Las esferas celestes de Samuel Lind, o del afrofuturismo boricua

Yuisa

 

Especial para En Rojo

 

A principios de marzo, tuve la oportunidad de visitar por segunda vez el estudio del pintor Samuel Lind en Loíza. La galería y el estudio, de múltiples pisos, se mezclan ingeniosamente con su hogar y muestran signos de la vida cotidiana del pintor. Al atravesar su garaje y pasar junto a un carro estacionado, se descubre una pequeña habitación donde toma forma una pintura de un paisaje junto a una escultura de una bailarina de bomba que parece estar a punto de cobrar vida con los últimos retoques. Aquí, las pinturas y esculturas se mezclan con sillas, mesas, muebles, lámparas, vajillas, bicicletas, herramientas y más, todos dispuestos para el uso diario del artista y su familia. De esta manera, los objetos domésticos redefinen las obras de arte y viceversa. Durante el recorrido por la casa, puede apreciarse la obra de Lind en cada rincón, mientras el propio artista interactúa con los recién llegados y comparte información sobre sus obras con una pasión contagiosa. No es solo porque las crea, sino porque las vive en cada aspecto de su hogar.

Lind es un verdadero hijo de Loíza. Ha dedicado su vida a documentar la esencia y la vitalidad de su gente. En su vasto catálogo plástico, destacan la representación de músicos y bailarines de bomba, coloridas celebraciones religiosas y enigmáticos vejigantes que danzan en las festividades del pueblo. Sin embargo, Lind no se limita a capturar la cultura local, también inmortaliza la exuberante naturaleza de Loíza y el mar que la rodea. La colección que alberga su casa-estudio es un tesoro invaluable, que incluye pinturas, carteles y esculturas, testigos silenciosos de una carrera artística que abarca más de cinco décadas. Lind ha logrado trascender el tiempo y el espacio con su arte, dejando un legado que perdurará por generaciones.

La visita a la colección también revela algo menos evidente. Y es que las figuras negras y el paisaje costero que pueblan el imaginario del pintor frecuentemente están rodeados de esferas. Estas parecen de cristal y distorsionan parcialmente la imagen representada filtrando el paso de la luz en un juego de ilusiones ópticas, que obligan a rexaminar el paisaje. Por ejemplo, estas esferas aparecen en la serie de tres pinturas tituladas Atmósfera del palmar I, II y III, en las que la naturaleza loiceña se ve atravesada por figuras geométricas tridimensionales que fragmentan y distorsionan el paisaje al filtrar la luz como prismas en una coreografía flotante. Las esferas, explica el pintor, son objetos que vienen del futuro y viajan por el tiempo para proyectar las imágenes refractadas fuera de su contexto, al pasado y al futuro simultáneamente. En estas pinturas, las esferas remiten, por ejemplo, a obras como La Voix des airs, de René Magritte, donde se presenta a otro grupo de esferas que simbolizan la unidad y totalidad del universo. Lind reproduce el gesto mientras comunica, a través de sus esferas, el carácter unitivo de las de Magritte, a la par que advierte veladamente el desarrollo urbano desmedido que afecta la isla y el cambio climático que amenaza a nuestros ecosistemas marinos.

La pintura Yuisa también nos transporta a un universo donde las esferas son protagonistas al rodear a la cacique epónima en una danza mística. Esta representación evoca de inmediato a la icónica pintura de Leonardo Da Vinci, Salvator Mundi, donde Jesucristo sostiene una esfera celestial. No obstante, en la visión de Lind, Jesucristo es reemplazado por la cacique, y la esfera, según explica el pintor, es un objeto del futuro que proyecta la historia de la mujer y su conexión con el origen de Loíza en un contexto distinto. La esfera, colocada frente a la indígena, parece desdibujar su mano derecha, lo que evoca el misterio y la transformación. Este efecto nos recuerda obras como La velocidad máxima de la Madonna de Rafael, de Salvador Dalí, que también exploran la figura femenina en un proceso de desvanecimiento místico. Esta lectura comparada resalta el simbolismo en la obra de Lind, así como la conexión del pintor puertorriqueño no solo con el simbolismo, sino también con el afrofuturismo, en una exploración que trasciende el tiempo y el espacio.

El afrofuturismo, un concepto acuñado por Mark Dery, en su ensayo “Black to the Future”, es mucho más que una corriente artística: es una ventana hacia la exploración de la experiencia afroamericana a través de la fusión entre ciencia ficción, historia y fantasía. Este movimiento no solo busca expresar la identidad negra, sino también abordar temas de agencia y libertad a través del arte y el activismo. Desde las profundidades de las cosmogonías africanas hasta los días de la esclavitud y más allá, el afrofuturismo nos invita a imaginar un futuro vibrante y lleno de posibilidades para las personas negras en todo el mundo.

Para artistas como Lind, el afrofuturismo representa una liberación del encasillamiento del imaginario negro en un simple registro del pasado. Le permite proyectar una imagen expansiva y multidireccional de la experiencia negra al enriquecer la narrativa cultural y desafiar las convenciones establecidas.

Al situar la obra de Lind dentro del contexto del afrofuturismo, también lo conectamos con un rico cuerpo literario de ciencia ficción caribeña que ha florecido desde el siglo XIX hasta el siglo XXI. Desde autores como Tapia y Rivera hasta figuras contemporáneas como Pedro Cabiya, el arte y la literatura caribeña han sido testigos de la imaginación desbordante y la especulación sobre versiones alternativas de la realidad.

Desde esta perspectiva, las esferas en las obras de Lind adquieren un significado aún más profundo. Se convierten en vehículos para viajar en el tiempo, visibilizando no solo su propia comunidad, sino también desafiando las representaciones normativas de la ciencia ficción tradicional. En lugar de adherirse a estereotipos preconcebidos, estas esferas nos invitan a reescribir el pasado y a explorar nuevos horizontes, centrando las narrativas sobre la ciencia y el futuro en las experiencias de aquellos que han sido históricamente marginados.

 

Pintura Yuisa: https://www.estudiodeartesamuellind.com/personajes

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