Aumento salario: “Estamos hablando del mínimo, de lo mínimo para que una persona pueda vivir”.

 

CLARIDAD

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Tan solo para equiparar el poder adquisitivo de un trabajador o trabajadora de hace 40 años atrás, el salario mínimo actual tendría que ser de $13. 20 la hora, no de $10.50, señaló el economista Iyaris Ríos, sobre el aumento del salario en Puerto Rico, decretado por la Comisión Evaluadora del Salario Mínimo.

CLARIDAD entrevistó al  miembro de la Comisión respecto al mencionando  aumento y sobre la radicación de un mandamus ante el Tribunal de Primera Instancia por parte de un grupo organizaciones empresariales con el fin de detener el aumento que entró en vigor el 1.0 de julio.  El día antes de entrar en vigor, la Cámara de Comercio, la Asociación Hecho en Puerto Rico, la Asociación de Comercio al Detal,  la Cámara de Mercadeo, Industria y Distribución de Alimentos (MIDA), la Asociación de Restaurantes (ASORE) y la Asociación de Industriales radicaron un mandamus alegando, entre otros argumentos, que la Comisión no cumplió con procesos establecidos en la ley.

El representante de los trabajadores ante la Comisión expresó que era importante señalar que la Ley 47 del 2021 faculta esa entidad a hacer un estudio económico sobre las implicaciones que tendría el aumento del salario de $10.50, los elementos de juicio para el aumento del salario mínimo a los empleados no exentos,  los exentos, los trabajadores que reciben propinas y trabajadores agrícolas. Vale aclarar que un trabajador exento es el que no cobra por hora, tiene tareas de supervisión o no recibe un salario mensual fijo, a diferencia del trabajador no exento, que cobra por hora y recibe pago de horas extra.

Ríos puntualizó que  la ley sobre el salario mínimo establece en la Secc.1.02 que la política  pública del Estado Libre Asociado  a través de la Comisión es adecuar el salario mínimo al costo de vida de los trabajadores y trabajadoras, amparándose en el principio de que ningún trabajador ni trabajadora esté bajo el nivel de pobreza y que todo trabajador cuente con suficientes ingresos como para poder cubrir sus necesidades básicas para su calidad de vida.

Subrayó que tomando en consideración lo que dice la ley y otros elementos que esta señala, como la situación de la economía y el impacto en los negocios, la Comisión determinó que no iba a emitir un decreto para un salario mínimo en Puerto Rico, sino que se estableciera lo que dice la ley de que el 1.0 de julio del 2024 se aumente el salario mínimo a $10.50 la hora. Esto desmiente el argumento de los empresarios de que la Comisión emitió un decreto para aumentar el salario mínimo. Lo que hizo la Comisión fue que tomó la decisión de que no iba a emitir un decreto, de que no iba a plantear nada distinto con respecto al salario de $10.50 ni tampoco a la fecha de vigencia, sino ejecutar la ley.

Para tomar su determinación, la Comisión encomendó un estudio sobre el aumento. Además, mediante convocatoria pública, solicitó comentarios tanto de trabajadores como de patronos. En este proceso, dijo, participaron más de 50 deponentes y se utilizaron  datos oficiales del Gobierno de Puerto Rico y de Estados Unidos.

Como economista, Ríos indicó que en el proceso de evaluación para avalar lo que dice la ley se tomó en consideración los siguientes factores sobre el  nivel de pobreza que hay en Puerto Rico:

En estos momentos, más del 40 % de la población vive bajo el nivel de pobreza; sobre el 50 % de las familias con niños se encuentran viviendo bajo el nivel de pobreza y más del 70 % de las madres solteras jefas de familias también viven bajo el nivel de pobreza. Estos son datos de la Oficina del Censo de EE. UU.

Expuso que con el salario de $9.50, que es el que estuvo vigente entre el 1 de julio del 2023 hasta el 30 de junio del 2024,  una persona que trabaje a tiempo completo bajo salario mínimo no genera los ingresos suficientes para sostenerse a sí mismo y a un dependiente.  “Así que, evidentemente, con ese primer elemento era necesario que se aumentara el salario”.

El segundo elemento a tomar en consideración fue el costo de vida en el país. De acuerdo con el economista, en Puerto Rico, entre 1998, cuando se eliminó la Junta del Salario Mínimo, hasta el 2021, cuando se aprobó la Ley 47, que es la ley que creó la Comisión, el salario mínimo se aumentó en una sola ocasión, en el 2009, que aumentó a $7.25 la hora. Ese es el mayor periodo de tiempo en la historia del salario mínimo en Puerto Rico en que no se revisaba y, mientras el salario mínimo seguía siendo igual, el costo de vida seguía aumentando.

