En CLARIDAD, amanecimos hoy con la triste noticia del fallecimiento de Ricardo Alarcón de Quesada, revolucionario y diplomático cubano de los más altos quilates, y apasionado y brillante abanderado de la independencia de Puerto Rico y de nuestro pueblo noble y luchador.
La historia de los pueblos siempre produce personajes con afinidades que trascienden las fronteras patrias, y que sienten y padecen como suyas las luchas y dolores de otros pueblos hermanos. Tal fue el caso de Ricardo Alarcón, un cubano excepcional, que hizo suya la causa de nuestra libertad y utilizó su potente voz y la del Gobierno Revolucionario de Cuba, y su considerable capacidad de negociación y persuasión en los más altos círculos de la diplomacia mundial, para labrarle un espacio de solidaridad y esperanza a la lucha por la independencia y autodeterminación de Puerto Rico en el escenario internacional.
Durante décadas, fue la voz solidaria y poderosa que colaboró, junto a todo el espectro de la lucha independentista puertorriqueña, para romper el cerco de la invisibilidad colonial, y abrirse paso en los organismos internacionales que desconocían nuestra historia y nuestra recia trayectoria de lucha por la libertad.
Tanto en la Organización de Naciones Unidas (ONU), como en el Movimiento de Países No Alineados, como en los organismos regionales de América Latina y El Caribe, como ante los gobiernos y países del entonces campo socialista, la Cuba de Martí y de Fidel, por medio de la voz y la presencia de Ricardo Alarcón, fue el más formidable aliado de los reclamos puertorriqueños por libertad y justicia.
Ricardo Alarcón tuvo una hoja de vida y de servicio extraordinario y ejemplar al Gobierno Revolucionario de Cuba y al pueblo cubano como su embajador en la ONU, Ministro de Relaciones Exteriores, y como presidente por más de 20 años de la Asamblea del Poder Popular (Parlamento) de Cuba.
Con su partida, Puerto Rico y Claridad pierden no solo un valiente y consecuente defensor, sino un ser humano entrañable y cercano, con quien tendremos siempre una enorme deuda de gratitud. Para Juan Mari Bras, nuestro fundador, Alarcón fue un hermano y compañero fiel, y para todas y todos nosotros un respetado mentor y amigo.
Honor, gloria y eterno agradecimiento a Ricardo Alarcón de Quesada, revolucionario cubano, antillanista y puertorriqueño por los lazos de la solidaridad y el corazón. Nos unimos en un abrazo al Gobierno Revolucionario y al heroico pueblo de Cuba, y a toda la familia Alarcón-Perea en este momento de luto compartido.
Junta Directiva y Colectivo de Trabajo de CLARIDAD, Periódico de la Nación Puertorriqueña
