La librería equivocada

 

 

Juan Carlos Rodríguez

 

Casi nadie visita

la librería equivocada.

Allí no se presentan

los libros recién publicados.

Allí llegan los libros

a coger polvo!

 

Es una librería sin portadas.

Es una extraña colección

de volúmenes

cuyas hojas despliegan

el no se qué de

lo ilegible.

 

La librería equivocada

no tiene ubicación precisa.

Nadie sabe donde queda

ese afán de textos olvidados,

esa desventura de lo equívoco,

ni el porqué de sus erratas,

ni el vértigo de su ortografía incorregible

que nunca se equivoca

cuando toca equivocarse.

 

Paso por otras librerías.

Hojeo las portadas

de los más vendidos

y ya nada me sorprende.

Algunos premios literarios

se pasean por sus mesas.

Me detengo a saludarlos

en honor a la amistad

o tal vez por mera cortesía.

Hay errores de la trama

que no deberían repetirse.

 

Espero con ansias

la apertura de la librería equivocada.

Soy el primero en la fila

así como también

el último en la cola.

 

Llego al kiosko

de los pinchos,

voy al carrito de hot dogs,

entro a la panadería,

busco cuajo con guineos,

tripleta en pan sobao,

pastelillo de guayaba,

y pido un cafe.

Allí me espera

la librería equivocada.

Propone mil umbrales

para entrar y salir

de sus pasillos.

 

No es una librería a la deriva,

ni un naufragio de portadas,

ni un catálogo flotante,

Es un virus

que no ha sido reportado

en el puesto de revistas.

 

Todos llevamos

una librería equivocada

en la mochila,

Nuestra espalda

es una contratapa alucinante.

 

Hoy vi a alguien

Salir de su vitrina.

Dedica su tiempo

a la soldadura de motores.

Se bandea

con trabajos de oficina

en un dispensario

de cannabis.

Cargas en sus lomos el insomnio

de una librería equivocada.

 

Llevo varios días atrapado

en la fe de sus erratas.

Se equivocan los que dicen

que pueden corregirla.

No hay nada

que debamos enmendar

en esta librería.

Contiene tomos

apartados de la letra

por los que circulan

pasiones abstractas.

 

En la librería equivocada

no se venden

figuras emblemáticas

ni se promociona la validez

de algún canon debatible.

 

No reconozco a sus autores.

Sus biografías

se asemejan a la bruma.

Aquí no aplican jerarquías.

Estoy ante

una sublevación de símbolos.

Esa historia

no logra ser contada

por sus libros apilados.

 

De cuando acá

llegan lectores

a la librería equivocada!

De cuando acá

piden limosna

Los aspirantes a la lengua.

Cae otra lenta rebanada

por el filo de los lomos

de un estanque que no existe.

 

El autor  es poeta y enseña español en Georgia Tech.  Recibió el premio de poesía joven Olga Nolla, otorgado por El Nuevo Día en el año 2004, con poemas de su primer libro Rehén de otro reino (Editorial Tiempo Nuevo, 2008). En varias ocasiones sus libros han sido finalistas en certámenes nacionales.

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