Invitadxs a esta cena: MEZCOLANZA

 

Especial para En Rojo

Mezcla extraña y confusa a veces ridícula, extravagante. Invitación al junte de lo incorrecto. Lo que no se hace. ¿Quién dice?

Mezcolanza de yerbas, olores, sabores, tinturas, objetos, espejo-Rafa, gorra, sillas, bolsas plásticas, bandera palestina, máscara-tapa, olla-ciudad, ciudad en fuego, cadáveres niños, paloma blanca, bomba peniana, cuerpo-puente, barril caliente, agua-cristal- ¿Qué eliminarías de Puerto Rico?, azul penumbra, guantes de oro, armonía musical con boleto de ida y vuelta.

En la mitología griega, el fuego pertenecía a los dioses hasta que el irreverente Prometeo robó la llama sagrada y se la entregó a los hombres. Ante la imposibilidad de encontrar un medio de salvación para estxs, Prometeo roba a Hefestos y a Atenea la sabiduría de las artes y el fuego (sin el fuego era imposible que fuera adquirida) y se la ofrece como regalo para que alcanzaran la sabiduría. Hasta hoy, muchas tradiciones espirituales del mundo asocian el fuego con lo divino. Hefesto en Grecia, Huehuetéotl en Mesoamérica, Changó en la religión yoruba, Kagutsuchi en la mitología japonesa y Prometeo, el divino transgresor del fuego.

Según la tradición cristiana, el fuego sagrado desciende cada año del cielo y prende una llama con la que se ilumina la penumbra del Santo Sepulcro, conocido por los ortodoxos como iglesia de la resurrección o anástasis. Si el fuego no se propagara sería señal de mal augurio. En Mezcolanza el fuego se propagó siempre, en manos del artífice Leonel Torres.

Leo, como Prometeo en su misión de robar el fuego y con ello la sabiduría para beneficio de la humanidad, nos abría el camino, y nos iluminaba.

En conversación con Helen Ceballos, artista, curadora y productora de Plataforma Eje, nos cuenta que Mezcolanza, Festival de arte alternativo nace en Buenos Aires en el 2013 con un formato de piezas cortas de 15 a 20 minutos. “Mezcolanza se convirtió en espacio de taller para el tanteo y el error. Fue una loquera ver a todos mis amigos llegar y presentar en el bar gay la Casa Brandon que no tenía nada que ver con el arte. Era llenar la noche de una barra.” Estos amigos eran sus compañeros de estudios de maestría quienes le presentaron la mezcolanza del bar, a su maestra. “Fue un fogueo importante; en el mismo bar le pusimos Mezcolanza.” Lleva once ediciones. “En Buenos Aires más de seis, en Nueva York 4 ó 5 ediciones y tres en Puerto Rico: 9 de abril 2016 – en la Plaza de la Convalecencia, el 10 de febrero de 2023 – en el Paradise y la más reciente el 9 de febrero – en el Colegio La Milagrosa.”

¿Por qué en La Milagrosa?

“Desde mi relación con la Casa Ruth y Rio Piedras me interesé en los espacios abandonados o en desuso. Fue un alivio que [La Milagrosa] estuviera en manos del Fideicomiso de Río Piedras.”

“La preproducción fue con cucarachas prehistóricas. Implicó la limpieza del enorme espacio con la iglesia incluida. Hacer un recorrido con los ayudantes de limpieza del Municipio, ornato, recogido de basura y escombros, mangueras; mientras miraba el espacio por donde irían los artistas y el público.” Mezcolanza es un espacio creativo que propone que las piezas sean “site-specific”. Este año la consigna fue en el marco del Festival Arte – Basura, la reutilización de la basura como materia para crear. En el mismo contexto, en lugar de hablar de lo ecológico se hablaría de comunidades abandonadas.

“Todos amaron la iglesia”, pero no todo se ajustaba a la iglesia. Explica Helen que, por ejemplo, Eduardo Alegría tuvo que modular la voz al espacio. Esta estructura que muy bien con apoyo gubernamental podría convertirse en espacios de ensayos, talleres, presentaciones artísticas recurrentes, residencias, reuniones, encuentros e intercambios artísticos, escuela de artes y sigo pensando: ¿Podrá ser revalorizada? ¿será demolida, será comprada por algún desarrollador del desplazamiento?

Sabemos que la propuesta de una presentación artística en espacios públicos y dirigiendo la movilidad del público son rutas que han sido transitadas anteriormente y seguirán con el paso de batón de lxs que vienen. En este sentido, también reconoce Ceballos: “Mezcolanza bebe de aguas anteriores”. Observé, que esta vez hubo algo particular hacia el público; fuimos acogidxs, atraidxs, protegidxs e imantados. ¿El fuego prometeico? nuestra primera tecnología. Algo funcionaba muy bien en la coordinación del equipo técnico y de producción. La iglesia lució siempre esplendorosa con la iluminación portátil (lxs asistentes de escena cargaron consigo los focos de un sitio para otro). Estuvieron muy bien articuladxs en su apoyo a lxs artistas y al manejo con el público.

¿Cómo se dio la selección de espacios para lxs artistas?

“La selección fue entre ambos, artistas y yo. Cuando se me tranca el bolo como productora pienso como artista. Hubo un hilo conductor honrar el espacio. Había que seguir el fuego, todo lo que toca el fuego se transforma. El fuego me convoca a nivel energético poder pasarlo por ese espacio. Me recuerda a los niños, los muertos de la explosión de 1996 [tienda de zapatos Humberto Vidal] sirvió de refugio ahora de traspaso.”

