PIE: puente de acceso a la UPR

Julio C. Segarra Delerme es atleta de la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras. Hace tres años, comenzó a estudiar Educación Física en el recinto gracias a la ayuda que le ofreció el Programa de Innovaciones Educativas (PIE).

En entrevista con este medio, el velocista –practica el evento de 100 metros lisos– aseguró que el Programa fue una base porque su Índice Mínimo de Ingreso (IGS, por sus siglas en inglés) no le daba para entrar a la Universidad, pero “a través del deporte me dieron – en el PIE – la oportunidad de venir en verano, de enfrentarme a la dinámica de profesores que exigen bastante antes de que empezaran las clases en agosto”.

“Si no hubiese sido por el PIE, no hubiese podido entrar. Ya yo estaba matriculado en una universidad privada. Lo único que me faltaba era empezar a coger clases allá. Entonces, fui a un try out en Río Piedras y me hablaron del PIE”, rememoró el joven natural de Loíza.

Como la anécdota de Julio, hay muchas otras de jóvenes atletas o artistas que se gradúan de escuela superior y que ingresan al recinto riopedrense respaldados por el PIE, que vela porque el IGS no sea un obstáculo para que estos estudiantes accedan a la UPR.

En lugar del índice de ingreso, este programa, adscrito a la Facultad de Estudios Generales desde 2007, considera las habilidades que tienen estos jóvenes en los diferentes deportes o ramas del arte. La puntuación que obtengan esos estudiantes luego de un proceso de evaluación, se suma al total de IGS, aumentándose así la posibilidad de ingreso a la UPR en Río Piedras.

Sin dudas, el Programa de Innovaciones Educativas es una de las tantas iniciativas que hacen valer el servicio a la comunidad, que es, junto a la docencia y la investigación, una de las dimensiones de la Universidad del Estado.

Según se especifica en el portal electrónico, el PIE es una estructura académica-administrativa que sirve de puente para que diversas poblaciones de estudiantes inicien estudios universitarios por medio de una admisión especial apoyada por el Programa de Reclutamiento para Atletas de Alto Rendimiento – por medio del cual entró Julio Segarra – por el Programa de Educación Continua para Adultos (PECA) o por el Programa de Apoyo Académico para Estudiantes de Destrezas (PAAED).

Recientemente, y a pesar del recorte millonario al presupuesto de la UPR que anunció la Junta de Control Fiscal, se incluyó bajo esta estructura académica-administrativa el Proyecto de Educación Universitaria en la Cárcel. Aunque el proyecto de ir a impartir enseñanza en algunas cárceles del país se efectúa hace años a través de un contrato que la UPR tiene con el Departamento de Corrección, según le comentó a CLARIDAD la directora y coordinadora del PIE, Yvonne Dennis, ahora continuará funcionando más estructuradamente con una secuencia curricular y con la oportunidad de que los confinados puedan obtener una tarjeta de identificación estudiantil.

“Bajo PIE entran atletas y artistas que no tienen el IGS, adultos que nunca han estudiado en una universidad, además, estudiantes con discapacidades (Ley 250 de 2012) y estudiantes socioeconómicamente desaventajados (Certificación 50 aprobada por el Senado Académico)”, explicó Dennis.

A través del Programa de Innovaciones Educativas se organizan los programas académicos de estos estudiantes y se coordinan servicios de apoyo a la docencia, incluyendo servicios de consejería. En ese sentido, los que se encargan de impartir tutorías en español, matemática e inglés son estudiantes voluntarios, aunque en este menester se incluyen varios(as) profesores(as) de Estudios Generales. Los servicios de consejería también los ofrecen estudiantes de la Escuela de Rehabilitación y Consejería del recinto, que a la vez que cumplen con su práctica, brindan ayuda a compañeros y compañeras.

Tal es el caso de Anissa Ortega, actual estudiante del Programa Graduado de Lingüística. Esta joven fungió como tutora de español e inglés al momento de comenzar como voluntaria en el PIE. Al cabo de dos años y luego de culminar un bachillerato en Traducción e Idiomas, ahora es asistente de investigación en el PIE. En esta faceta, siempre ayuda a los estudiantes porque “a mí me encanta y uno aprende demasiado con ellos”, pero su tarea principal es buscar fondos externos (por medio de propuestas a agencias privadas) para que el PIE pueda funcionar sin depender exclusivamente de fondos institucionales.

Fortalecer el compromiso

La Universidad hace tiempo está trabajando con programas como el PIE con la intención de cumplir con su propósito de ser “un brazo de servicio a la comunidad”, afirmó Yvonne Dennis. En momentos en que la Junta de Control Fiscal pretende aniquilar la educación superior pública, los más de veinte proyectos universitarios que trabajan directamente con el pueblo de Puerto Rico desde diferentes focos sociales, tienen que fortalecerse porque son los que demuestran la labor social de la Universidad, ese vínculo que tiene la comunidad universitaria con el resto del país.

Así esto y teniendo en cuenta el funcionamiento del PIE, es desde la docencia que se debe continuar fomentando el compromiso que tiene la UPR con el estudiantado y la importancia de que los profesores sean ante todo maestros interesados en cumplir con la diversidad que presentan los y las estudiantes que ingresan al recinto riopedrense con la ayuda del Programa.

Por otro lado, aunque los estudiantes del PIE siempre han tenido la oportunidad de ingresar en el recinto –según directivos del Programa–, para continuar brindando servicio a esta población estudiantil desaventajada, es vital que se agilicen los procesos de admisión, ya que los estudiantes del PIE son los últimos en ser evaluados por la Oficina de Admisiones. Garantizarle al estudiantado que atiende el PIE programas académicos acoplados a las situaciones individuales, es reconocer el derecho que tienen los y las estudiantes más vulnerables de estudiar en la UPR. Admisiones y el Decanato de Asuntos Estudiantiles ha sido diligente en atender a esta población, finalizó Dennis.

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