Por un salario justo

 

CLARIDAD

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Una actitud racista y clasista por parte de las personas que ostentan el poder político y económico que emana desde la edad media, con la servidumbre y el servilismo, pasando por el resultado de la abolición de la esclavitud, de ahí emana el hecho de que a estas alturas del siglo XXI las personas que trabajan en la  industria de servicios cobre apenas $2.13 la hora y dependan de la propina para completar su salario.

Entre los diversos sectores de trabajadores que se han manifestado en semanas recientes se encuentran los trabajadores de servicios de restaurantes, meseros y bartenders en un movimiento conocido como Justicia Salarial. Randiel José Negrón Torres, uno de los portavoces de Justicia Salarial, se expresó sobre su incursión en este sector laboral.

“La generación que está ahora en la universidad es la de mayor educación en la historia del país porque antes no todo el mundo llegaba a ella. Ahora más gente llega a la universidad, pero es más cara. Hay menos  mercado de trabajo, las puertas que se abren son trabajos que no requieren un alto grado de escolaridad, pero que sí requieren otras habilidades que no todo el mundo tiene”. Negrón Torres es  mesero de un conocido restaurante en cadena en Plaza las Américas, tiene un bachillerato en Relaciones Laborales de la Universidad de Puerto Rico (UPR), recinto de Río Piedras, y una maestría  en Protección Jurídica con concentración en la Industria Hotelera, de la Facultad de Derecho de la Universidad de Ovideo, España.

“No cualquiera puede ser mesera o mesero. Para empezar, si tienes diversidad funcional es difícil que te contraten. Si tienes una identidad de género particular u orientación sexual particular, hay muchas personas que no encuentran trabajo dando este servicio. Se trata de buscar siempre a la persona —chica linda, bien puesta, blanca, rubia y ya otras cosas que son superfuertes—, la chica que no me venga a causar problemas, la que no venga a pedir mejores condiciones de trabajo, etc”.

Añadió que en toda la contratación la paga en este sector está sujeta a que las personas, en particular si es mujer, se mantengan sin expresar incomodidad. Cuenta que desde el primer día que comenzó a trabajar en el restaurante en el 2017, luego del paso del huracán María,  mientras cursaba su tercer año de relaciones laborales, y desde el minuto uno que le dijeron su salario era de $2.13 la hora, comenzó a buscar la ley. La situación también le llevó a comenzar a hablar con  algunas compañeras al respecto.

En esa gestión se encontró  con que al aprobarse la primera ley a nivel federal en el 1938, Ley de Normas Justas en el Trabajo (FLSA, siglas en inglés), que incluyó la jornada de 40 horas, el salario mínimo fue de 25 centavos la hora. Pero el Congreso no aprobó que la ley se aplicara las personas que trabajaban en el sector de servicios, hoteles y restaurantes.  Su tesis es que la costumbre de la propina es de aquellos  países donde hay  la percepción de que el servicio es algo que se tiene que hacer. En Estados Unidos esto está afirmado con el  proceso de esclavitud, donde las tareas de servicio estaban  racializadas. “Tenemos que preguntarnos quiénes son las personas que han sido excluidas de esta decisión. A principios del siglo 20, el 75 % de las personas racializadas que no trabajaban en la agricultura trabajaban en servicios. Fue una acción prejuiciada, sabían que estaban excluyendo a miles de personas no blancas. Eran negros, mujeres, mexicanos…”

Con  la aprobación de la Ley de Derechos Civiles, una persona negra llevó un caso de discriminen porque no se le permitió hospedarse en un hotel. El caso llegó hasta el Tribunal Supremo, el cual determinó que todos los  moteles, hoteles y restaurantes tenían que respetar las leyes federales del comercio interestatal, decisión que le dio jurisdicción a la ley de salario mínimo. De inmediato, el mismo año de la decisión del TS (1966) el Congreso enmendó la ley de salario mínimo y legisló un subsalario mínimo del 50 % del salario mínimo federal en ese año, que era $1.60 para las personas que reciben propinas. Por consiguiente, el primer subsalario mínimo para las personas que reciben propinas fue de ochenta centavos ($0.80).

“Algo que nosotros decimos desde Justicia Salarial es que el primer subsalario nació cuando se abolió la esclavitud y el primer subsalario fue el 100 % del salario porque el Gobierno se inventó que si una persona recibía propina no necesitaba el salario mínimo. Eso fue hasta el 1966”.

