Manual de los libros peligrosos

 

Especial para En Rojo

 

Escribo estas líneas sobre la publicación de: El jefe. Populismo y corrupción en el Puerto Rico de 1898, por la doctora Nieve de Los Ángeles Vázquez. La crítica no se ha hecho esperar, maravillados por lo que expone la autora o consternados por lo que declara. En sus páginas, la autora expone lo que es el populismo. Esto me lleva a reflexionar en el populismo como una estrategia peligrosa para el desarrollo de las sociedades coherentes y de los gobiernos humanitarios, si es que existen.

Me quedaré cerca del peligro, para hablarles, no de los populismos peligrosos, sino de los libros peligrosos. El pasado 26 de marzo, Luce López Baralt publicó, en el periódico El nuevo día, una columna titulada “Del Cardenal Cisneros a Ron de Santis”[i]. En esta, repasa las quemas de libros recordadas en la historia, como la del Cardenal Cisneros en la Plaza de Granada, « en la que ordenó “depurar” el cristianismo español de todo vestigio cultural árabe ». También menciona la quema de libros en el Berlín de 1933, « con la que los nazis quisieron “depurar” la cultura alemana de “contaminantes” extraños y formular una cultura nacional aria “químicamente pura” ». Todo esto lleva a la ya retirada catedrática a reflexionar sobre la Florida estadounidense de Ron de Santis y su afán por censurarlo todo, como las obras renacentistas clásicas (no se puede mostrar el David de Miguel Ángel a los estudiantes porque eso es pornografía) o los libros que se expresen sobre los problemas raciales, la comunidad LGBTTQIA+ o personas latinas ilustres como el pelotero Roberto Clemente o la jueza Sonia Sotomayor.

Entonces, me pregunto que hace que un libro sea peligroso. ¿Qué componentes debe tener para que pase de ser un libro tenue, aceptado, vox populi a uno temido y hasta candidato para la quema? Debo aclarar que la quema no es solo la física, también es su silenciamiento, que no se mencione, que se promueva que no se lea, que se le critique en el vacío y quizá la más infortuita de todas las estrategias: que no se debata.

En el Puerto Rico del presente, un libro es peligroso si no tiene líneas partidistas. Si un texto pertenece a una corriente de pensamiento clara, es fácil categorizarlo y encajonar a quienes lo leen. Somos expertos en generalizar. No estoy diciendo que sea malo publicar un libro con una ideología marcada, pero aquellos que no la tienen causan suspicacia y temor.

¿Qué sucede cuándo nos llega a las manos un libro en el que no existen héroes? ¿En el que la voz narrativa no se casa con nadie? ¿Cómo decir algo del texto? Lo primero es cuestionar que no hay línea partidista o al revés decir que el texto es una “campaña publicitaria de corte político”. El texto en cuestión, El jefe, no tiene héroes, no los busque, que no están. Esto me parece: refrescante. Necesitamos acercarnos a la historia y a los seres humanos que marcaron esos eventos sin apologías y sin repetir los discursos que por años se repiten ad nauseam.

La segunda característica de un libro peligroso es que deconstruya mitos. Un mito puede definirse como “parte del sistema de creencias de una cultura o de una comunidad, la cual los considera historias verdaderas”[ii]. En Puerto Rico, gracias al “jefe” y a sus herederos políticos, llevamos un siglo aprendiendo (y si no cuestionamos la educación, creyendo) que los eventos sucedieron de una forma determinada y no hay que cuestionar quienes son los padres de la patria o sus acciones. Por ejemplo, debemos tomar como verdad que LUIS MUÑOZ RIVERA estuvo encarcelado 42 veces porque así él lo dijo en sus periódicos (sin evaluar cuáles fueron las duraciones o las condiciones de esos encierros); es nuestro Jorge Washington autóctono, del patio, orgánico, el que nunca dijo una mentira.

El libro que presentamos hoy deconstruye los mitos alrededor de la figura de Luis Muñoz Rivera, del año 1898 y del comienzo de nuestra deuda pública apabullante. Para lograr deconstruir mitos, la doctora Vázquez hace un análisis fenomenal sobre cómo la verdadera joya de la corona tras la diplomacia del dólar y la guerra hispanoamericana fue P.R. y no Cuba, como otros han propuesto. Puerto Rico, según los argumentos presentados en el libro, fue el territorio más importante por la seguridad que representó para el dinero estadounidenses y sus inversionistas.

