Medios de comunicación y guerra híbrida

 

 

Por Marcelo Barros/Especial para En Rojo

La Organización de las Naciones Unidas (ONU) consagra este domingo, 03 de mayo à la libertad de la prensa. Casi siempre, grupos de elite sostienen la bandera de la libertad de la prensa para defender a intereses de grupos privados que controlan los medios de comunicación. Es difícil hablar de libertad si, en todo el mundo, más del 80% de los medios pertenecen a muy pocas compañías, las mismas  que dominan el mercado de armas y petróleo. En Occidente, casi todas las agencias de noticias internacionales tienen sede en los Estados Unidos. Desde décadas, el gobierno de los Estados Unidos descubrió que derrotar a un gobierno enemigo con la difusión permanente de noticias falsas es más eficiente y más barato que batallas con soldados y armas. Los missiles de esta guerra son medios de comunicación de masa, agencias de noticias, la prensa, canales de radio y televisión. En América Latina, sabemos lo que el imperio estadounidense hace en Venezuela. Paga parte de la élite venezolana para destruir al gobierno bolivariano. Y el imperio se ocupa de ayudarlos todos los días a través de la prensa internacional que propaga noticias falsas para destruir la credibilidad del presidente Maduro y sembrar confusión en la opinión pública. Además, garantizan la caída de precio del petróleo, principal fuente de reservas de Venezuela. Es la guerra híbrida, experimentada en varios países y ahora en pleno uso en Venezuela.

Iglesias y grupos espirituales tienen utilizado mucho de los medios de comunicación de masa. Actualmente, en medio a esa cuarentena provocada por la pandemia, pastores y curas realizan cultos y misas por televisión o internet. Y grupos que apoyan la violencia y gobiernos de extrema derecha utilizan la religión para difundir prejuicios y justificar el odio y discriminaciones de todo tipo.

El Capitalismo se construye desde la propiedad privada y la competencia del individuo. Ese principio niega el cultivo de la comunidad, principio de todas tradiciones espirituales. En una ética justa, la libertad de la comunicación si conjuga con la responsabilidad por el otro y por la misión de cumplir una tarea común. La libertad supone responsabilidad con la vida de todos, protección de la naturaleza y construcción de un mundo más justo y humano. En la historia de América Latina y Caribe, marcada por injusticias sociales y desigualdades, la verdadera libertad de la prensa es dar voz y vez à las personas que siempre fueran y siguen emarginadas en sus derechos fundamentales. Los cristianos saben que Jesús dijo en el evangelio: “Es la verdad que hará de vosotros personas libres” (Jn 8, 35).

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