Resistir es crear. Resistir es transformar

Ése es el tema que reúne miles de personas de todo el mundo, venidas a Salvador, BA, para, desde ese martes, 13 de marzo, participar de más un Fórum Social Mundial. En ese momento, el mundo vive un retroceso social y político, como desde décadas, no se veía. En casi todos los continentes, se asiste a un aumento del racismo y de discriminaciones sociales que configuran una cruel violencia. En toda América Latina, vivimos tiempos oscuros, con graves retrocesos sociales y políticos en nuestras frágiles democracias. En Brasil, el poder ejecutivo, legislativo y judiciario se unen al servicio del Imperio y en contra del pueblo ya muy sufrido y, a cada día, despojado de sus derechos básicos. En ese contexto, la realización de ese Foro Social Mundial puede representar un grito profético de la sociedad civil que apunta nuevos horizontes de participación ciudadana y nuevos rumbos para la humanidad.

El proceso de los foros sociales fue iniciado en 2001. Los ricos del mundo hacían sus encuentros anuales en Davos, Suisa y declaraban el dogma del mercado como única salida para la sociedad internacional. Un secretario del gobierno de los EUA llegó a declarar: “La guerra en contra de la pobreza acabó. Los pobres han perdido”. Como respuesta a eso, representantes de diversas organizaciones sociales se han unido y han iniciado los foros sociales. Desde el inicio, la propuesta fue constituir un proceso descentralizado para favorecer la construcción de convergencias y favorecer la posibilidad de resistencias. El lema era “un otro mundo es posible”. Los primeros foros respiraban un aire de confianza y han llegado a reunir más de cien mil personas de todos los continentes. Era un verdadero encuentro de sociedad civil. En los años más recientes, el proceso pasó por un natural desgaste. Hasta hubo quien predijo el fin de ese proceso. Sea como sea, la realización de ese foro en Salvador revela una fuerza de resistencia y una esperanza nueva para la humanidad. En ese foro, están inscritos muchos grupos ligados a diversas religiones y a diferentes Iglesias cristianas. El papa Francisco propone una Iglesia en salida, eso es, a servicio de las grandes causas de la humanidad. Para quien es cristiano y sigue la fe bíblica, la esperanza no viene tanto de una análisis de la realidad. Ésa puede ser pesimista. Viene de la convicción de que el Espíritu está siempre presente y actuante en la historia. En estos días, estamos viviendo la preparación para la celebración anual de la Pascua. Esa fiesta recuerda la liberación de los oprimidos y la resurrección de Jesús, primicias de un mundo nuevo, en lo cual, como dice el evangelio: “Todo el universo verá la salvación” (Lc 3, 6).

El autor es monje benedictino y ha escrito más de 40 libros.

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