Cinco años sin Elliott

 

Especial para CLARIDAD

Cinco años han pasado desde que Papi se fue.  No se por qué cinco es un número significativo, o quién decide cuáles aniversarios importan más que otros. A mi me duele igual en el segundo o en el cuarto, igual que en días aleatorios que no tienen que ver nada, y claro, también en su cumpleaños y días “especiales”. Pero para mantenerme en el tema, en este quinto aniversario voy a pensar en cinco cosas que me gustaría contarle a Papi que han pasado en estos años de ausencia, muchas de las cuales me hubiera gustado compartir con él y no he podido.

  1. El rostro del deporte puertorriqueño es femenino.

Papi siempre peleó por igualdad de derechos para el deporte femenino y las atletas puertorriqueñas. Ya fuera en términos de cobertura, igualdad salarial, auspicios, etc. Me encantaría contarle cómo Adriana, Jasmine, Amanda Serrano, el equipo de baloncesto femenino son figuras tan importantes de nuestro deporte a nivel nacional e internacional. Igual que siempre celebró el que la líder máxima del deporte puertorriqueño fuera Sara Rosario.

A veces cierro los ojos y trato de imaginarme su voz narrando esos 12 segundos de la carrera dorada de Jasmine en Tokyo y su euforia posterior. O me lo imagino celebrando con las 12 magníficas su pase olímpico. O su orgullo de ver cómo Adriana sube en el escalafón internacional. O ver su cara brillar al ver a Amanda triunfar y cubrir portadas de revistas y periódicos.

 

  1. El deporte sobrevive María.

El Huracán María azotó la Isla par de meses después que Papi falleciera en el 2017. Muchas veces he pensado en lo mucho que hubiera sufrido en esos meses e incluso años posteriores al huracán cuando el país entero colapsó y la actividad deportiva cesó. El trabajo llenaba su vida y horas y no haber podido narrar ni cubrir deportes le hubiera afectado mucho, no solo económicamente, sino emocionalmente.

Ahora ver que poco a poco el deporte ha resurgido en la Isla me da alegría y pienso en todo lo que hubiera luchado por esto. Y cuán contento hubiera estado esa primera vez que se abrió una cancha nuevamente, la primera vez que se prendieron las luces de un estadio, el primer juego en una cancha, etc. 

  1. La pandemia no destruyó el deporte

Mami y yo pensamos muchas veces en cuánto le hubiera afectado la pandemia a Papi. El encierro, aislamiento, el distanciamiento, la máscara en la cara tapando su sonrisa, la sustitución de lo “presencial” por lo remoto, todo esto era simplemente un antídoto a lo que era Elliott Castro. Y si le añadimos el parón en la actividad deportiva a nivel global, no me lo puedo imaginar. Y a veces pienso que hubiera estado muy pesimista de cuándo y cómo iba a regresar la actividad deportiva, tanto a nivel internacional, como aquí; a nivel local con el problema de María y mil otros obstáculos adicionales.

Y de nuevo, cuando comenzaron los Juegos Olímpicos, el primer juego de béisbol con público de Grandes Ligas, todo esto le hubiera dado inmensa alegría. Estas últimas dos semanas me he gozado más el Mundial de Atletismo, no solo por los logros de la delegación de Puerto Rico, incluyendo la medalla de Jasmine, sino porque era de sus eventos favoritos y desde niña me enseñó a seguirlo y apreciarlo.

  1. El auge del periodismo deportivo femenino y joven

Cada vez que veo una periodista deportivo nueva me alegra mucho y pienso en lo contento que estaría Papi. Igual que cuando veo jóvenes, irrespectivamente del género, pienso en cómo se gozaría estar rodeado de jóvenes trayendo su propia voz y manera de hacer las cosas.  Mientras a la vez estaría disfrutando su rol de mentor y compartiendo su conocimiento. Y claro, honestamente, también estaría super perdido con todas las nuevas plataformas y tecnologías y me río pensando esas conversaciones. Cada vez que uno de estos nuevos periodistas me cuenta que Papi fue quien le dio la primera oportunidad, me da mucha alegría y pienso que realmente esas semillitas van a seguir germinando por tiempo. En cuanto a las periodistas, de veras que él creía que era importante tener más voces de mujeres en el periodismo deportivo y creo que estaría muy feliz de estar rodeado de estas colegas.

 

 

  1. La lucha sigue

Para quienes lo conocieron saben que la lucha era esencial para Papi, parte de su día a día y que ésta incluía muchos aspectos, desde la independencia de Puerto Rico, a mayores derechos para los trabajadores, derechos para las mujeres, mayores servicios básicos para la población, entre otros. Sin duda estos cinco años han sido bien jodíos para el país, y no hubieran sido fáciles para él, como no lo han sido para los residentes de la Isla. Pero al igual que me recuerdo de él cuando veo un lanzamiento brutal de Sugar Díaz o a Jasmine rompiendo su record personal, pienso en él con alegría cuando la gente sale a la calle a protestar a LUMA o a favor de los derechos reproductivos de las mujeres. Siempre puede haber más gente en las protestas o haber más, pero el hecho de que los atropellos no se reciban con silencio y aceptación es algo que me enseñó de niña, al igual que mi Mamá, y sería uno más en la calle luchando.

Como dijera hace cinco años en el Comité Olímpico frente a su féretro, creo que la mejor manera de recordarlo es emulándolo en sus actos, sus valores y en las cosas que nos gustaban de él. Saludo a todos y todas sus colegas que siguen reportando el deporte, los de la Descarga y todos los demás; también a toda la gente de CLARIDAD que siguen semanalmente sacando este periódico. Muchas veces trato de pensar en lo que haría Papi, y a veces la pego y otras veces no, pero tenerlo presente es mi forma de recordarlo cada día, hoy a los cinco años y en adelante.

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