular y decidir ser independentista y fungir como candidato a la gobernación en 1972. Esa experiencia fue muy interesante. Se crearon programas artísticos en que participaba toda una serie de artistas que representaban la Nueva Trova de aquel momento. Nunca se estaba aburrido”, aseguró el hijo del homenajeado.
Era, además, un hombre de muchas disciplinas y rutinas. Colón Morera evoca el café negro puya como primer café, el palo diario antes de cada almuerzo y las siestas de media hora que celebraba en algún momento del día. Incluso en sus descansos, Colón Martínez dedicaba sus ratos a regar y sembrar en su patio.
“Fue una persona que nos dio un ejemplo muy grande de ética de trabajo, de compromiso, de constancia y de no quitarse. Mientras tuvo salud física y mental, estuvo pendiente de lo que ocurría en Puerto Rico, y siempre que podía intervenir en los debates, él estaba siempre disponible. Siempre fue muy generoso, sobre todo con la prensa”, detalló el profesor en el Recinto de Río Piedras.
Para el hijo de Colón Martínez, los últimos esfuerzos del abogado giraron en torno a la Asamblea Constitucional de Estatus, un trabajo que continuó el Lcdo. Alejandro Torres Rivera. Con el tiempo, Colón Morera espera que la memoria de su padre –sobre todo su legado con relación a la descolonización– perviva a través de conferencias magistrales como la del próximo jueves. También, el doctor invitó a la comunidad investigativa a explorar la obra de su padre, archivada en parte en la Fundación Luis Muñoz Marín.