La tercera característica para que un libro sea peligroso es que otorgue responsabilidades. Una de las grandes aportaciones en este libro es el concepto de la “responsabilidad criolla” que se propone, durante el fatídico mes de julio de 1898. En esta crónica casi diaria, vemos como son muchas las partes responsables de la invasión norteamericana, a través del puerto de Guánica. Por ejemplo, cuando Nelson Miles estaba en las cercanías del puerto sureño, los miembros de la Cámara Insular estaban reunidos para determinar el subsidio de un tren en Mayagüez. Los líderes de los que dependía el país no cumplieron con sus funciones cómo se debía. La marina de guerra entró y tomó el poder del archipiélago, pero existe una responsabilidad criolla de los hombres electos y nombrados en representación del estado, que no actuaron según sus deberes. Esto puede resultar muy peligroso para un país con tantas carreteras y escuelas que honran la memoria de personas que se vendieron al mejor postor. En la guerra de la supervivencia, escogieron sus alcancías personales antes que las del erario.

Dentro de las características de peligrosidad de un libro, la última que expondré es la siguiente: el libro necesita mostrar cómo se toma por el pelo al lector, a través de fuentes primarias y numerosas. Basta con estudiar la bibliografía de la autora para contabilizar más de un centenar de periódicos utilizados.

Decía Borges que en el hoy están los ayeres. Puede resultar hasta violento que encontremos en un libro sobre 1898 como se manipula la opinión pública en el 2023. A través de las repetidas fuentes primarias que la historiadora analiza sobre los artículos publicados en los periódicos satélites que pertenecían a Luis Muñoz Rivera podemos ver como se disemina la noticia y se convierte en un discurso dominante. Hecho que hoy ocurre a través de las plataformas y las redes sociales, sobre todo cuando algún escándalo les alegra el día a los analistas radiales. Este libro examina la prosa periodística de Luis Muñoz Rivera no como discurso narrativo de identidad nacional que apela al corazón del pueblo homogéneo, idealizado e irreal, sino que desenmascara como la repetición de artículos parcializados negaron información al país, en los albores del 25 de julio de 1898. ¿Cómo logra la autora que nos acerquemos a esta obra que ya causa ataques al miocardio a algunas personas? Me complace presentarles el manual del libro peligroso.

El primer paso para desarrollar un libro peligroso es construir un gran narrador. Dice Mario Cancel[iii] que el historiador es un narrador y la condición de narrador histórico ofrece una diversidad de posibilidades. Ante nosotros tenemos el caso de una narradora en la primera persona individual. Entiéndase, la narradora histórica habla por su voz propia y se hace cargo de todos sus juicios. En el proceso, ofrece sus impresiones sobre un momento tan complejo como el de julio de 1898.

Esta narradora es irónica y en muchas ocasiones cómicas. No niego que me reí mucho leyendo aseveraciones como: “Al final, Emma Sickel tenía razón. Brooke siempre estuvo muy lejos de ser una maravilla. Era más bien miope y mentalmente incapaz de anticipar cualquier evento. Quizás por eso se llevó tan bien con Luis Muñoz Rivera” (El jefe, 385).

Lo cierto es que tenemos una voz narrativa cómoda, llena de confianza. Esto solo se logra después de más de seis años de investigación y haber convivido con todos estos personajes, en tantas de sus columnas, biografías apologéticas y contratos para amigos del alma. Hasta nos emocionamos cuando se declara en el capítulo sexto: “¡Por fin, el 21 de julio de 1898, cuatro días antes de la invasión y luego de tanto esfuerzo, Luis Muñoz Rivera podía llamarse Primer Ministro!” (El jefe).

El estilo de la doctora Vázquez es refrescante, lleno de conclusiones satíricas, a la usanza de El Momio, periódico satírico de la época. En lo personal, subrayo el uso de guiones largos para insertar pensamientos interesantes o datos sorpresivos.

La autora/ narradora nos lleva como Peter Pan a la tierra del Nunca Jamás, entiéndase a la España en la que Luis Muñoz Rivera creyó dominar a los políticos españoles, como Sagasta; a las entrevistas que concedió a medios estadounidenses o a sus falsas renuncias irrevocables como cordero inocente, sacrificado por el bien de la Patria. Por motivos de tiempo, solo puedo mencionar ese viaje fenomenal en el que nos lleva la autora a los EE. UU. del hierro, los ferrocarriles y los grandes apellidos como JP Morgan y Rockefeller.

El segundo paso del manual de los libros peligrosos es ofrecer varios libros en uno. Hasta ahora he ido tejiendo la peligrosidad de un primer libro: la revisión tardía pero valiente de una figura canónica por imposición propia que es Luis Muñoz Rivera. Pero aparte del populismo del jíbaro de Barranquitas, tenemos una historia económica que hubiese ayudado a Jaime Dietz en su análisis del P.R. de la primera mitad del siglo XX. Por ejemplo, hoy sabemos que lo económico determina lo político. La historia de P.R. no fuera la misma si el el Metropolitan Club de Teodoro Roosevelt, y los juanes, John Pierpont Morgan y John D. Rockefeller, no se hubiesen juntado. Tampoco Aguirre sería lo mismo, sin las conexiones de otro juan: John Dandridge Luce y su vínculo con su cuñado, el senador Henry Cabot Lodge, quien lo conectó con el presidente William McKinley. Este a su vez le autorizó presidir el primer banco privado que sirvió como agente fiscal del gobierno, DeFord & Co., en el Puerto Rico invadido y ocupado de 1898.

