Mirada al País-De uvas por el año nuevo y los derechos de las mujeres

 

 

Especial para CLARIDAD

Desde que mi Titi Colín se despidió del Cerro Gordo que tanto amaba para llegar al cielo que anhelaba, de acuerdo a sus creencias religiosas, asumí su ritual de despedida de año con el propósito de rendirle homenaje. Como ella, cuando dan las doce, me como igual cantidad de uvas y lanzo de espaldas al balcón un vaso lleno de agua.  También son doce los deseos y aspiraciones que convierto en peticiones para el año que llega. Excepto las relacionadas con la buena salud de nuestra familia, creo que las de Titi nada tienen que ver con el propósito de las mías.  En los segundos de transición hacia el 2023, una de las uvas recogió el deseo de la libre determinación e independencia para Puerto Rico, acompañada por otra que aspira a que nuestro periódico CLARIDAD tenga larga vida, para lo que necesita mucha solidaridad y apoyo económico. El resto de las uvas estaba relacionado con la agenda para reivindicar los derechos humanos de las mujeres en nuestra gran diversidad.

Vivir con equidad y justicia es una meta que promueve, sin descanso, el activismo feminista. Por ello destaqué en mis deseos para el Año Nuevo la erradicación de la violencia machista pues es la más degradante forma de discrimen contra las mujeres y las personas no binarias. El antídoto es la educación con perspectiva de género, pero cualquier avance con relación a este tema ha sido obstruido por sectores gubernamentales, algunas iglesias y entidades privadas conservadoras.  Sin embargo, la discriminación contra las mujeres no se limita a la violencia de género, aunque la discusión pública del tema en los medios de comunicación, en la legislatura, entre los detractores de nuestros derechos, suele limitarse, erróneamente, a la violencia doméstica y a las controversias relacionadas con la Ley 54.

No obstante, existen otras manifestaciones de discrimen por género que, por su gravedad, merecieron algunas de las uvas que recogieron mis buenos deseos.  Por ejemplo, la eliminación de condiciones de vida que nos hacen las más pobres entre las personas empobrecidas; el reconocimiento de las capacidades que tenemos, de las valiosas aportaciones que hacemos a la sociedad, el establecimiento de políticas públicas que dispongan de apoyo institucional en los múltiples roles que la sociedad patriarcal nos asigna, como las responsabilidades del hogar, el cuidado de personas enfermas y las de mayor edad; que las responsabilidades sociales y familiares se distribuyan de forma equitativa y no a base del género; el cuidado de nuestra salud y el acceso a los servicios, medicamentos y tratamientos para nosotras y quienes cuidamos.  En fin, que las doce uvas no fueron suficientes para tan cargada agenda de reivindicaciones.

El comienzo de este año 2023 me devolvió a la realidad. Dos feminicidios íntimos en la primera semana y tres muertes adicionales de mujeres que están siendo investigadas por las circunstancias en que ocurrieron. A esto le sumamos la reciente desaparición durante varios días de la joven mujer del municipio de Canóvanas, como consecuencia de una posible depresión post parto y el terrible manejo de la noticia por los medios de comunicación, especialmente de la televisión. De forma insensible expusieron su imagen e intimidad cuando fue encontrada y mientras permanecía desmayada. Por otro lado, se mantiene la incertidumbre respecto al proceso de consejo y consentimiento del Senado sobre el nombramiento de la Procuradora de las Mujeres designada.  La oposición de los sectores fundamentalistas continúa, así como la maledicencia de Thomas Rivera Schatz y de Joan Rodríguez Veve, portavoces de sus respectivos partidos, el Nuevo Progresista y el Proyecto Dignidad. Las vistas de confirmación no han sido calendarizadas. La Procuradora, Vilmarie Rivera Sierra sigue ocupando del puesto y desempeñándose en propiedad, pero no hay dudas de que el hecho de no haberse completado el proceso tiene un impacto negativo sobre la implantación del Plan de Trabajo de la Procuraduría y sobre la toma de decisiones.

Por su parte, las organizaciones no gubernamentales de mujeres, no han dado tregua  en su incansable lucha para lograr que tengamos una vida digna.  Combaten las desigualdades que nos impactan adversamente desde los escenarios de servicios para sobrevivientes de violencia de género albergadas en casas de acogida; inmersas en las comunidades hacen labor de educación, ofrecen apoyos de vivienda y desarrollo económico para promover la independencia económica; laboran para garantizar acceso a servicios de salud sexual y reproductiva y reivindicar el derecho humano de las mujeres a tomar decisiones sobre nuestros cuerpos; levantan la bandera de la protección del ambiente, recursos naturales y el acceso a éstos; denuncian y enfrentan el desplazamiento de sus espacios comunitarios a causa de compradores de alto poder adquisitivo que incrementan las rentas de las viviendas y las convierten en impagables; desde el activismo levantan su voz en contra de la privatización de servicios esenciales como la energía eléctrica, la educación, la salud.  Con los contados recursos económicos que disponen, no les falta valentía, energía, creatividad y liderazgo para fiscalizar y denunciar al Estado por los desmanes que comete y por la falta de transparencia en las posturas que asume y las acciones que lleva a cabo con relación a los derechos que nos corresponden.

El próximo 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, con el lema de Justicia de la Mujeres es Justicia Verde, la Coalición de organizaciones y compañeras que organiza el evento está convocando nuestra presencia frente al Departamento de Recursos Naturales, desde las 4:00 de la tarde. El verde alude a la defensa de los recursos naturales y el ambiente, así como a la reivindicación de nuestros derechos sexuales y reproductivos, incluyendo el aborto seguro y accesible.  Son muchas las lideresas que han demostrado su combatividad y capacidad organizativa para darle curso a las luchas a favor de las mujeres, de otros sectores vulnerables y también a las causas comunitarias que benefician a todo pueblo puertorriqueño.

 

Artículo anteriorLos esfuerzos de Cuba para dar un techo a damnificados del huracán Ian
Artículo siguienteFirmes en contra del estacionamiento en el Escambrón