Luego, en el 1989 se volvió a enmendar la FLSA para aumentar en el 1991 el salario mínimo a $4.25 la hora y se dejó el subsalario para las personas que reciben propina en $2.13 la hora. En el 1996 se volvió a aumentar el salario mínimo a $5.15 la hora, pero permaneció el subsalario de los trabajadores que reciben propinas en $2.13. Así se ha mantenido hasta el presente.

Aunque la ley federal dice que el patrono tendrá la obligación de igualar el salario mínimo estatal o federal, el que sea mayor, siempre y cuando la propina no complete el salario mínimo estatal por hora, es sabido y reconocido por el Gobierno, tanto de Estados Unidos como de Puerto Rico, que la mayoría de los patronos no cumple con la ley.

“Hemos necesitado investigar bien para darnos cuenta de que la situación no es solo racista, sino también sexista. Al día de hoy es un problema que lo viven más las mujeres y otras identidades de género que los hombres”.

En Puerto Rico, al aprobarse la nueva ley de salario mínimo, la Ley 41 del 2021, que aumentó a $8.50 la hora para este año 2022,  a $9.50 para el 2023,  y a $10.50 para el 2024, se excluyó a las y los meseros y bartenders porque la ley dice que la Junta de Salario Mínimo podrá determinar que el salario mínimo de las personas que trabajan a base de propinas será de $8.50, pero que llegaran a él en combinación del subsalario federal con las propinas. Entonces,  lo que dice la ley es que les aplica el 8.50, pero que el patrono les puede pagar el $2.13 por hora trabajada, que es el federal. El resultado es que la ley excluyó de la obligación de pagar el salario mínimo completo a aquellos patronos cuyos empleados reciben propina, denunció.

A pesar de que el sector patronal dice que no los excluyó, sí les excluyó de pagar el salario mínino completo siempre porque les permite no pagarlo si las propinas superan el salario mínimo por las horas trabajadas. Aun cuando el joven reconoció que las propinas son una ventaja y un atractivo que no tienen las demás industrias, están en inferioridad de condiciones, ya que no siempre se reciben propinas.

El movimiento Justicia Salarial busca que se elimine el subsalario y se les trate como al resto de los trabajadores. Al presente hay dos proyectos, uno en la Cámara y otro en el Senado. La medida de la Cámara, el PC 1133 mantiene el subsalario, pero propone que este aumente  al 75 % del 8.50 a partir de julio, lo que  sería $6.38, y al 100 % del salario mínimo el año que viene, que es el $9.50. Pero a partir del 2023, aumentará sujeto a las propinas, según lo entienda la Junta de Salario Mínimo. Eso permite que se repita lo del 1991, es decir; que se mantenga el subsalario.

El proyecto del Senado PS 758 textualmente elimina cualquier subsalario a las personas que trabajan con propinas. El PC 1133 que fue presentado por la delegación del PPD ya tuvo una primera vista pública en la Comisión de Asuntos Laborales. El PS 758 fue presentado por la delegación del Movimiento Victoria Ciudadana (MVC) en consulta con Justicia salarial. “No estamos en contra de que sea un proceso escalonado; pero que no haya diferencia al final. Desconfiamos de la Comisión”, dijo en referencia a la Comisión del Salario Mínimo.

Negrón Torres trajo a la atención que en Estados Unidos hay un movimiento que ya lleva 15 años, Por un único salario justo, que lucha por que se  eliminen todos los subsalarios y el FLSA. Otros de los trabajadores que reciben un subsalario son los de la agricultura. También los menores de 21 años, a quienes cualquier patrono les puede pagar $4.25 en los primeros tres meses de trabajo. Aclaró que en el caso de los menores no pasa en Puerto Rico  porque la nueva ley de salario mínimo solo permite el subsalario en las propinas y agricultura.

En EE.UU. ya hay siete estados que eliminaron el subsalario. Son Oregón, Montana, Minnesota, Nevada. Alaska, Washington y California. Estos estados no tienen ninguna diferencia entre salario mínimo estatal y el de las personas que reciben propina. Esas personas reciben su salario mínimo más propinas siempre. Aquí, en Puerto Rico, es el subsalario más propina.

El portavoz de Justicia Salarial señaló otro de los efectos que acarrea la desigualdad salarial a los trabajadores de servicios de restaurantes, meseros y bartenders. “En Justicia salarial, no decimos que se va acabar el acoso sexual cuando se elimine el subsalario. Eso pasará cuando haya una educación con perspectiva de género y en la medida en que los hombres dejemos las posiciones de poder. Pero los estudios demuestran que el acoso es 50 % menos en los estados donde se paga el salario completo. Eso es algo que ASORE prefiere ignorar”.

 

 

 

 

 

 

 

 

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