El afán por acumular ganancias es la causa de la crisis de los hospitales

 

 

CLARIDAD

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Para los trabajadores y las trabajadores de la salud, enfermeros, enfermeras y otros profesionales, no es cierto lo de la crisis económica que alegan las instituciones hospitalarias privadas. “Es curioso que la Asociación de Hospitales (AH) se atreva a decir ahora que los hospitales están en crisis porque, paradójicamente, la única crisis que para ellos es válida es la económica”, afirmó en entrevista Ariel Echevarría, funcionario de la Unidad Laboral de Enfermeras y Trabajadores de la Salud (ULETS). Este reconoció que en alguna medida los hospitales sí tienen una crisis, pero dejó implícito que ello responde a su afán por acumular ganancias.

En tono enérgico, Echevarría reclamó que cuando la emergencia ocasionada por el COVID 19, si hubo un sindicato en el país que planteó a viva voz que los hospitales estaban crisis y que el sistema de salud en Puerto Rico había colapsado fue la ULETS. “El señor Jaime Plá (presidente de la AH) se atrevió a decir en una entrevista que los hospitales no estaban colapsando, cuando él sabe que eso es falso”.

Echevarría contrastó que durante la emergencia del covid los hospitales no hablaron de crisis y que curiosamente es ahora que hablan de crisis. “Ellos están hablando de crisis ahora porque efectivo al 1.0 de julio del 2023 no tan solo tuvieron que aumentar el salario mínimo, sino que también tuvieron que poner en vigor la Ley 137 del 2020, que enmendó la Ley 27 que establece el nuevo salario básico para el personal de enfermería. Entonces ahora ellos hablan de crisis porque tuvieron que meterse la mano en su bolsillo para poder darles dinero a los trabajadores”.

El representante sindical de la ULETS explicó que lo que están buscando los hospitales con su alegación de crisis es que el Gobierno les dé dinero, como se ha hecho en el pasado, para ellos minimizar el impacto de los ajustes de salarios que tuvieron que poner en vigor el 1.0 de julio de este año.

“Cuando se estaba discutiendo la Ley 27 (de 2005), que fue la primera ley para establecer el salario básico para el personal de enfermería, la Asociación de Hospitales se metió al Capitolio a amenazar con que si la ley se aprobaba, los hospitales se iban ir a quiebra. Se aprobó la ley y la tuvieron que poner en vigor y ningún hospital se fue a quiebra. Lo mismo hicieron ahora con la Ley 137”, denunció.

Echevarría señaló que, cuando se aprobó la Ley 27, la AH con sus bufetes de abogados hicieron una convención en Río Grande para delinear estrategias para burlar el impacto en aquel momento del aumento del salario básico para el personal de enfermería. Una de estas formas fue agregar el pago del diferencial como parte del sueldo, con lo que se aparentaba aumentar el sueldo, pero se bajaba el diferencial. La Unión tuvo que llevar a un patrón hospitalario a la Junta Reglamentadora del Trabajo y el caso llegó hasta el Primer Circuito de Apelaciones, en donde prevaleció. Se le ordenó al hospital que tenían que sacar del salario básico todo pago de dinero que estuviera contemplado en aquel momento en el convenio colectivo pagadero por encima del salario básico y que tenían que dar el ajuste real en el salario básico que se supone tuviera por ley.

“Estamos hablando de unas entidades que están alegando problemas económicos. El problema lo tienen los y las trabajadores porque si ellos tuvieran problemas económicos, no estuvieran a cada rato expandiendo sus facilidades y comprando otros hospitales y centros de salud a nivel isla como acostumbran hacer”.

Echevarría reconoció que los hospitales están buscando reclutar personal, pero reparó en que el problema es que están buscando reclutar, pero no están buscando pagar. Este refirió la situación de que para los trabajadores la cultura de trabajo cambió a raíz de la emergencia del COVID-19: “Quien diga lo contrario no vive en la isla”. Argumentó que los trabajadores no están dispuestos a seguir siendo maltratados y explotados. Describió que lo que está ocurriendo en los hospitales es que esa generación que está pasando a formar parte de la nueva fuerza trabajadora en el país es una que piensa diferente, y es la generación de si tú no me das lo que yo entiendo que me merezco, yo feliz pongo mi carta de renuncia; es más, al otro día no vengo a trabajar.

También expuso que ahora los hospitales están competiendo unos contra otros debido a que, como consecuencias de la pandemia, algunas especialidades son difícil reclutamiento, por ejemplo, tecnólogos médicos, terapistas respiratorios, técnicos de rayos X. La cantidad de personal que había no daba a basto. Dado a la falta de personal, al ser de difícil reclutamiento, los hospitales se vieron en la obligación de ajustar la escala de salarios para poder retener el personal que tenían y a reclutar otro en los hospitales circundantes.

Otro aspecto que afirmó está pasando y que expresa es real es el maltrato institucional al que están siendo sometidos los y las trabajadores debido a la sobrecarga de trabajo. “Ahora mismo hay hospitales que han implementado lo que se conoce como el total care, que es que la enfermera graduada hace todo como una enfermera práctica…como le pago más, pues la tengo que explotar más”, denunció.

Echevarría señaló que otra realidad es que como los trabajadores de la salud ya no están dispuestos a ser maltratados y explotados, es la orden del día en los centros de trabajo que haya compañías que constantemente están viniendo a Puerto Rico a reclutar profesionales. Señaló que los que se están yendo son los jóvenes, mientras que los empleados antiguos están renunciando.

“Es embuste que los hospitales estén en crisis. HIMA es uno que por años llevaba pagando con cheques sin fondos. La pregunta es cuántos hospitales pertenecen a la cadena HIMA. Tiene para comprar, pero no para pagar. ¿Qué hicieron el dinero, lo robaron o desviaron? Estos hospitales se quejan de crisis ahora que tuvieron que sacar de su dinero para aumentar el salario, pero en años anteriores no había crisis. ¿Por qué no había crisis? Porque se hartaban de chavos a costilla del sufrimiento y explotación laboral a la que tenían inmersos los trabajadores. Ahí no hay crisis”, expresó enfático el funcionario de la ULETS.

La Ley 137 establece que las nuevas escalas salariales básicas para el personal de enfermería son: Enfermera Práctica sin experiencia, $1,750; Enfermera Práctica con Experiencia, $2,000; Enfermera Graduada Asociada, $2,250; Enfermera Graduada Asociada con experiencia, $2,500; Enfermera Graduada, $2,750, y Enfermera Graduada con experiencia, $3,000. De acuerdo al reglamento vigente de la Ley 27, el parámetro de experiencia es un año o más.

 

 

 

 

 

 

 

 

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