Columnista invitada
“Esta guerra quiere cancelar cualquier opción de futuro y, por eso,
uno de los objetivos principales ha sido la educación”.
Mahmoud Qudaihn
Educar en medio de la guerra
CLARIDAD, Marzo 19, 2024
El 11 de noviembre de 1980 Juan Antonio Corretjer advirtió en una columna de un periódico de amplia circulación que el problema creado entonces por el gobierno de Estados Unidos al mantener un gran número de migrantes haitianos que no tenían documentos encerrados en un campo de concentración en Juana Diaz no se resolvería con reclamos del gobierno colonial en las cortes de Estados Unidos. [1] Corretjer conocía el amplio rechazo que suscitaban en nuestro pueblo estas acciones del gobierno de Estados Unidos contra los hermanos haitianos y propuso que la solución estaba en la calle. No se equivocaba Corretjer. En la década del 1980 fue la militancia en la calle de organizaciones patrióticas, algunas clandestinas, organizaciones comunitarias, entre otros, que batallaron hasta lograr la cancelación de tres proyectos nefastos para Puerto Rico: la tala de una sexta parte de el Yunque para beneficiar la industria maderera de Estados Unidos, el establecimiento de una extensa infraestructura de “comunicaciones” para el gobierno de Estados Unidos espiar a las naciones vecinas conocida como “la voz de América” que impactaría dramáticamente Cabo Rojo y Lajas, y el proyecto de explotación minera en el centro-oeste de la isla.[2] Este último parece estar levantando cabeza con la propuesta absurda de la extensión a la Carretera 10 y debemos mantenernos en vigilancia.
La calle fue la respuesta desde siempre. En décadas subsiguientes se descartaron dos gasoductos y se liquidó la pretensión de negar el derecho a la fianza en un referéndum auspiciado por un gobernador colonial rodeado de criminales de cuello blanco. Se salvaron cinco cuerdas en la playa de Isla Verde de las pretensiones de magnates hoteleros y se logró luego de sacrificios muy grandes y pérdidas de vidas a través de varias décadas acabar con las prácticas bélicas de la Marina de Estados Unidos en Vieques algo que anteriormente se había logrado en Culebra. Se logró excarcelar a todos nuestros prisioneros políticos sin por eso minimizar el hecho de las torturas y condenas extensas que sufrieron en muchos casos. Para los más jóvenes el logro de sacar al gobernador colonial, hijo del gobernador ya aludido, en el verano del 2019 a raíz del escándalo del famoso chat es un recordatorio todavía fresco de que la calle responde. No se han ganado todas las luchas. Entre las que hemos perdido y creo a pesar del tiempo no nos hemos repuesto fue la venta de nuestra compañía telefónica. Nuestra Fortunata tuvo una historia muy relevante para el derrotero que han seguido todos los haberes del pueblo de Puerto Rico y cada uno de mayo se debe hacer algún tipo de recordatorio pues el manual de la CIA es que no sabemos administrar y la historia de esa venta demuestra todo lo contrario.
Nuestro pueblo recibió un recordatorio sutil y bien calibrado en la famosa plena que le cantaron a la vicepresidenta los pleneros de la Goyco en su visita este pasado marzo. La tomaron de sorpresa, pero el objetivo final realmente no fue ella sino nuestro pueblo. Nuestro pueblo que se vio presente y representado ante la desfachatez de dicha dama y pudo repensarse en todas las luchas que he mencionado y muchas otras que se dieron. Nuestro pueblo que apabullado como se encuentra puede regresarse al asidero que es la lucha en la calle y recordarnos que es ahí donde siempre ha estado nuestras fuerzas. Gracias a los pleneros. Lo que vino a hacer y con quién o quiénes es más de lo mismo: recoger dinero robado a nuestro pueblo por los ricos para subvencionar el gobierno plutocrático que siempre ha estado al frente de la dirección de Estados Unidos. La pregunta complementaria al estribillo de la plena ¿A qué vienes? Es: ¿De dónde vienes y que vienes de hacer?
Hace dos años Harris visitó Guatemala y con el presidente de esa nación a su lado (Alejandro Giammattei) les solicitó a los y las guatemaltecas que no vinieran de forma “ilegal” a Estados Unidos.[3] La historia larga y terrible de las afrentas y canalladas de Estados Unidos contra el pueblo de Guatemala la señora o la ignora o sencillamente no le importa. A cuatro días de su visita a Puerto Rico el mundo presenció la catastrófica caída del puente Francis Scott Key sobre un rio de Baltimore cuando un barco contenedor chocó contra una de sus columnas. Este accidente cobró la vida de seis trabajadores de construcción que reparaban hoyos en el puente, todos trabajadores centroamericanos, uno de ellos de Guatemala. La Señora Harris viene tanto de hacer como de no hacer. En el viaje aludido también visitó México con el mismo sonsonete. Para nada se le ocurrió preguntar por el bienestar de las víctimas de los carteles y sus familiares que intentaban luchar contra estos y fueron perseguidos con la tecnología de espionaje de Israel, conocida como sistema Pegasus el cual vendía la compañía NSO.[4] Esta tecnología originalmente la contrató el entonces presidente de México Felipe Calderón para combatir los carteles. Se celebró mucho la captura de El Chapo gracias a esta tecnología. La misma terminó en manos de criminales, comerciantes privados y los propios carteles agilizando asesinatos por encargo como fueron los de Javier Valdés Cárdenas, activista de Culiacán y Cecilio Pineda Brito de Ciudad Altamarino, periodista independiente. Ambos asesinados en 2017 por enfrentar los carteles y no emigrar al disparatado sueño americano. La Señora Harris no era vicepresidenta entonces, pero fue congresista en todo ese cuatrienio y ha sido vicepresidenta desde enero del 2021. Fue en noviembre del 2021 que su jefe Joe Biden prohibió a las compañías estadounidenses vender productos tanto a la NSO como a la compañía israelí Candiru. Esto ante la avalancha de quejas provenientes de muchas partes del mundo incluido Estados Unidos.
