El truco de las escuelas Chárter

 

 

Especial para CLARIDAD

 

Para que un país pueda desarrollarse necesita tener un sistema educativo excelente. No es posible que un país se mueva hacia adelante si no tiene ciudadanos educados. Después de todo los ciudadanos son los mejores recursos que tiene país. Por eso desde el 1948, las Naciones Unidas incluyó el derecho a la educación como un derecho universal en su Declaración por los Derechos Humanos. Los sistemas educativos de los países deben ser creados con todos sus ciudadanos en mente para poder desarrollar al máximo las capacidades de sus ciudadanos y por ende desarrollar su país como más le conviene. En Puerto Rico eso es totalmente imposible debido al estatus colonial que nos amarra y a eso hay que añadirle que el Secretario de Educación y la alta administración del departamento son marionetas políticas que toman decisiones a favor de su partido político y no de los estudiantes y maestros de Puerto Rico.

Cada cuatro años el gobernador de turno con su Secretario de Educación vienen con nuevas políticas para arreglar la educación pública en Puerto Rico. Cada año (por décadas) hemos vistos los mismos problemas: escuelas sin maestros, pésimo mantenimiento a las facilidades, maestros sin permanencia, salarios que no da para vivir con el alto costo de vida, no hay dinero para los libros y computadoras y por ahí sigue la lista. Ahora el gobernador Pierluisi, al igual que Ricky Roselló viene con el cuento de que las escuelas chárter son la solución para arreglar el sistema educativo de Puerto Rico. Esa es la misma narrativa que sus amos del norte llevan diciendo por décadas tratado de solucionar el sistema educativo de los Estados Unidos.

Las escuelas chárter nacen en el estado de Minnesota en el 1991, cuando se le cede un permiso (chárter) a St. Paul City Academy para ayudar a aquellos estudiantes con rezago académico. La intención era destituir la burocracia administrativa para que los maestros pudieran ayudar a los estudiantes que estaban a punto de darse de baja y proveerles las ayudas pedagógicas necesarias, consejería y servicios sociales para que los estudiantes terminaran la escuela superior y ser miembros productivos de la sociedad. Hoy día 45 estados y los territorios de Washington DC, Puerto Rico y Guam cuentan con escuelas chárter. En los últimos años los políticos demócratas y republicanos han vendido las escuelas chárter como parte del movimiento “school choice” y parte de la reforma educativa a nivel nacional. El movimiento “school choice” es una especie de mercado donde los padres tienen diferentes escuelas de dónde escoger y se les da la libertad de escoger la escuela que mejor le convenga dándole así al padre y estudiante supuestamente voz en el proceso educativo. Este proceso está derrumbando la idea de las escuelas de la comunidad en donde la escuela sirve las diferentes necesidades de cada comunidad. Para estos reformistas la educación es como ir a una tienda y comprar cualquier producto. Como los padres y estudiantes escogieron su escuela, en sus mentes los reformistas educativos piensan que resolvieron el problema educativo y se lavan las manos si hay algún problema pues los padres y estudiantes tomaron la decisión.

¿Pero cuáles son las diferencias entre la escuela pública tradicional y las escuelas chárter? Primero, las escuelas chárter tienen más autonomía en diferentes áreas porque no se rigen por los estatutos de los distritos escolares, sino por el permiso (chárter) que se les otorga. Por eso las escuelas pueden escoger su propio currículo, uniformes, que estudiantes son aceptados y denegados y su propio código de conducta mientras que la escuela pública tradicional no tiene esa opción. Quien es aceptado y quien es expulsado es algo importante porque así pueden controlar el ambiente académico y de disciplina. Los estudiantes que no son aceptados o expulsados de las escuelas chárter terminan en las escuelas tradicionales que ahora cuentan con menos recursos para atenderlos porque las escuelas chárter se llevan parte del dinero. En Puerto Rico va a pasar lo mismo y las escuelas tradicionales van a tener menos recursos para lidiar con esa población que es la más que necesita ayuda.

