CLARIDAD
“Nadie puede resolver sus problemas si no los acepta primero, y la Policía está en una continua negación”, sentenció la directora ejecutiva de la organización Kilómetro Cero (K0), Mari Mari Narváez, ante la reacción del Negociado de la Policía al informe Feminicidios en la Policía: masculinidad tóxica e impunidad institucional, el cual reflejó que en el cuerpo policíaco se generan más feminicidios íntimos que en el resto de la población de hombres no policías.
El informe de K0, publicado en semanas recientes, compara en términos estadísticos la cantidad de policías que cometieron feminicidios íntimos en los últimos seis años (2018-2023) con la cifra de hombres feminicidas que no son policías, así como con las respectivas poblaciones de cada grupo para ese periodo. En términos estadísticos se esperaría que si el grupo de hombres policías se comportara como el grupo de hombres que no son policías, habría solo un (1.13) feminicida cada seis años. La documentación refleja que la realidad es que cinco de los feminicidios en el periodo estudiado pertenecen a la Policía de Puerto Rico.
Otro dato revelador del informe es que la mayoría de los policías feminicidas llevaban cerca de 30 años de servicio en la agencia. Además se plantea que en la Policía existe una cultura de “impunidad y masculinidad” para lidiar con el problema y que su estrategia de “cero impunidad”, es más una estrategia de comunicaciones que una estricta práctica institucional.
En entrevista, la directora ejecutiva de K0, señaló que llama la atención el hecho de que los feminicidas son policías con años de experiencia, lo que denota que la profesión no los ha protegido de ser agresores. Puntualizó que cuando se habla de feminicidio se habla de la culminación de la violencia, “eso no es cualquier cosa, eso viene con unos patrones previos”.
En esa línea expuso que considera que la Policía es un proyecto de masculinidad tóxica. “Es un proyecto patriarcal y de masculinidad tóxica porque es la institución por la cual se legitima el uso de la fuerza contra la ciudadanía, el uso del castigo como solución a problemas sociales. El uso de todas las medidas punitivas, esa es la naturaleza de la policía”. El punto, indicó, es que la Policía no va a cambiar porque ellos están haciendo el trabajo para el cual fueron adiestrados. Reclamó que para el cambio existe la responsabilidad de invertir como país en políticas públicas de prevención y de contrarrestar la desigualdad, no solo entre géneros, sino la desigualdad socioeconómica, que es una de las desigualdades de género. Esto incluye los currículos con perspectiva de género en las escuelas y en las agencias públicas.
“¿Pero cuánto tiempo más vamos a seguir adiestrándolos y apostando a que ellos pueden cambiar cuando ellos mismos no aceptan ni siquiera el problema? Nadie puede resolver sus problemas si no los acepta primero, y la Policía está en una continua negación”.
Se refirió a las declaraciones a los medios del NPPR, que calificó el informe de una falta de respeto, poco riguroso y que no necesitan investigaciones independientes, y de que son la agencia más monitoreada del país. La directora ejecutiva de K0 subrayó que lo importante aquí son los datos y el análisis sobre el cual la Policía no puede decir absolutamente nada.
Doce años de impunidad y fracaso
Así describe K0 los 12 años que lleva la Reforma Policial bajo supervisión de un monitor federal del Departamento de Justicia de Estados Unidos. El periodo del informe corresponde a la segunda mitad de esos 12 años. Al respecto, K0 declara: “A la hora de cumplir con los objetivos de la Reforma, una racha de 5 policías feminicidas en 6 años evidenció su rotundo fracaso. La institución que tiene como misión garantizar la seguridad de la ciudadanía no fue capaz de evitar que sus propios policías con décadas de experiencia se convirtieran en feminicidas en una proporción mucho mayor a la estadísticamente esperada. ¿Hace falta más evidencia para concluir que el Negociado de la Policía es incapaz de reformarse?”.
El informe de K0 concluye que hay necesidad de reducir los roles del NPPR en cuanto a la injerencia de investigar los casos de violencia de género de sus miembros. Para ello presenta varias recomendaciones que considera puntuales. La primera es establecer un cuerpo de supervisión civil independiente que pueda fiscalizar a la Policía. También hay que eliminar la práctica de que la Policía se investigue a sí misma y cesar la práctica de que las querellas de violencia de género contra policías tengan que radicarse en el Negociado de la Policía. Esta práctica, señala K0, crea el efecto de disuadir a las personas de levantar la bandera en contra de policías agresores y de encubrir la violencia que cometen los propios oficiales.
Mari Narváez también refutó declaraciones del NPPR en el sentido de que no sabe cuál es el ente independiente que propone y señaló que hay diferentes modelos y que debe ser un ente que tenga acceso a datos, a poder de citación. “No puede estar compuesta de policías como el NIE (Negociado de Investigaciones Especiales): son policías”. Rechazó además comentarios del NPPR de que K0 quiera ser ese ente.
“Kilómetro Cero no aspira a ser ese ente que propone porque nosotros somos una organización ciudadana que hace monitoreo, auditoría pública. Pero son dos cosas distintas. En K0 no tenemos ninguna pretensión de convertirnos en ese ente. Kilómetro Cero es una organización sin fines de lucro que aspira a un Puerto Rico donde el Estado proteja la vida humana, las libertades y la dignidad en la búsqueda de la seguridad pública para una sociedad más democrática y justa”.