EEUU “No tiene voluntad” para mejorar las relaciones con Cuba

 

 Corresponsal de CLARIDAD

 

La Habana, Cuba-A dos años de su llegada a la Casa Blanca, la administración del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, no tiene actualmente voluntad para mejorar las relaciones con Cuba.Esa es la conclusión a la que ha llegado el gobierno de La Habana, según se desprende de una reciente entrevista ofrecida por el viceministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Carlos Fernández de Cossío, a la cadena estadounidense MSNBC.

“No creo que haya realmente una voluntad de mejorar la relación y por eso ponen excusas en el camino para que no podamos mejorar la relación”, aseveró el funcionario cubano a preguntas del medio sobre si su país veía algún indicio por parte del gobierno estadounidense que demostrara el interés en mejorar las relaciones bilaterales.

Cuando están pronto a cumplirse los tres años de gestión del Presidente Demócrata, las relaciones entre Cuba y Estados Unidos apenas se han movido. Salvo un puñado de conversaciones en temas puntuales como la migración y la lucha contra el narcotráfico en la zona del Caribe entre designados grupos de trabajo, ambos países han estado lejos de mantener una comunicación fluida –como la que muchos esperaban ver con el actual mandatario en la Casa Blanca. Prácticamente inamovible se ha mantenido además la política de sanciones económicas impuestas por el anterior presidente Donald Trump y que durante su campaña política en 2020 Biden prometió cambiar.

Durante su mandato, Trump revirtió el acercamiento con Cuba alcanzado durante la administración de Barack Obama, impuso 243 nuevas sanciones económicas contra la isla e incluyó al país caribeño en la lista de países patrocinadores del terrorismo. En 2019, Biden se comprometió a dejar sin efecto esta política y prometió un nuevo acercamiento con la mayor de las Antillas, algo que para el gobierno cubano no ha sucedido.

 “Estados Unidos, contrariamente a lo que fue la promesa oficial de este gobierno cuando llegó al poder, no ha dado pasos para mejorar la relación con Cuba y va poniendo una excusa tras otra para que se mantenga, básicamente, la política que se puso en marcha por la administración anterior”, sostuvo de Cossío en la entrevista.

En los últimos meses, no obstante, se ha especulado que ambos gobiernos podrían estar manteniendo conversaciones secretas en un intento por lograr cierto grado de acercamiento y el retiro de las sanciones unilaterales que pesan contra la isla. Sin embargo, las autoridades cubanas han negado rotundamente que este sea el caso.

“No existen conversaciones sobre ese tema”, ha dicho el Vicecanciller cubano, al tiempo que ha subrayado que las sanciones en cuestión son “impuestas unilateralmente por Estados Unidos”, por lo que a su modo de ver “depende de la disposición del gobierno de los EE.UU. para levantarlas.”

Cuba además ha asegurado estar dispuesta a “dar pasos” para mostrar su voluntad de diálogo con la actual administración estadounidense –a la que, dicho sea de paso, se le agota el tiempo de este actual mandato.

“Tiene que ser una conversación integral, una conversación que ponga todo sobre la mesa para solucionar los problemas entre los dos países. Es muy difícil realizar eso mientras Estados Unidos tiene una política de estrangulamiento de la economía cubana”.

Para nadie es un secreto que la victoria de Biden en las elecciones de 2020 sobre Trump había abierto en Cuba las puertas a la esperanza de que una nueva “normalización de relaciones” fuera posible. Como Vicepresidente durante el gobierno de Obama, Biden vivió de cerca las negociaciones secretas entre ambos países, primero, y el histórico restablecimiento de relaciones, después. No pocos apostaron a su experiencia para retomar aquel camino truncado por Trump.

Desde su llegada al poder, sin embargo, Biden ha vacilado continuamente a la hora de acercarse a Cuba, un gesto que muchos consideran tiene que ver con una mala estrategia partidista en un intento por ganar el beneplácito del sector cubano más rancio en los Estados Unidos, en especial a los grupos de la Florida.

Tras las protestas del 11 de julio de 2021 registradas en varias ciudades de Cuba, la administración Biden –que hasta entonces había avanzado con pasos de plomo en cualquier dirección– decidió volver de lleno a la retórica confrontacional, acusando a las autoridades de la isla de encarcelar a manifestantes y de violar los Derechos Humanos del pueblo cubano.

En ese sentido, Cuba considera que aludir a estos temas es seguir buscando una excusa para dilatar un posible diálogo bilateral.

“¿Hablan de presos? Sólo hablan de presos en Cuba, no hablan de presos en Estados Unidos, que sería un tema [sobre el] que podríamos tener una conversación recíproca, si fuera la voluntad de Estados Unidos”, argumentó a MSNBC el vicecanciller de la República.

Con todo, el funcionario ha insistido en que “estamos dispuestos a tomar medidas” para mostrar a Estados Unidos su voluntad de sentarse a la mesa de diálogo, pero debe ser, aclaró, “sobre la base de una relación mutuamente beneficiosa”.

 

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