Viengsay Valdés y la Escuela Cubana de Ballet

 

Este año, el Ballet Nacional de Cuba (BNC), cumple 75 años (1948), desde que su fundadora Alicia Alonso, lograra iniciar un proceso de organización, que ha tenido sus mejores momentos de esplendor, desde el triunfo de la Revolución Cubana (1959-2023).

Viengsay Valdés, Prima Ballerina y Directora General actual, continuadora de las prodigiosas enseñanzas de esa prestigiosa Escuela Cubana de Ballet, que originó Alicia Alonso y quien fuera  su discípula predilecta, nos narra sus vivencias principales, con sinceridad y aplomo.

Valdés será la atracción especial de la Única Función del BNC, este próximo 25 de Noviembre del 2023, al encabezar el elenco de más de 40 bailarines, provenientes de Cuba, que presentarán por primera vez en Puerto Rico, las emblemáticas obras Carmen y Don Quijote, en la Sala de Festivales, del Centro de Bellas Artes de Santurce.

José Rafael Coss:¿Cuándo, cómo y dónde te inicias en el Ballet?

Viengsay Valdés:En mi natal Habana, hice gimnasia rítmica antes y ese deporte me ayudó a obtener las condiciones físicas necesarias para el ballet . Siempre tuve la vocación por el baile y percibía  en este arte una forma refinada de ver la danza. Comencé a los 9 años .

¿Recuerdas tu primera presentación en público y los sentimientos que te provocó?
Fue en algunas obras que hacíamos en la escuela, como «Sueño de marinos» o «La muñeca negra». Recuerdo también, con especial cariño, mi primer pas de deux, «Las llamas de París», con tan solo 15 años y es uno de los más difíciles técnicamente. A esa edad tan temprana  ya sabía controlar los nervios y era arriesgada en la escena .

¿Quiénes fueron tus maestros principales y tu relación con ellos?
Mis principales maestros durante la etapa escolar fueron Adria Velásquez, Mirtha Hermida, Ramona de Sáa, Pablo Moré, Amparo Brito, René Cárdenas,Balmori, María Elena del Frade, entre otros. Pero, de ellos, me gustaría resaltar mi relación con la ya fallecida Mirtha Hermida, que siempre supo ver mis capacidades y confiar en mis posibilidades de desarrollo técnico y artístico. Era una maestra que insistía en los detalles interpretativos, incluso durante los saludos, y nos exigía a todos sus alumnos a disfrutar la técnica. Todavía conservo la postal que me obsequió el día de mi graduación, con una dedicatoria que ha sido mi premisa desde entonces: “el éxito consiste en la constancia de los propósitos”.    Ya en mi etapa profesional tuve la dicha de tener como maestros y ensayadores a Alicia y Fernando Alonso, Josefina Méndez, Loipa Araújo, Aurora Bosh, Elena Madam, Svetlana Ballester, Felix Rodríguez, entre otros. A todos quiero agradecerles siempre.

Fotos suministradas por el autor.

¿Cuándo y cómo te informaron, que te habían seleccionado para formar parte del BNC?

En la última etapa escolar se hace un examen que consiste en una clase de ballet y una actuación donde el alumno muestra sus habilidades técnicas y artísticas para pasar al Ballet Nacional de Cuba, entonces un jurado de la compañía elige a quiénes se incorporarán a la institución. Fui graduada con Título de Oro  y la noticia de la aprobación me hizo muy feliz.

¿Cuál fue tu primer viaje internacional y luego los países que has visitado?
Mi primer viaje internacional fue a México cuando estaba en el último año de la escuela.De manera general, he tenido la posibilidad de actuar en importantes teatros de Europa, Asia, África, Australia y América.

¿Cuáles han sido los reconocimientos que más valoras en toda tu carrera?
De estudiante, recuerdo con gran cariño un Premio por una coreografía que creé con apenas once o doce años. Fue mi primer reconocimiento. La Medalla de Oro en el Festival de Danza en Vignale, también el Primer Premio y el Grand Prix de Ballet en el Concurso Juvenil que auspicia la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC); todo eso con  solo 17 años . Luego vinieron otras muchas distinciones. Recientemente ser seleccionada por la revista Dance Europa, en la temporada 2010-2011, en el sexto lugar entre los 100 mejores bailarines del mundo; o el Premio Positano de la Danza «Leonide Massine», en la categoría de Mejor Bailarina en la escena internacional del año 2020. Sin embargo, no hay reconocimiento más especial que el aplauso del público al concluir una función.

