El tema del transfuguismo político genera críticas en la prensa y la sociedad dominicana

El senador Félix Bautista y el diputado Rubén Maldonado obtuvieron triunfos por el PLD, pero luego se fueron a la Fuerza del Pueblo.

 

Santo Domingo-Llama la atención de los medios de comunicación nacionales el tema de las apresuradas alianzas de candidaturas entre las organizaciones políticas que participarán en las elecciones generales pautas para el 19 de mayo de 2024.

Las alianzas de candidaturas deben presentarse a más tardar el 11 de noviembre del año en curso ante la Juta Central Electoral (JCE).

El punto que ha generado más interés en el escenario periodístico y la sociedad dominicana es el abandono apresurado de movimientos políticos mayoritarios y minoritarios que en el pasado fueron aliados electorales del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) y ahora  han pasado a apoyar la candidatura presidencial del actual gobernante Luis Abinader para el período 2024-2028.

Por igual, legisladores, alcaldes y altos dirigentes renunciaron recientemente a la militancia peledeista para afiliarse en otros partidos, disgustados con la cúpula de la entidad opositora que gobernó durante 20 años.

De hecho, muchos dejaron a la Fuerza del Pueblo (FP), que lidera el ex presidente Leonel Fernández, para apoyar al oficialista Partido Revolucionario Moderno (PRM) y la reelección de Luis Abinader.

En total, nueve de esas  entidades sumaron 180 mil votos en las pasadas elecciones y queda que el motivo de sus decisiones de apoyo es quién ocupa el solio presidencial, según la periodista Yanessi Espinal, analista política del impreso capitaleño elCaribe.

Resalta que mientras Leonel Fernández fue jefe de Estado, fueron aliados leales, luego de que entregó el poder a Danilo Medina Sánchez, “su lealtad estuvo con el nuevo jefe de Estado y una vez el PLD perdió, su fidelidad se trasladó al presidente Luis Abinader”.

Las agrupaciones que apoyan al PRM son: Partido Cívico Renovador (PCR), Partido Humanista Dominicano (PHD), Frente Amplio, Dominicanos por el Cambio, liderado por el expresidente del Senado, Eduardo Estrella; Partido Revolucionario Socialdemócrata (PRSD), Alianza por la Democracia (APD), creado por Max Puig; Partido País Posible; Partido Reformista Social Cristiano (PRSC) y el Partido Revolucionario Independiente (PRI), que preside Trajano Santana.

Se agregan a esa lista las entidades que en los comicios anteriores participaron unidos al PRM, como son: Partido Acción Liberal (PAL), Unión Demócrata Cristiana (UDC), Partido Popular Cristiano (PPC), Movimiento Democrático Alternativo (MODA), Partido de Unidad Nacional (PUN); Partido Justicia Social, creado por Julio César Valentín, el ex dirigente del PLD, ex senador y miembro del Comité Político. Renunció de la organización morada tras la elección de Abel Martínez. como candidato presidencial.

También ocurrió lo mismo con dirigentes del Partido Revolucionario Dominicano (PRD) que respaldaron al PRM en los pasados comicios. Son los casos de Tony Peña Guaba y Neney Cabrera, ambos apoyaron la candidatura de Abinader y fueron nombrados en cargos públicos.

CRÍTICA PERIODÍSTICA

El transfuguismo político ha recibido cuestionamientos de parte de la prensa escrita, televisión, radio y programas interactivos de las redes sociales, entre éstos el periódico elCaribe que en un editorial dice que esos grupos  “sucumben ante tentaciones degradantes que aparentan carcomerlo todo. Lástima que algunas de sus malas actuaciones solo alcancen para provocar indignación y, a lo sumo, irritación, pero sin llegar al punto de revolver la conciencia ciudadana”.

Agrega es una “lástima, sí, doblemente, porque después del sobresalto social inicial que provocan las malas prácticas, todo se queda del mismo tamaño, debido a que la brega por adecentar la vida pública no alcanza a ser una demanda de toda la sociedad. Miramos con pena las manifestaciones de pérdida de valores y de mediocridad en el sistema político, potenciadas en estos días con las políticas aliancistas, cual mercado persa, y por los honores y vítores al deleznable tránsfuga”.

Concluye expresando lo que sigue a continuación:

Consuela, para el buen nombre de la política, que no es una especulación, como la concibió el patricio Duarte, sino “la ciencia más pura y la más digna, después de la filosofía, de ocupar las inteligencias nobles”, que aquellos individuos que se entregan a ella solo en procura de beneficios personales y de un mejor estilo de vida, no son políticos propiamente dichos, sino politicastros.

Un político que se une a una causa, profesional de la materia, tiene entre sus cualidades características que sabe gestionar el fracaso y posee la habilidad de convivir con la decepción, por lo cual no huye al primer revés para correr tras lo material y pecuniario.

El trasiego sin contemplaciones de un partido a otro, y entregarse junto a sus acólitos al mejor postor, prostituye la esencia de la actividad política que debiera ser, en sí misma, noble y digna.

Para convertir en más despreciable el actual momento, visto con ausencia de prejuicios, resulta que de por medio no se ve ni un asomo de propuestas programáticas ni nada político-ideológico, solo el afán y la premura de estar cerca del dinero del contribuyente que los partidos reciben, o acceder a las ventajas que otorga el poder en un país como el nuestro, presidencialista y de escaso desarrollo institucional.

 

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