Segundo, la paga para los maestros en las escuelas chárter es más baja que en la escuela pública tradicional. De acuerdo con el Departamento de Educación Federal, la paga en las escuelas chárter es de 10%-15% menos comparada con un maestro de una escuela pública. El salario promedio para un maestro en a la escuela tradicional es de $53,400 mientras que en las escuelas chárter el salario es de $44,500. Entonces, ¿qué va a pasar en Puerto Rico si el salario de los maestros no es suficiente? Si el salario de los maestros en Puerto Rico empieza en $31,000 al año, ¿cuán bajo va a ser el salario para los maestros de las escuelas chárter? Y a eso hay que añadirle que la Junta de Control Fiscal le quiere quitar el aumento de $1000 que se les prometió.

Tercero, en las escuelas chárter no hay permanencia para el empleado docente y la mayoría no tiene una unión que negocie y vele por sus derechos laborales. Los maestros y los beneficios marginales están a discreción del director escolar y la junta de directores de la escuela. Como son las cosas en Puerto Rico, el maestro va a tener que ser del mismo partido político que el director escolar o conocer a alguien en la junta de directores para mantener su trabajo. Además, los maestros es las escuelas chárter no tiene que estar certificados en el área que son docentes. Después que tengan un bachillerato en cualquier materia pueden empezar a dar clases.

En resumidas cuentas, un maestro en los Estados Unidos en una escuela chárter le pagan menos, no tiene permanencia, pero tiene menos problemas de disciplina, ese es el intercambio de dar clases en una escuela chárter. Así es que estos reformistas educativos pretenden mejoran la educación. Creado escuelas en donde se controla el acceso de quien entra, quien se queda y quien se va y quitándole recursos a las escuelas tradicionales. Con tanta publicidad cualquiera pensaría que los estudiantes de las escuelas chárter salen mejor que los estudiantes de las escuelas públicas en las pruebas de aprovechamiento académico. Pero ese no es el caso. El Center for Research in Education Outcome de la Universidad de Stanford (CREDO) ha publicado tres estudios longitudinales comparando las escuelas chárter y las escuelas publicas tradicionales. En los primeros dos estudios los estudiantes de las escuelas públicas tradicionales obtuvieron mejores puntuaciones que los estudiantes de las escuelas chárter. Solo en el último estudio publicado en el 2023 los estudiantes de las escuelas chárter superaron a los estudiantes de las escuelas públicas. Pero el estudio informa que la autonomía dada a las escuelas chárter es un factor determinante para el aprovechamiento académico de los estudiantes debido a que las escuelas pueden adaptarse más rápido a las necesidades de sus estudiantes y tienen menos burocracia.

Si las investigaciones establecen que darles más autonomía a las escuelas significa que los estudiantes van a rendir mejor académicamente, ¿por qué no darle más autonomía a las escuelas tradicionales para que puedan servirle mejor a los estudiantes? ¿Por qué quitarles los recursos a las escuelas y otorgárselos a juntas de directores que administran la escuela como un negocio?  La contestación es sencilla, porque el propósito no es mejorar el sistema, el propósito es privatizar poco a poco la educación pública. Estos gobernantes ven la educación pública como un gasto y no como una inversión. Las escuelas chárter es otra forma de privatización por parte del gobierno de Estados Unidos y Puerto Rico para repartirse los fondos estatales y federales entre amigos políticos y auspiciadores de campañas electorales. El magisterio es la única profesión que crea todas las profesiones. Sin buenas escuelas no se puede educar a un país y un país sin educación puede ser manipulado fácilmente. Los grandes intereses llevan más de 125 años tratando de destruir a Puerto Rico y no lo han logrado ni lo van a lograr. Esta generación se está levantando poco a poco y va a seguir luchando por el bienestar de nuestra patria. Creando un sistema de educación pública que beneficie a los estudiantes puertorriqueños es el comienzo para crear el Puerto Rico que todos y todas deseamos.

 

 

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