CLARIDAD
La apropiación de bienes de dominio público por los dueños de las llamadas ‘casetas’ en el poblado de La Parguera no es la única situación que enfrenta dicha comunidad. La Asociación de Pescadores Parguera, Inc. también se enfrenta a las pretensiones del alcalde, Jayson Martínez, de desplazarlos de su Villa Pesquera, la cual data de 1972.
La amenaza surge ante la acción del alcalde de emitir un aviso de una subasta en la que solicita propuestas a personas físicas y/o jurídicas que interesen el arrendamiento de las facilidades de la Villa Pesquera. Ramberto Hernández, presidente de la Asociación de Pescadores, en tono enérgico denunció que Martínez firmó un contrato con el Departamento de Agricultura (DA) por 15 años para administrar la villa, contrato por encima de la Asociación. El contrato tiene fecha del 16 de febrero del 2023 hasta el 16 de febrero de 2038.
El pescador de toda la vida, hijo de familia de pescadores, reclamó que se supone que las instalaciones de la villa pesquera, la cual se instaló bajo la promoción de CODREMAR, una división del Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA), es para el uso de pesca comercial, es decir, para las personas que viven de la pesca.
“Cualquier pescador que tenga su licencia al día, sea de Lajas, Cabo Rojo, Guánica, Isabela, Arecibo, puede venir a la villa y usar las facilidades siempre y cuando tenga su licencia al día”, defendió el pescador. Añadió que la pesca, la cual está considerada una actividad agrícola por el DA, es el sustento de ellos y que para ello tienen que llenar registro de comerciante, planilla y estadísticas para el DA.
La postura de Hernández es que el contrato entre el DA y el Municipio es con el propósito de que el municipio haga mejoras a la villa, pero alertó enfáticamente que el alcalde tiene otros propósitos.
“El interés es el muelle y el quiosco y olvidarse de los pescadores. Cuando el río suena, agua trae. Van a tratar de sacar a los pescadores que no tienen licencia para poder alquilar espacios en el muelle a personas que no son pescadores”, manifestó.
Las sospechas y denuncias del pescador emanan de las dificultades que narró han estado pasando hace ya varios años. “Llevamos tiempo lidiando con personas que tienen lanchas. Esto parece aquí las lanchas de Cataño: gente con pasajeros, tiran botes en la rampa…ya hubo una demanda. Lo menos que quiere el alcalde es reunirse con los pescadores de la Asociación”. Indicó que llevan más de tres años, casi cuatro, metidos en el municipio llevándole cartas al alcalde Martínez, incluso a través de sus abogados, en donde le informan de la intención de arrendamiento. El alcalde nunca les ha contestado ni se ha reunido con los miembros de la Asociación. En el caso del actual anuncio de subasta, los interesados tenían hasta este 24 de enero para presentar propuestas.

El presidente de los pescadores de La Parguera recalcó su denuncia de que hay otros intereses para las facilidades de la villa, que no son la pesca comercial. Como ejemplo contó que en el 2018 se metió una persona a la villa con un alegado endoso del municipio y se hizo dueño de las instalalciones. Esta persona, de la cual prefirió no dar nombre, no le comparaba la pesca a los pescadores y tuvieron que ir al tribunal para poderlo sacar. En esa situación el Municipio no les prestó ninguna asistencia.
En otra ocasión, se metió una persona a alquilar kayaks, lo que va en contra del Reglamento de Agricultura 7626, que limita el uso de dichas instalaciones para la pesca. Denunció que el DA, por medio de su director de pesca, Ricardo Rivera Amil, no hizo nada: “Sabiendo el problema que había, no hizo nada. Es uno de los más malos administradores de pesca que ha pasao”.
Otro elemento que les hace sospechar que los quieren sacar de la villa es la falta de licencia de pescador comercial que otorga el DRNA. Aun cuando los pescadores activos de la Asociación son cerca de 20, algunos no tienen la licencia del DRNA, ya que según la agencia, no la han dado porque no tienen mucho personal. “Siempre se la están denegando, inclusive hay varios pescadores que llevan décadas pescando y tuvieron que sacar la licencia de principiantes”.
Por su parte, Luis García Almodóvar, vicepresidente de la Asociación, expresó que son muchas las inquietudes que quedan en el aire. “Somos una comunidad de pescadores. Hace nueve años que llevamos esta guerra por salvar a la villa, su pesca. Han venido agencias diferentes, pero se queda en nada. Las agencias que están involucradas lo que quieren es lucrase de la facilidad, como el muelle, como el quiosco”.


De familia de pescadores, García Almodóvar apeló a que lo que necesitan en la villa es un administrador que sea de la Asociación, una persona que sea negociante: “No es un negociante que venda empanadillas, los mariscos es algo que se tiene que salir a promover”. La falta de un administrador ha provocado que los pescadores de la villa hayan tenido que salir a buscar compradores independientes, contrario a lo que era hace unos años atrás, cuando muchos de los mariscos que se movían en la comunidad La Parguera eran de los pescadores de la Asociación. Esto le hace sospechar, reiteró, que lo que está pasando es parte de la intención de sacarlos de la villa.
Dio como ejemplo que antes salía a pescar los siete días de la semana; pero ha tenido que buscar trabajo en otras embarcaciones debido a que la pesca no se está vendiendo tanto como en años anteriores, por lo que insistió en la necesidad de un administrador que responda a los pescadores.
Sobre los problemas que han enfrentado con las facilidades narró que en muchas ocasiones han regresado de pescar a la 1:00, a las 3:00 de la mañana y hay embarcaciones privadas en el muelle: “Si uno las mueve, se busca un pleito con las personas”, que, según señaló, se muestran agresivas. Agregó que estas personas alegan que están pagando por el espacio, pero no dicen nombres de quién fue el que les cobró. El pescador censuró que no hay quien les defienda, ya que funcionarios del DRNA les han dicho que la Villa Pesquera es de Agricultura y el contrato con el municipio es para administrar, por lo que Recursos Naturales no puede intervenir, que quienes tienen que tomar acción son los pescadores.
“Esto es tierra de nadie. Según Recursos Naturales, no puede sacarlos, pero es la agencia que les cobra un marbete a la embarcación. Se supone que ese es el trabajo de Recursos Naturales; pero si a un pescador lo cogen en el mar sin salvavidas, le dan un multa, y los recreativos están p’arriba y p’ bajo y no les dan”.
El vicepresidente de la Asociación de Pescadores de La Parguera sostuvo que un sinnúmero de veces le han llevado al alcalde los documentos de la propuesta e intentado dialogar sobre la administración de la villa por los pescadores. No obstante, se expresó escéptico sobre las posibilidades de que se acepte la propuesta. “Ya saben quién es el que se quiere que administre la villa”.
En tanto, el veterano pescador, presidente de la Asociación, lamentó el que “no se respeta al trabajador. Están viniendo con una visión diferente a lo que es una villa pesquera. No se respeta lo que es la cultura del pescador. Quieren venir a alterar todo el sistema”.
La mayoría de los pescadores son de La Parguera y de Playa Santa de Guánica, dijo. “Ya los viejos se han ido y los que hay, muchos están sin licencia. Les están exigiendo que si no llenan las estadísticas, no tienen la licencia, pero la licencia de principiante es por un año. Eso se presta para muchas cosas porque muchos de embarcaciones privadas, pescadores recreativos, están sacando la licencia de principiante para poder sacar la licencia de cinco dólares, pero no pescan ni venden en ninguna villa. Nadie verifica eso”.