La sonrisa homicida de la Medusa: Pearl

Por Juan R. Recondo

Desde antiguo, la belleza se convierte en un arma peligrosa que atenta contra quienes se enfrentan a ella. […] La Medusa mítica, víctima de la lujuria de Poseidón y de la ira de Atenea, se convierte en homicida de quien ose mirarla. Su metamorfosis impuesta la convierte en un monstruo de mirada fatal.

Ivette Martí Caloca, “Yo nací libre:” tras los pasos de Marcela en el Quijote (en prensa)

En X (dir. Ti West, EEUU/Canadá, 2022), un grupo de soñadores filma una película porno que ellos afirman triunfará en el naciente mercado de video en el 1979. En un momento de confraternización, la actriz porno rubia y deseosa de sexo (Brittany Snow) levanta su cerveza y brinda por los “pervertidos” que verán su película. El actor negro que es veterano de Vietnam (Scott Mescudi) brinda por una vida dedicada a los excesos, a la juventud, y a pasarla bien hasta la muerte. El joven director de pelo largo que hace constantes referencias al avant garde (Owen Campbell) brinda por el poder del cine independiente. Y Maxine (Mia Goth), la joven protagonista que sueña con el estrellato, alza su cerveza por vivir la vida en sus propios términos y por nunca aceptar lo que los conservadores opinen sobre sus actos. Esta escena encierra los temas que se exploran en la película. X es una sólida película de terror que fue filmada imitando la crudeza de clásicos como The Texas Chain Saw Massacre (dir. Tobe Hooper, EEUU, 1974) con toques de The Last House on the Left (dir. Wes Craven, EEUU, 1972). Es una celebración del cine independiente que desafía lo convencional de la industria y relaciona lo emocionante de una filmación con el gozo sexual. A pesar de estas maravillas, la afirmación de la rebeldía juvenil toma unos giros más oscuros cuando la vejez se torna en el monstruo que arremete con su hacha conservadora en contra del grupo. El monstruo, que recoge la amenaza del deseo sexual femenino de Medusa, se hace más horrendo por la profunda gerontofobia que define su deformidad moral y física. Dentro del marco de cine independiente, Ti West, el director, nos da una figura cuyo acto monstruoso es un salvaje deseo sexual en un cuerpo octogenario. X es la primera parte de una trilogía. La segunda parte, Pearl (dir. Ti West, EEUU, 2022), que es una precuela de X, es una verdadera joya del cine de terror que los tomará por sorpresa. Tanto como X usa de base el cine de terror de los 70, Pearl usa los melodramas de Hollywood de la década de los 1950 para retratar el origen de una mujer monstruosa que solo añora la libertad de seguir sus sueños en el mundo del entretenimiento.

Pearl cuenta no solo con la dirección de West, sino que este también comparte el crédito de escritor con Mia Goth, la actriz que encarna y que ha bordado el personaje titular. La colaboración de West y Goth ha logrado profundizar en el monstruo de X para develar las consecuencias de un pasado de sueños rotos. Pearl, la monstruosa octogenaria de la primera película, ahora es una joven que sueña con ser una estrella. En un ambiente gótico sureño de colores saturados y de bríos melodramáticos como en el cine de Douglas Sirk [Imitation of Life (1959)], pero con los giros bizarros de David Lynch [Mulholland Dr. (2001)], Pearl vive bajo la estricta vigilancia de su madre. La familia se ha aislado porque la madre es una emigrante alemana durante la Primera Guerra Mundial que ha tenido que enfrentar mucho prejuicio. Al mismo tiempo, la familia se protege del contagio de la influenza durante la pandemia del 1918. Dentro de esta realidad, Pearl se ha construido una fantasía donde habla con los animales de la granja, coquetea con sus crueles deseos de violencia y va al cine para perderse en su romance. La protagonista transita su mundo con una eterna sonrisa que esconde una crueldad, producto de un sistema que vilifica la sexualidad femenina y que limita las posibilidades de una mujer.

En X, Mia Goth actúa el rol de la octogenaria Pearl y de la joven Maxine. Estos personajes son dos caras de la misma moneda ya que ambas son sobrevivientes de la violencia sistémica que explota con un gore caricaturesco de cuchillos en el cuello y hachazos en la espalda. Sin embargo, la devoción de Goth al personaje de Pearl se ve claramente en la escritura de la precuela ya que esta maravilla de terror humaniza a la protagonista sin restarle poder a su sexualidad destructiva. Si la van a ver al cine, permanezcan en la sala durante los créditos del final. La sonrisa de Pearl lucha ante nuestros ojos con las lágrimas, con sus esperanzas muertas y frustraciones sexuales. De paso, la tercera película de la trilogía, MaXXXine, que sigue la carrera de Maxine en la industria de cine porno durante la década de los 80, está anunciada para el 2023 y no puedo esperar por ella.

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