En esa línea, añadió que el salario mínimo ha perdido poder adquisitivo a través del tiempo, por lo que era evidente que era necesario que se aumentara. De acuerdo con el estudio encomendado por la Comisión, el salario mínimo de $7.25 en el 2009 sería al equivalente a $10.54 en este año. Apuntó que entonces este aumento que ordena la ley a $10.50 lo que hace fundamentalmente es retener casi la totalidad del poder adquisitivo que tenían las personas que ganaban el salario mínimo en el 2009.

El estudio también hizo un análisis de cuánto sería el equivalente del salario mínimo de hace 40 años en la actualidad.  Es interesante conocer que el salario mínimo vigente en la década de los 80, en la actualidad, equivaldría de  $13 a $12.20 y que el salario mínimo que estaba vigente en la década del 90 y del 2000 en ese momento no era equiparable en la actualidad a $11.00.  “Eso quiere decir que el poder adquisitivo del salario mínimo se ha ido perdiendo a través del tiempo, que si nosotros en Puerto Rico  quisiéramos que los trabajadores y trabajadoras tuvieran el mismo poder adquisitivo que hace 40 años atrás el salario mínimo no tendría que ser $10.50 sino $13. 20”, aseguró.

 

El aumento para los trabajadores del sector privado, según el estudio de 50,00 a 200,00 mil trabajadores que devengan el salario mínimo, los que constituyen alrededor de 1/3 parte de los trabajadores en dicho sector.

Ríos señaló que cuando se observan los datos se ve que ciertamente el aumento va a tener un impacto  sobre la operación  de los negocios, pero aclaró que no es como señalan los opositores. Indicó que se estima que la cantidad de negocios que van a cerrar por el aumento  alcanza aproximadamente a 2 mil negocios; sin embargo, cuando el salario mínimo aumentó a $9.50 en el 2023, el impacto sobre el cierre de negocios fue mayor. Esto quiere decir que lo que se estima que va a ocurrir es que con este aumento de $10.50 el cierre de negocios es uno menor.

Prosiguió con que lo mismo ocurre con los trabajadores que posiblemente se vean afectados con un desempleo temporero. Se estima que es una cifra inferior a la que hubo cuando aumentó a $9.50. Esto ocurre, expuso, porque la economía de Puerto Rico ha estado en un proceso de  crecimiento en los últimos cinco años principalmente por los fondos provenientes del gobierno de EE. UU. Al igual, la tasa de participación laboral es la más alta en más de 10 años, con más de un millón de empleados. Eso no pasaba hace mucho tiempo y la tasa de baja participación es la más baja desde que se registra. “La economía se encuentra en un momento donde puede absorber ese impacto posible adverso que haya en algún sector de la economía y ser beneficioso en términos generales para el país”, defendió.

Un salario justo

 “Estamos hablando del mínimo, de lo mínimo para que una persona pueda vivir. Yo creo que tenemos que tener salarios justos, no mínimos”, manifestó a CLARIDAD José Rodríguez, presidente del Movimiento Solidario Sindical (MSS), el cual acoge a trabajadores del sector privado.

El líder sindical defendió la determinación de la Comisión de adoptar lo que dice la Ley 47 que aumentó el salario mínimo de $7.25 a $8.50  y de $8.50 a $9.50 y que dispone que el último aumento, de $10.50  tenía que estar avalado por la Comisión. Rodríguez también defendió que aunque la ley dice que la Comisión es de siete miembros, siempre estuvo compuesta por cinco miembros: el secretario del Trabajo, dos economistas, un representante del sector patronal y un representante de los intereses de los trabajadores.

El presidente del MSS indicó que aunque considera que el aumento de $10.50 es un adelanto que va por la ruta correcta,  todavía entienden que está por debajo de ser un salario justo para un trabajador en Puerto Rico. “Una persona que esté cobrando $10.50, fácil, tiene que tener dos trabajos porque los costos de luz, vivienda, alimentos se han disparado demasiado en los últimos años”.

Respecto a la acción de las organizaciones empresariales, dijo que considera que es una tardía y que no tienen los argumentos necesarios para detener el aumento. Además, cuestionó la participación de ASORE, ya que el aumento no le aplica a los trabajadores de ese sector. En el caso de los industriales, ya llevan pagando más de eso hace tiempo.

“Aquí quien está poniendo las energías para que ese salario no suba es MIDA, que sí pagan un salario mínimo y entienden que encareciendo el salario del trabajador tienen que subir los costos de los alimentos; pero los precios de los alimentos ya han subido sin tener que subir los salarios”.

 

 

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