Lo próximo ¿cómo mover el público? De siete a ocho un barbero, mesas de comida, venta de comida caribeña. Espacio parecido a una fiesta patronal. Mezcolanza quiere reservar una hora al principio para esto. Luego lxs artistas, “el orden es lo que me divierte pensar”. Había dos grandes espacios la iglesia y el colegio. Espacios para desacralizar, sacralizar y volver a desacralizar y a sacralizar. La iglesia, inicia con Kianí en la puerta central del templo que recorre hasta apoderarse del púlpito (por supuesto) transformando su cuerpo en puente hacia otra dimensión. Desde el lado opuesto, Deborah abre el tema de Palestina con su extraordinaria propuesta, a la vez conmovedor juego de ollas-ciudad en fuego y las tapas-máscaras. Se sigue con el de Juan del Hierro a tres, también en la iglesia, aquí sentimos el templo y el ritual. Cambia el terreno del movimiento con el trabajo de Jaime Maldonado y Elise Legrand, agarran otros espacios y nos invitan a participar desde afuera y desde adentro por ejemplo lo que puede evocar un juego de pelota que transmite la radio. Fue un festival orientado al cuerpo.

La generosidad de lxs artistas siempre estuvo ahí. “Viviana se adaptó al cuartito” comenta Helen. Se proyectó el video simultáneamente en pared para lxs que no cabían lo pudieran ver. La imagen iba por un lado y la voz por otro. El accidente se convirtió en otra versión, de apreciar y de espera, de tolerancia, de respeto al arte. Quedamos afuera. Nadie se fue. Disfrutamos la risa contagiosa del personaje de Viviana que escuchábamos. Luego una señora a la que le provocaba risa y luego a todxs que nos reímos contagiadxs por ella. Era una risa en tres tiempos. La oda al mueble de Alejandro Cirilo que solo algunxs pocos pudimos apreciar por el área reducida; sí se podía visitar como instalación. También en la zona, vimos un video, Fue esa la vía, de la propia Ceballos contando su travesía a los 6 años en yola hasta PR con su mamá. Me conmovió la línea “préstame tu pecho” canción de Liliana Felipe, La extranjera. Vimos a Coco, un clown que nos habla de otra manera con su cuerpo, desde un posicionamiento de consciencia social sobre el desecho en un sentido amplio, sin dejar de ser un clown. “El orden para hacer Mezcolanza es clave, es procesional, procesión de gente que se mueve. La idea es no sacar al público de lo lúdico.” Según Ceballos, esta procesión registró entre 550 a 560 personas, aproximadamente.

El intermedio estuvo marcado por el fuego circular, donde reaparece el diseño de Leo y las instrucciones de Helen que nos invitan a deleitarnos con la sonoridad percutiva de BombVives, tomar algo y compartir. De regreso al templo guiadxs siempre por el fuego, esta vez con casco y motora y un ruido ensordecedor. Esta vez con Mickey el erotismo nuevamente se posó en el púlpito. Acompañado de una paloma blanca en jaula que luego liberó, una bomba peniana, un pietaje sobre la explosión de 1996 en Río Piedras, una flor y polvorín sobre su cuerpo para revelarnos desde sus adentros algunos malestares compartidos. Le siguió Fabiola, sentí admiración y alegría por su voluntad para cantarnos. La dulzura se impuso y sus manos cantaron con toda ella para nosotrxs.

El turno final fue para Eduardo Alegría y Alexandra Rivera, Nefertoto e Isis Chacón respectivamente. Lucieron hermosos vestuarios faraónicos y guantes dorados para el mini concierto extraordinario que nos regalaron. Solo quiero recordar la armonía deleitosa entre el juego de voz y piano. La intención aquí no es reseñar detalladamente las piezas presentadas, aunque inevitable el comentario placentero se desliza sesgado.

He querido destacar un poco la trayectoria de Mezcolanza y reconocer el esfuerzo del proyecto de Plataforma Eje en su undécima edición. En esta trayectoria del arte al que invita Mezcolanza se coloca en uno de los más interesantes juntes posibles entre artistas, productorxs y colaboradoxs actualmente. Plataforma Eje hizo aparecer la posibilidad de espacios otros, imaginados, inventados que pudimos sentir, aunque en la realidad los plafones nos pudieron haber dado en la cabeza.

El cuerpo dominó las intervenciones en esta edición de Mezcolanza como gesto político, social y personal. Gracias a lxs artistas que nos lanzaron al goce, la sublimación, las negaciones, los reclamos, las urgencias que son de todxs.

Lxs artistas invitadxs, con interconexiones provocadoras y sugestivas en su simbología y en su expresión fueron:

Kianí Del Valle, Fabiola, Deborah Hunt, Juan Del Hierro, Andrea Alegría y Sebastián Bayona, Jaime Maldonado, Elise Legrand, Alejandro Cirilo, Viviana Calderón, Leonel Torres, Coco Drilo, BombVives, Mickey Negrón, Eduardo Alegría y Alexandra Rivera.

Nuestra realidad puertorriqueña arde, duele. Las luchas en el arte subliman.

La autora es artista transdisciplinaria de la danza y el teatro y profesora en la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras

 

 

 

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