Bailar

10/ 2- 3- 4 /2021 Durante el fin de semana se llevo a cabo el velatorio y sepelio del Sr. Bongo Roberto Roena Vazquez. En los pueblos de Hatillo su pueblo natal Mayaguez en el sector Dulce Labios Palacio de los Deporte y el Colosieo Roberto Clemente el Residencial Luis Llorens Torres el sepelio cementerio Monte Calvario Caguas CALLE Manuel Monge # 176 Frente al hogar donde nacio RR Edwin Mendez interpreta una plena José Rodríguez ©

 

 

Dicen que la tierra pulsa como las estrellas titilan. No sé si es cierto, pero me gusta suponer que sí. Me gusta entender que el baile responde al hecho de que el ser humano instintivamente busca formas para conectarse con esa energía pulsante. El cuerpo se sincroniza con esa energía y su dueña entiende, llega a entender algo, aunque no se lo plantee de forma consciente la persona pensante que hace rato se estuvo moviendo y ahora suda y busca agua y aire.

Bailar es una de esas cosas que las personas hacemos que parecen inútiles. ¿Para qué bailar? Parece un desperdicio de energía visto desde un contexto utilitario. Pero aprendemos a bailar (los ritos comunitarios en torno al baile) de nuestros mayores. ¿Será un modo de mantener cierta memoria social? Es en ese sentido que el baile es político.

El baile de bomba sigue muy cercano a su raíz ritual. Hay ritmos para el duelo y para la catarsis. Con la plena se decía el mundo desde una perspectiva que no contaba con avales institucionales. Con el birimbao de fondo, en Brasil todavía se baila o practica capoeira: un híbrido entre baile y arte marcial. Los esclavos tenían permiso para–en ciertas festividades–reunirse a celebrar. Ellos conspiraban. Aprendían a luchar con las manos peladas o tal vez utilizando instrumentos de trabajo; herramientas. Nuestros pueblos transculturados sincoparon la música. No se olvidaron de hacerla inclusiva, comunitaria, participativa, sea en los coros, los soneos, o en el baile, todos aspectos comunitarios del la práctica de la música salsa. En los bailes de salón también se produjo música transculturada: el danzón, la danza, por ejemplo, tienen mucho que ver con ritos de paso y el cortejo. Se baila para enamorar, para agradecer o liberar energía en un bautismo o una boda. Deberíamos bailar cada vez que regresamos del supermercado para celebrar la buena cosecha, la buena caza. Yo lo hago.

Si la vida moderna nos ha ido alejando cada vez más de la tierra y sus formas, tal vez debemos acordarnos de bailar más a menudo, pues no todo conocimiento se adquiere por medio de la cabeza. Pensar demasiado atrofia el cuerpo. Piensen en “Funes el memorioso”. Es un personaje de un cuento del argentino José Luis Borges. Él tenía memoria exacta. Se acordaba de todo. Funes no podía abstraer. Es decir: él no pensaba en la abstracción perro cuando le venía en mente la idea perro, sino que se acordaba de todos los perros que existen, todas las razas, todos los perros que había visto en su vida en todas las posiciones: callado, contento, gruñendo, ladrando, corriendo, comiendo, durmiendo, alerta. Funes había tenido un accidente de caballo y había quedado paralítico. Esto no le importó porque no necesitaba el cuerpo para pensar, tarea en la que ocupaba todo su tiempo. Podía, por ejemplo, recrear un día completo; acto que le tomaría otro día completo. Pero es también ese cuerpo paralizado en cama una metáfora. Sin abstracción estamos paralizados. Por el contrario, sin pensamiento ninguno, que no sea una reacción (codificada y ensayada tal vez), a partir de un movimiento para acá o para allá, es como se baila. Cuando se piensa mucho se baila mal. Se baila mejor cuando la mente y le cede el turno al cuerpo.

Incluso en la danza moderna los movimientos que se practican son procedimientos para reflexionar sobre el cuerpo; sobre los modos en que lo usamos, los modos lícitos e ilícitos que tenemos de estar en el mundo. En esta disciplina se reflexiona en movimiento sobre los modos de caminar de las personas, sus gesticulaciones, su contención o su apertura, las maneras de ser libres o de estar atrapados que tenemos las personas. ¿Por qué atribuimos ciertos significados a ciertos movimientos? La danza contemporánea experimenta y nos ilumina sobre ello.

 

Se desprende de todo esto la conclusión de que bailar es un modo de acercarse a conocimientos de lo sagrado.

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