Joserramón Melendes: Omenaje a Fernández Retamar

1.@ Roberto Fernández Retamar 

en nuestros 54 años 

[Cf. POM – Teoría de las jenerasiones con 

Cintio Vitier —Cuando yo tenga 58 años..]

Roberto: cumplo la edá qe tú tenías cuando te conosí.

No sé si ésto tendrá cualqier significado. Trato de saberlo.

Por lo pronto: Tenías entonses todo el pelo negro;

A mí me qeda alguna melena blanca.

• Yo estoi más desilusionado qe tú entonses.

Tiene qe ber –no solo– con el ala del abe marina en qe nasimos,

Este petrel, gabiota, alcatrás o abe fragata, las antiyas.

Creo qe la sensiyés la compartimos —recuerdo

Aqel encuentro en el aeropuerto,

• Me a acompañado en los días más solo.

Oi tú entras en esa edá enorme de todo el qe a bibido.

As echo tantas cosas distribuidas en sendas jubentudes, 

qe nesesariamente entrarás en el siglo beintidós con guayabera.

¿Cómo nos a tratado la existensia,

• Esa cosa qe nos ase si la asemos?

Me imajino perfegtamente de tu edá,

Sé qe a la mía tú no podías pensarte así–

No es ninguna bentaja el pesimismo, lo digo de pasada.

¿Qé a echo la istoria con nosotros?

• Aqí debe repetirse el berso 15.

(Te consedo las mayúsculas para empesar.) /tu che

 ii. i RFR (Epitafio)

Tubo un país i una rebolusión

i el resto del planeta de contado,

«i esa luna de la literatura».

No le fue abara tampoco la cansión.

Fue amado i admirado. Sufrir

fue riego qe en su alegría perdura.

66 [Cumpliendo la edá a la qe murió Lezama]

iii. embío

Sabemos qe somos reyes secuestrados,

Roberto,

pajes qisá; de todas maneras: mascotas

aristócratas de la sosiedá. Por lo tanto,

usurpamos nuestra condisión política.

Los poetas, los artistas, los pensadores

qe no se casan con la injeniería:

pertenesemos a un notiempo destemplado

en qe el umano no es nada contraído;

sino esa posibilidá infinita

asta de no ser,

qe ‘contamina’ –disen los neófitos–

nuestro pisar, de buelo. Respiramos

biento para palabras, dirijibles

al sielo, plataforma de lansamiento

para esta estreya garrapata i dramática

qe imita las neuronas despatarradas.

Somos de otra galaxia, qe es la misma:

lo qe sí, imajinada. Por eso

somos conqistadores desterrados:

Prósperos, no su esclabo.

Nasimos para reyes planetarios,

i nos saqearon la jalea real.

Sumbamos como sánganos, abejareina estéril,

pero obreras inútiles para sera,

meliflua melamiélica

la miel de nuestros ganglios

atrofiados para la colegtibidá,

se buelbe empache, guarapo, pegajosa.

Si biniera el Dragón colegtibo del pueblo,

el Simurg compulsado de crusados

de orfandá de la lus, su dulsedumbre

a rescatarnos de esta corte anémica,

adiposa, besánica, aridmética.

Porqe éramos los ánjeles cuajados

para la nueba de nuestra beyesa,

no a alagar a los qe nos secuestraron

de ese destino multitudinario

del plural ensendido constelado

al orden musical de nuestro canto. 

désima de rfr

Tórtola qe ba bolando

rimando con la laguna,

¿ai preocupasión alguna

en tu gorjear murmurando?

Yo, adonde qiera qe ando,

me atribulan las rasones:

atrabesados los sones

por el donde i por el cuando.

Tórtola, ¿te estás qejando o

doblan nuestros corasones?

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