¿Qué recuerdas de tu participación en diversos eventos en Puerto Rico?
Tuvieron que pasar intervalos muy espaciados para que el BNC se presentara en Puerto Rico. Fue en junio de 2014, con «La magia de la danza», y 2016 con el ballet «Giselle» en el Centro de Bellas Artes de Santurce. Ambas obras en versión coreográfica de Alicia Alonso . Además de contar con su presencia al frente de la compañía y que saludara junto a nosotros al final de las funciones.

La primera vez que vine invitada por el Ballet Concierto de Puerto Rico fue en abril de 2013, para bailar «El lago de los cisnes» junto al entonces primer bailarín del BNC Osiel Gouneo. La versión coreográfica que nos tocó asumir fue la de Nicolas Beriozoff, basada en la original de Marius Petipa y Lev Ivanov, creada especialmente para el BCPR. Bailamos en el Centro de Bellas Artes Luis A. Ferré. Recuerdo que la diseñadora de modas puertorriqueña Stella Nolasco confeccionó el tutú blanco que usé en las tres funciones con detalles de lentejuelas, encaje, guipur y pedrería. Al año siguiente, el 19 de octubre de 2014, bailé en la Gala World Stars of Classical Ballet, efectuada en la Sala de Festivales Antonio Paoli, en San Juan, con la participación de artistas del New York City Ballet, San Francisco Ballet, Royal Ballet de Londres, Staats Ballet de Berlín, la Ópera Nacional de París, y compañías puertorriqueñas. En esta ocasión, compartí el pas de deux del Cisne Negro con el bailarín estadounidense Brooklyn Mack, primera figura del Ballet de Washington en ese entonces.A propósito de mi estancia en el país, recuerdo que participé en un conversatorio con estudiantes de la escuela especializada en ballet clásico del Departamento de Educación de Puerto Rico, Julián Blanco. Allí unas niñas me obsequiaron un colach hecho con fotos mías en distintos personajes y momentos de mi carrera.En marzo de 2015 volví a actuar de invitada con el Ballet Concierto de Puerto Rico. Interpreté la Kitry de Don Quijote durante tres días seguidos, en la producción coreográfica del lituano Nicolás Beriozoff. En estas funciones junto a la compañía boricua en el Centro de Bellas Artes de San Juan, mi amigo y director de la compañía Víctor Gilí, actuó como Camacho.  En junio de 2018  impartí clases de ballet al ser invitada por la academia del exprimer bailarín del BNC Osmay Molina, en San Juan.

¿Cómo fue tu relación de amistad y de manera profesional con Alicia Alonso?Hermosa. Tuve el privilegio de trabajar directamente con Alicia, recibir sus consejos, y estrenar varias de sus coreografías, algunas de ellas creadas especialmente para mí, o concebidas sobre la base de mi personalidad artística.

¿Cuáles son tus funciones principales ahora , como Directora General del BNC?Ocuparme de todo lo relacionando con lo artístico, la organización y planificación de las diferentes temporadas en los teatros nacionales y compromisos  internacionales.

Contribuir con la  tradición que tanto ha permitido que de generación en generación se sigan respetando los estilos y detalles interpretativos. Incorporar obras con nuevos coreógrafos al repertorio de la compañía y seguir  enriqueciéndolo. Todo eso entre muchas otras labores que exige el diario.

¿Qué te falta por lograr en el Ballet y cómo te visualizas de aquí a 10 años?Bailando y enseñando, así. Aportando a la danza y creciendo desde los retos que impone dirigir el Ballet Nacional de Cuba. Lograr que la compañía siga perfeccionando la técnica y la interpretación ante cada representación y que honremos siempre el legado que nos dejara Alicia.

 

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