Estamos en guerra. De acuerdo al diccionario de la RAE ésta se define como lucha o combate aun en el sentido moral. No solamente en el sentido moral… la porción de la lucha de clases que representa el narcotráfico ha suplido no con tanques y drones pero sí con otras metodologías más simples el horror de los cuerpos que caen derrotados. Dentro de autos quemados, algunos con signos de tortura, en ocasiones con la cabeza cubierta con bolsas y desmembrados. Casi a diario caen en plena calle acribillados con un número inaudito de balas ya que las armas semi automáticas legales o ilegales circulan de forma fantástica. Las muertes frecuentes en nuestras cárceles sin explicación razonable es otro indicador doloroso. La necedad de decir por los no pensantes o comprados por diversos intereses o agencias de Estados Unidos que estamos “mejor” porque no estamos en guerra choca contra toda esta realidad. Es obvio que esta guerra podría tornarse más cruda, pero sigue siendo guerra. El joven palestino que cito al inicio nos advierte algo muy importante. En las guerras lo primero que se trata de destruir es la educación y con eso la memoria histórica del pueblo. Harris hizo otras apariciones breves para que la prensa corporativa se las recordara de vez en cuando al pueblo y se desdibujara el atraco que vino a hacer. No contó con los pleneros o sea con el propio pueblo y su fuente inagotable de recursos. Se presentaron para continuar la educación del pueblo en medio de la agresión de esta señora y fortalecer nuestra memoria histórica.
La vicepresidenta, que sepamos nunca fue maestra. La Señora Bunnatine (Bunny) Greenhouse sí lo fue. Greenhouse ofrece un contraste refrescante para la decrépita clase en el poder de Estados Unidos y probablemente viene al caso luego de la visita de Harris. Afroamericana nacida y criada en un poblado segregado de Louisiana, de padres de clase trabajadora muy pobres, logró destacarse académicamente y obtener un bachillerato en matemáticas y tres maestrías en diversas áreas.[5] Se desempeñó por dieciséis años como maestra de matemáticas en escuela superior. Luego de toda esta experiencia la recluta el Cuerpo de Ingenieros de Estados Unidos. Pasado un tiempo la ascienden a asistente principal de contrataciones siendo ella la primera afroamericana en ocupar el mismo. Su odisea comienza poco antes de la invasión de Estados Unidos a Irak con la contratación de KBR, una subsidiaria de Halliburton en la cual Dick Cheney antes de ser vicepresidente fungió como CEO. El contrato era leonino, sin subasta, con un estimado de costo de la propia compañía con cifras billonarias y por cinco años. Greenhouse planteó la relación “incestuosa” con Cheney y muchas otras circunstancias preocupantes que apuntaban a fraude, pero fue desoída. Luego de una serie de entrevistas con el Pentágono y que se dan a conocer las objeciones que dejó por escrito una comisión del Senado de Estados Unidos la cita. En todo ese tiempo la bajan de puesto y también sufre un accidente que le pareció extraño en su propia oficina. El gobierno pactó una suma de casi un millón de dólares luego de dilucidarse su querella por discriminación bajo el Titulo VII el cual cubría entre otras cosas, sueldos dejados de devengar.
Las colonias no tienen nada que enseñarles a las metrópolis en cuanto a corrupción se refiere. Los ocupantes son los maestros, aunque hay que combatir la propia y la de ellos. Como es sabido las armas de destrucción masiva que supuestamente justificaban la invasión de Estados Unidos a Irak no se encontraron, pero la psicopatía imperante entre los cuadros del gobierno federal y su élite que se enriquece con la guerra para nada reflexionan sobre esto ya a que siguen alentando guerras por el mundo entero. El camino del dinero que viaja con la guerra es casi insondable. Por ejemplo, el dinero que nutre a la NSO con su íntima relación con la política exterior guerrerista de Israel puede provenir de trabajadores que desconocen a qué o a quién están alimentando. Este es el caso de la firma financiera londinense Novalpina la cual es uno de los fondos que nutre a la NSO, pero este fondo ha contado a su vez con los fondos de pensión de empleados del estado de Oregon y el fondo de pensión de los empleados de la compañía británica de gas Centrica.[6] Por otro lado, en una nota optimista con suerte tendremos más visitas de hermanos palestinos y podremos algún día regocijarnos con un día luminoso en cualquier calle de Haití. Tampoco nos vendría mal poder recibir a la gente de Estados Unidos que parafraseando a José Martí llevan en sí el decoro de todo un pueblo.
La autora es psicologa. Comentarios a: unasolalira22@gmail.com