Cine en el aire

 

 

En Rojo

Lo mejor que se han inventado las líneas aéreas—aparte de llevarte a sitios lejanos—es ofrecer una cartelera de cine muy diversa para los viajes largos, como San Juan a Madrid y de vuelta a San Juan. Casi nunca duermo en sillas estrechas, casi sin reclinación y en tanta proximidad a otras personas (la mascarilla es auto mandatorio), así que tengo mi dosis de 3 a 4 filmes por viaje. Lo sorprendente es la cartelera que ofrecen: desde cine hollywoodense lite hasta intensos dramas españoles y latinoamericanos del año pasado (As bestas; Un crimen argentino; 1976); incluyen deliciosos proyectos del pasado (los que denominamos clásicos dependiendo de la generación de cine donde nos ubicamos) que unx puede ver muchas veces sin cansancio. Parte del listado son: Notting Hill (1999), The Truman Show (1998), Top Gun (1986), Indiana Jones and the Raiders of the Lost Ark (1981), Revolutionary Road (2008), Lost in Translation (2003), Little Miss Sunshine (2006), Back to the Future (1985), Frida (2002). Los filmes de 2022 también abundan: Till, Wakanda Forever, The Woman King, Women Talking, Tar, She Said, Living, Empire of Light, The Banshees of Inisherin, Everything Everywhere All at Once. Escojo cuatro filmes de los ocho que vi por ser excelentes, de una intensidad sorprendente para filmes hechos con presupuestos moderados y, en tres de ellos, seguir el modelo minimalista.

Aisha

Director y guionista: Frank Berry; guionista; cinematógrafo: Tom Comerford; elenco: Letitia Wright, Josh O’Connor, Lorcan Cranitch, Denis Conway, Stuart Graham.

Tan diferente a su presencia y actuación en la serie de TV británica, “Small Axe”, de Steve McQueen, y de su protagonismo como la princesa Shuri en Black Panther y Wakanda Forever, la interpretación de Letitia Wright (nacida en Guyana) como Aisha, la inmigrante nigeriana que pide asilo en Irlanda, es un papel que profundiza y desarrolla a través de experiencias pasadas y presentes y los recuerdos que no se borran. Aisha es un filme contemplativo que presenta su historia con mucha paciencia para que lxs espectadorxs sientan lo que conlleva haber emigrado con gran riesgo físico y atenerse a las leyes vigentes del país escogido para conservar su vida y quizá poder salvar otras. La rutina es lo que más anhela porque le da una normalidad que, ella bien sabe, es temporera y puede terminar radicalmente con ser repatriada. Intenta mantener un trabajo con sueldo menos que mínimo, de esos que los ciudadanos residentes no quieren, para poder aliviar la situación económica de su familia en Nigeria. Como Irlanda es un país que no rechaza de entrada a los inmigrantes—aunque luego los repatrie—les provee vivienda, comida, ropa y asesores legales para trabajar su caso. Aún siguiendo las estrictas reglas impuestas, Aisha es movida de albergue tres veces lo que impide que pueda mantener un empleo, tener un grupo de apoyo y sentirse bienvenida.

El 2ndo. personaje más importante es Conor que, aunque como muy joven estuvo en la cárcel, ahora ha conseguido un trabajo como guardia de seguridad en uno de los albergues donde reside Aisha. Quizá por compartir la sensibilidad de haber estado en situación de encerramiento, de órdenes impuestas, de maltrato verbal y físico, entiende muy bien cómo se siente Aisha cuando no puede argumentar frente a personas en puestos de autoridad. Conor la ayudará en las pequeñas cosas: acompañarla a sus citas con abogados y comparecencia en las vistas para considerar su petición de asilo, oírla cuando su frustración de no avanzar parece abatirla y comportarse como un compañero que entiende su posición y la apoya en todo momento. Es un filme muy hermoso con una actuación de Wright que prueba su intensidad actoril y no solamente su presencia escénica en las grandes producciones de “Black Panther”.

The Son

Director: Florian Zeller; guionistas: Florian Zeller y Christopher Hampton; cinematógrafo Ben Smithard; elenco: Hugh Jackman, Vanessa Kirby, Laura Dern, Zen McGrath, Anthony Hopkins.

Por Florian Zeller ser autor de la obra de teatro, director y coguionista de The Father (2020), podemos esperar un estilo similar en narrar los conflictos, en este caso, entre un padre divorciado con su hijo de 17 años. En el presente hay una nueva relación, con Beth, y un hijo-bebé. Pero el pasado sorprende a Peter cuando su exesposa, Kate (quien no ha aceptado la ruptura de su relación y vive anhelando un pasado feliz creado por su imaginación), se presenta en su apartamento para indicarle que Nicholas no asiste a la escuela, no trabaja, deambula por la ciudad y no respeta las reglas de la casa. De pronto, Peter tiene que asumir su responsabilidad como padre de un hijo que lo culpa por la terminación de su matrimonio y que utiliza muchas máscaras para esconder la verdad. Este rol lo asume con la aprobación de Beth, que—aunque sabe que esto alterará su relación y su espacio familiar—reconoce su responsabilidad como padre.

Habrá choques entre todos y también la voluntad de cada uno de conocerse mejor e integrarse a un nuevo núcleo familiar. Peter rememora su propia relación con su padre para tratar de evitar esos errores, intentará revelar la realidad a ese recuerdo de Nicholas de lo que él percibe como paradisiaco, y todo esto tratando de salvar una normalidad con Beth y su bebé. Las mentiras de Nicholas se vuelven su única visión y no reconoce otra realidad que no sea la que él percibe. El dilema de Peter y Kate es a quién creer: ¿los médicos que ven el peligro y desean detenerlo o las promesas de Nicholas de que él ha cambiado y está dispuesto a girar su vida para regresar a su familia?

