Criminales empujando las muertes

 

 

 

Especial para Claridad

La hipocresía del gobierno federal yanki es bien vasta. Mientras su gatillero principal en Puerto Rico -jefe del FBI- anuncia que va a haber más acusaciones por corrupción en la colonia, en su misma capital, se ha probado que el juez de su corte suprema Clarence Thomas ha aceptado regalos de lujo de entidades privadas, pero como es de la derecha y de la elite, no es acusado de corrupción. Así pasa con la contaminación: mientras se presentan como campeones del ambiente limpio, todavía no atienden los crímenes ambientales cometidos en Culebra, mucho menos en Vieques. Anuncian que para el 2032 tal vez logren la descontaminación. Lo mismo con el narcotráfico “ilegal”: mientras sus agencias son las encargadas -con todo tipo de satélites y métodos de espionaje disponible- de controlar TODO lo que entra en Puerto Rico, cuando hacen redadas de drogas, armas y balas, nunca señalan a la agencia federal que permitió que las mismas entraran, pero arrestan al boricua.

Junto a la cobertura de una prensa empresarial, el sistema imperial logra reforzar a diario la narrativa de que gracias a los federales se persiguen los males que hacen los y las criminales del patio, cuando se ha demostrado la generación de parte de su gobierno y sistema con crímenes de contaminación, corrupción, narcotráfico y asesinatos.

La narrativa zionista

Algo así ha logrado el imperialismo zionista de Israel, que viene cometiendo crímenes genocidas desde antes de la existencia del estado y todavía logran acomodarse ellos como pobres víctimas del terrorismo. Y en esta última escalada de anihilación palestina, a pesar de que la gran mayoría de la opinión pública y estados lo denuncian, mantienen el apoyo de los imperios principales, en particular el yanki y el británico.

Este apoyo se refuerza con los intereses de las empresas armamentistas que se benefician de las guerras en el planeta. Amnistía Internacional presenta que la venta en armas a nivel global -o sea, exportadas a otros países- para el 2019 fue $95 mil millones (billones yankis) y las 100 compañías más grandes vendieron en total $395 mil millones –el resto fueron “consumidas” internamente. Aparte está el cáculo de las parafernalias, apoyos, adietramientos e implementos. Según visualcapitalist.com, EUA es la mayor exportadora de armas, controla cerca del 40% del mercado, seguido de Rusia con el 16%, Francia con el 11%, China con 5% y Alemania e Italia empatadas con 4% cada país. O sea los cinco países que le siguen a EUA en volumen de armas vendidas, apenas empatan con los yankis. El dominio de EUA es incuestionable.

Y -ver statista.com- la companía de ventas de armas yanki más grande se llama Lockheed Martin, con ventas anuales en los $59 mil millones anuales. Le sigue Raytheon con ventas de $40 mil millones. L/M vende 48% más que la segunda en su campo, controlando así su nicho en el mercado. Hasta ahí, es una descripción del mercado capitalista y ya. Pero el funcionamiento de Lockheed es para ampliar las muertes.

Escándalo Lockheed

En los años 70’s Lockheed aceptó que sobornó a funcionarios de distintos gobiernos para conseguir contratos. Y se comprobó que sobornó a al menos a Alemania, Japón, Países Bajos, Italia y Arabia Saudita. Este descubrimiento ocasionó que aprobaran leyes en EUA prohibiendo sobornar a funcionarios de otros países, pero como el caso de su propio juez, siguen ofreciendo regalos y otros estímulos en sus procesos de venta.

$234 millones en multas desde el 2000

 Cuando el total de sus ventas anuales son de sobre $65 mil millones, pagar un promedio de $10 millones al año en multas es menudo de caja chica: es apenas un dólar por cada $6,500,000 de ingreso. Lo que paga la compañía en multas (relacionadas a contratos con el gobierno y condiciones laborales) es una partida de contabilidad asignada a su modo de hacer negocios, no les preocupa. Tanto así, que gracias a la guerra en Ucrania y el ataque contra Palestina, en el 2023 la compañía distribuyó entre sus accionistas ganancias récord, y mientras haya ganancias, las compañías están bien.

Cómplices con Israel

Desde octubre de 2023, Israel ha arrasado con dos terceras partes de la Franja de Gaza, minúsculo territorio hacia donde habían confinado al pueblo palestino en los últimos 40 años. O sea, los sacaron de su tierra, los encierran en una franja y ahora los masacran en su reducido espacio disponible. Los ataques israelitas han asesinado a sobre 27 mil civiles, incluyendo a al menos 6,000 niños y niñas; personal médico, periodistas, oficiales la ONU, y alegadamente a unos 2,400 guerrilleros. Eso es 10 civiles por cada soldado palestino. Eso se llama genocidio, eso no es una guerra.

Al respecto, el jefe principal de Lockheed Martin, Jim Taiclet, en vez de verlo como tragedia, ha declarado que la situación actual en Ucrania e Israel debe verse como una oportunidad de crecimiento y que “queremos estar en la ofensiva y la defensiva y utilizar la última tecnología para que eso suceda”.

Negreros

Encima de eso, Lockheed Martin paga menos a sus profesionales que la competencia y sus multas por asuntos laborales han sido $78 millones en los últimos 20 años. Para que en esta época una agencia federal encuentre culpable a un patrono y lo multe, hace falta que el atropello sea flagrante, pero a pesar que $78 millones en multas es mucho dinero para los mortales, no es así para las grandes coportaciones y sus altos ejecutivos. Una parte de su estrategia es abrir facilidades con alto desempleo y bajos salarios, de modo que con pagar un poco más que en la zona geográfica, puedan seguir pagando por debajo de la industria.

Desde Aguadilla

Esto último ayuda a comprender el crecimiento de Lockheed Martin en Aguadilla, Puerto Rico. Aunque la investigación hasta ahora NO ha producido datos sobre la nómina en Puerto Rico, el historial en EUA y las multas impuestas, combinados con la fórmula del ELA de pagar la mitad de los salarios que se pagan en EUA por el mismo trabajo, apunta a que Lockheed Martin de Aguadilla debe estar pagando más barato que en los EUA continentales, pero para el mismo trabajo: propagar la muerte.

Oficialmente, Lockheed Martin en Puerto Rico, se presenta como una compañía “aero-espacial” y aquí se dedica a inspirar y modelar la innovación y la integración necesarias para ofrecer capacidades críticas para los desafíos del siglo XXI. O sea, si la compañía fabrica armas, en Aguadilla se da refuerzo a esta producción, inpirando y modelando su innovación. Es posible que no haya ni una bala, pero las programaciones que hacen ayudan a ocasionar muertes. Es posible que ni sus empleados lo sepan, pero es seguro que colaboran de facto con las muertes en Palestina.

El negocio de Lockheed Martin es abonar a la destrucción de las vidas. Y en estos días, son vidas en Palestina. Por eso varias agrupaciones se han unido al llamado de la Red de Solidaridad con Palestina a la manifestación Pro Palestina y contra los mercaderes de la muerte. Será este Lunes 15 de enero de 2024, en Aguadilla, Carr. #2, Esquina con Carr. 107 (Avenida Albizu Campos), a las 10:00 A.M.

 

 

 

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