Como tercer punto del manual encontramos el gesto importante de revisar la historia. Este texto es una crónica de la invasión. Vamos día por día, comparando lo que se publicaba en periódicos de Ohio, Chicago, Boston y Nueva York. Lo astuto, sagaz e importante del texto es que comparte las noticias de los rotarios estadounidenses con lo que se publicada en la Gaceta, El imparcial, La democracia y demás periódicos del patio. Hace más de un centenar de años nos mirábamos el ombligo y todavía lo hacemos. Vivimos en la negación de entender al mundo ancho y ajeno que nos rodea. Este texto peligroso nos demuestra como cada acción que toma la metrópoli nos afecta.

El cuarto y último punto, por hoy, es presentar la información de forma novedosa, con infografías que permiten al lector asimilar la información de forma activa. Por ejemplo, analice con detenimiento la imagen de José De Diego, en el noveno capítulo. ¿Al trabajar como abogado de tantos inversionistas, debemos revisar la interpretación tan trillada ya de su poema “En la brecha”?

Ya esbozados los puntos sobre qué hace a un libro peligroso y cuáles son los elementos que lo componen, me resta comentarles sobre el tipo de historia que aquí se presenta.

Esta es una historia económica, que nos muestra el proceso de la moneda bimetálica y cómo fuimos caudal de explotación para los inversionistas extranjeros. ¿Cabe preguntarnos hasta cuándo aguantaremos ese dictamen? ¿Tendrá fin este paraíso fiscal en el que respiramos sin beneficios?

También estamos ante una historia adjudicativa. La doctora Vázquez no titubea en asignar responsabilidades a quienes así lo merecen. Si usted busca una historia que mida el espíritu de una época, como sus propios promotores afirman, una historia “wheather channel”, este no es su libro.

Uno de los grandes valores que tiene este libro es adjudicar responsabilidades e ir de frente. El jefe ha encontrado su denunciante: este libro que plantea de forma clara, documentada y sin fanatismos, como la historia puertorriqueña no debe basarse en héroes canónicos, que en realidad jugaron a venderse al mejor postor. Lejos de apologías, este texto es una denuncia de la inacción o del beneficio personal.

Este libro que no era lo que estaba pensado, sí apareció en el destino. Nuestra homenajeada comenzó con la intención de escribir un trabajo sobre la ley Foraker. En el trayecto se topó con el populista: Luis Muñoz Rivera. Ahora nos presenta un texto que ha emocionado a sus fanáticos y a sus detractores.

Este no es un libro de líneas partidistas como sus ya esperados críticos andan publicando. Sin embargo, es un libro que nos muestra los cimientos de la historia política del país. Cimientos bien entroncados en nuestra zapata colonial. Mencionaré dos ejemplos del libro que bien se pudieran identificar como hechos del 2023. Mientras Nelson Miles tocaba las puertas de Guánica, en la Cámara Insular se discutía la subvención de un tren en Mayagüez (con conexiones a sus delegados) y la construcción de un magnánimo edificio para las cámaras insulares (hoy en día: el Capitolio).

Estamos ante un libro que explica la raíz de los problemas políticos y gubernamentales del presente. Por lo tanto, este libro peligroso nos engaña, pues al concluirlo nos quedamos con el sabor amargo de que no hemos logrado cambiar el paradigma del populismo que nos consume.

Por último, un libro es peligroso cuando hace referencia e incorpora libros peligrosos que fueron quemados, censurados y sus autores encarcelados, cómo lo fue “El momio”. Agradezco a la autora el homenaje que hizo al incorporar citas del que debe ser reconocido como crítico y periodista importante: Juan Vergüenza. Termino con una frase de Borges, que la autora lleva por lema: La historia es la trampa secreta en la que estamos hechos.

Los invito a repensar y deconstruir nuestros mitos a través de una lectura crítica de: El jefe.

 

[i] López Baralt, Luce. (2023, March 27). Opinión: Del Cardenal Cisneros A Ron DeSantis. El Nuevo Día. Retrieved April 20, 2023, from https://www.elnuevodia.com/opinion/con-acento-propio/del-cardenal-cisneros-a-ron-desantis/
[ii] Cervantes, C. V. (2014, September 2). Diferencia entre ‘mitos’ y ‘leyendas’. CVC. Foros. Retrieved April 20, 2023, from https://cvc.cervantes.es/foros/leer_asunto1.asp?vcodigo=46284
[iii] Cancel, M. (2015, September 10). Historia y narración: El narrador histórico. Historiografía: La Invención de la Memoria. Retrieved April 20, 2023, from https://mariocancel.wordpress.com/2009/08/09/historia-narracion-narrador-historico/#:~:text=El%20historiador%20es%20un%20narrador,desde%20la%20primera%20persona%20colectiva.
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