What’s Love Got to Do…with It?

Director Shekhar Kapur; guionista: Jemima Khan; cinematógrafo: Remi Adefarasin; elenco: Lily James, Shazad Latif, Sajal Aly, Mim Shaikh, Emma Thompson, Shabana Azmi, Oliver Chris, Jeff Mirza

Filme británico que nada tiene que ver con Tina Turner, excepto su música y canción y cuál es el sentido de amar o no para encontrar la felicidad. Shekhar Kapur tiene a su haber dos filmes ya labrados como “clásicos” con la maravillosa Cate Blanchett: Elizabeth (1998) y Elizabeth: The Golden Age (2007). Ahora con Lily James (“Downton Abbey”, Darkest Hour, The Guernsey Literary and Potato Peel Pie Society, Mamma Mia! Here We Go Again, Yesterday, The Dig) monta una historia muy moderna con una mirada que cuestiona otra manera de encontrar la pareja perfecta. ¿Es mejor coordinar un matrimonio “arreglado” por expertos (casi como un ‘dating app’) que pasar por una fila de relaciones que rompen el corazón y dejan marcas permanentes en la vida? Así que alguien nacido y criado en Inglaterra, de padres pakistanís, pide la asistencia de un intermediario para encontrar a la esposa perfecta. Como pasé por la experiencia de los matrimonios escogidos en la serie israelí, “Shtisel”, sobre la comunidad ultra ortodoxa Haredi, percibo el peligro desde que se da la propuesta. Pero como siempre hay una romantización del pasado (una experiencia que muchos padres y abuelos tradicionales y en defensa de su cultura promueven), tanto Zoe Stevenson como su madre, Cath, lo encuentran una propuesta interesante que cubrir desde la perspectiva del presente. Así, Zoe comienza su documental que tomará muchos meses para poder cubrir desde los argumentos para solicitar el intermediario hasta la boda tradicional en sí en Lahore.

La ventaja que tiene Zoe es que es vecina de la familia Khan y se crio con el sujeto de estudio: Kazim. Por eso, Zoe puede hacer preguntas muy directas e íntimas sin sentirse cohibida y es invitada a todas las ceremonias porque confían en ella. Por supuesto, nosotrxs lxs espectadorxs sabemos que la pareja ideal es Zoe y Kazim y que su amistad puede fácilmente expandir a una excelente pareja, precisamente por conocerse tan bien. Pero seremos testigos de todo el proceso de búsqueda de la novia ideal (Maymouna), el deleite de la familia de la pareja al todxs estar de acuerdo, la pre-boda y boda tradicional de muchos días (hermosamente fotografiadas con su colorido y música) y el regreso a Londres para que Kazim y Maymouna exploren su nueva vida y se integren a la familia Khan. A través de la historia que documenta Zoe, se cruzan sus intentonas por conocer y salir con alguien que sea sincero y en quien se pueda confiar. En otras palabras, establecer una relación donde ambas personas puedan seguir desarrollando sus vidas, donde el amor sí tenga que ver.

El hombre inconcluso

Director y guionista: Matías Bertilotti; cinematógrafo: Iñaki Echeberría; elenco: Nicolás Pauls, Gastón Ricaud, Ernesto Claudio, Víctor Laplace, Paula Sartor, Carlos Santamaría, Tiziano Acosta, Mariano Bernachea, Gabriela Litch.

Cuando los escenarios argentinos dejan atrás a Buenos Aires para situarse en la selva, la Pampa, los poblados alejados de los centros urbanos, las posibilidades de contar una historia se multiplican. Y así pasa con este filme que casi comienza con el nombre de un lugar casi desconocido: Carmen del Sauce. El nombre es parte de la historia que Julián y su madre repiten cada vez que hablan: ella rememorando su nacimiento y él intentando saber más de su pasado, pero impedido por la memoria selectiva de su madre. Carmen del Sauce servirá de cadena para lo ocurrido en ese poblado, donde el oficial Julio Gianoglio se desplaza para investigar el asesinato de uno de sus habitantes más longevos y queridos. Como típico pueblo chico, nadie confía en “los extranjeros” aunque sea oficial policiaco y sea el encargado de investigar. Así Gianoglio comienza sus entrevistas: con el oficial local, el Comisario Ignacio Rodríguez, los que conocieron tanto a la víctima, El Alemán, como al aparente sospechoso porque se fue del pueblo sin decir nada, Julián. Todxs admiran al asesinado y, en verdad, nadie cree que Julián pudiera ser capaz de matar a personas que le abrieron sus puertas desde el principio. Son pocos los personajes representativos del pueblo, pero el director logra darle una historia a cada uno.

Para complicar más la presencia del oficial Gianoglio, él comparte nombre y apellido con el desaparecido: ambos tienen la misma edad y nacieron en Carmen del Sauce. Poco a poco los pedazos sueltos tendrán una lógica que data desde el pasado cuando Argentina le dio una nueva identidad a miles de alemanes del ejército Nazi para luego enlazarlo con las desapariciones durante la dictadura militar de 1976 a 1983. Es así como el misterio de los nacimientos en Carmen del Sauce se humaniza para que la historia oficial se eche a un lado y se siga buscando la verdad de los desaparecidos.

 

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