Derechos de la humanidad y de la tierra

La Declaración de los Derechos Humanos proclamada por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en 10 de diciembre de 1948 cumple ahora 69 años. Fueron pensados como derechos civiles y políticos individuales y no como sociales y económicos. En la Declaración son reconocidos solamente el individuo humano y los Estados. No se reconocen derechos de la sociedad civil o de comunidades tradicionales. Al menos en América Latina, muchas veces, los derechos humanos fueran usados en contra el proyecto liberador de los pueblos. So pretexto de defensa de los “derechos humanos” el gobierno de Estados Unidos condenó el socialismo cubano y llama  dictadura a cualquier sistema social que se levante en contra sus intereses. Actualmente, los movimientos sociales luchan por los “derechos alternativos”. Aunque, desde la declaración de 1948, la ONU tenga reconocido el derecho de los migrantes, actualmente ese derecho no es reconocido por casi ningún gobierno. Y la situación de deshumanidad sufrida por refugiados y migrantes es grave y escandalosa. Los gobiernos de los países ricos utilizan el pretexto de la amenaza terrorista para justificar un sistema fundamentado en el miedo y que, cada vez más, no respeta los derechos personales ni comunitarios de las minorías.

Pensadores afirman que solo una persona dotada de conciencia ética puede ser sujeto de derechos. Así sólo se podría hablar de “derechos humanos” y no de derechos de los animales o de la naturaleza o de la tierra. Esas discusiones filosóficas no son conclusivas, pues que hay tesis que afirman: los animales tienen sentimientos y hasta cierta conciencia de si y de los otros. Desde James Lovelook, si habla de la tierra como un super organismo dotado de vida y algo que puede ser considerado como una autoconciencia que la lleva a proteger las condiciones de la vida. Independiente de las conclusiones que si pueden sacar de todo eso, la tierra y todos los seres vivos son merecedores de cuidado, atención y no merecen ser tratados solo como objetos de lucro y mercancía. Todos los pueblos, comunidades y personas son llamados/as a alcanzar el bien vivir, o sea, la felicidad de convivir en condiciones de paz, justicia y comunión con el universo. Ese proyecto es humano, pero las tradiciones religiosas antiguas insisten que es inspirado por Dios. Actualmente, el Papa Francisco pide a los cristianos interpretar la fe de forma que nos haga más humanos y más solidarios. En la Navidad de Jesús, celebraremos el hecho de que Dios se hizo humano. No hay más división entre cielo y tierra. En el evangelio, Jesús dijo: “Yo vine para que todos tengan vida y vida en abundancia” (Jn 10, 10).

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