Control de armas y vestimenta adecuada

Estoy seguro de que lo han visto. Los estudiantes de Parkland, sobrevivientes de la más reciente masacre en las escuelas norteamericanas, organizaron una marcha en la que reclamaron una reforma en los mecanismos de control de armas en los EEUU. Una de las más vocales ha sido Emma González. González es de padres cubanos que llegaron a EEUU en 1968. Preside una alianza llamada: gay-straight en su escuela desde hace tres años. Viste como cualquier joven. Las reacciones de la derecha no se han hecho esperar.

La escritora cubana, Zoé Valdés, ha escrito una de las reacciones más violentas contra, específicamente, Emma González. Zoé vivió como una princesa en París. Entre 1984 y 1988 formó parte de la Delegación de Cuba ante la Unesco y de la Oficina Cultural de la Misión de Cuba en París.

Regresó a Cuba donde trabajó como guionista en el Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos (ICAIC) y luego fue subdirectora durante 4 años de la revista Cine Cubano (desde 1990 hasta diciembre de 1994). En el 1995 viajó a París y, entonces, sólo entonces, se convirtió en una furibunda crítica de Fidel Castro, el comunismo, la izquierda, el centro y cualquier cosa parecida.

Tiene una obra extensa que incluye poesía, cuento, novela, guiones cinematográficos y diatribas.

Diatribas como las que ahora publica en los medios sociales contra, por supuesto, Emma González. Y ¿por qué con la estudiante que viste una chaqueta con la bandera cubana mientras se dirige a miles de activistas, estudiantes, militantes y ciudadanos de a pie que buscan una sociedad en la que no ocurran asesinatos en masa de modo siniestro? Por eso, porque llevaba una bandera cubana, la cabeza rapada, porque se describe como bisexual, porque según la visión distorsionada de Valdés, lo “único que le falta es invocar al Che”.

No creo que Emma sea marxista. Ni guevarista. No tiene por qué serlo. Merece mi respeto y admiración porque en un país de vaqueros se muestra valiente, articulada, independiente. Valdés se muestra como lo que es. Una reaccionaria en donde quiera que esté.

Si Zoé Valdés prefiere la vida de embajadora en París o vocera de la derecha en Miami, o escritora oficial del Partido Republicano y su filial, la NRA, es un asunto que se discute y se dialoga y se debate. Digo, cada cual viva como le dé la gana. Lo que me rejode es su moral burguesa, su pretensión de invalidar el trabajo y militancia de una mujer a partir de la vestimenta y de su sexualidad.

¿Y en Puerto Rico? Burundanga. Sí, porque sobre el mismo tema el Departamento de Estado del delirio puertoriqueño-americano organiza su propia marcha For Our Lives atendiendo al grave problema de las masacres con armas de asalto en nuestras escuelas. No importa que en Puerto Rico no haya ocurrido ninguna. Es que a esta administración le parece que si salen a marchar igual que los jóvenes convocados por los estudiantes de Parkland, nos acercamos a la estadidad. Es una marcha “for our lives as American citizens no matter what the fuck”. Si ven las fotos de la marcha del Departamento de Estado Territorial verán que iban con una vestimenta adecuada. Ningún escritor oficial les dedicará un tweet. Mucho menos los que no son oficiales.

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