Hay que copiar el modelo del tenis de mesa

Especial para CLARIDAD

Este mes se cumplirán ocho años de los Juegos Panamericanos del 2014 realizados en Veracruz, México. Esos Juegos son recordados por muchas razones, pero una de las principales tiene que ver con que fue la primera vez que aquellos dos equipos de tenis de mesa (masculino y femenino) se convirtieron en medallistas y se anunciaron como posibles potencias en la región de América.

Todavía recuerdo las palabras del compañero Elliott Castro cuando me dijo: «Tú no tienes idea de lo que ese logro va a hacer por ese deporte en el país».  Confieso que aunque en ese momento no comprendí del todo, hoy lo entiendo en toda su dimensión.  En tan solo ocho años, el tenis de mesa puertorriqueño ha cambiado de ser un deporte recreacional a ser uno de vital importancia en la conciencia deportiva del país. Para muestra un botón basta: en una semana donde se juega la Serie Mundial de las Grandes Ligas, la noticia más significativa fue la victoria de Adriana Díaz sobre la jugadora #9 del mundo en ese deporte. Como si eso no fuera suficiente, Enrique Ríos ganó y Steven Moreno llegó subcampeón en las categorías juveniles de 15 y 13 años, respectivamente, en una competencia celebrada en Egipto.

Al momento en que escribo este artículo, Puerto Rico juega el Campeonato Latinoamericano de esta disciplina. El equipo femenino cuenta con Briana Burgos, quien con tan solo 17 años ya está haciendo ruido. Al nivel de adultos, lo mismo aplica a varones, donde los jóvenes Ángel Naranjo y Oscar Birriel  se han convertido en sólidas terceras y cuartas raquetas (y, con todo respeto, no están tan lejos de las primeras dos, Afanador y Daniel González). Estos han hecho que se vea el desarrollo de un grupo joven en esa federación que sigue causando impacto.  Confieso que no tengo todos los detalles de cómo lo han hecho, pero uno de los factores  que sobresale es que desde temprana edad sus jugadores se foguean contra  los mejores  del mundo.  Sin duda alguna, en esa federación lo están haciendo bien y el desarrollo de nuevas figuras así lo muestra. Todos somos testigos de su éxito. A veces nos enfocamos en lo malo, pero hay que estudiar qué están haciendo bien en esa federación, y emularlo.

 

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