Para una historia de la izquierda puertorriqueña

 

Especial para En Rojo

José E. Velázquez, Carmen V. Rivera y Andrés Torres (compiladores), Revolution around the corner: Voices from the Puerto Rican Socialist Party in the United States, Philadelphia, Temple University Press, 2021

Necesitábamos este libro.  Teníamos ya algunos trabajos de interés que estudian el impacto de los Young Lords o el Young Lords Party.  Pero poco se habían estudiado otros movimientos progresistas entre los puertorriqueños en los Estados Unidos, específicamente el Partido Socialista Puertorriqueño (PSP) que durante algunas décadas fue un movimiento de importancia cuyo estudio nos sirve para entender el desarrollo político e ideológico de parte de nuestras comunidades.  Este libro avanza grandemente ese trabajo y por ello hay que darle la bienvenida y agradecer la labor de sus compiladores quienes ya nos habían dado otros estudios que sirven para complementar y completar este.

El libro está dividido en tres partes.  La primera presenta un gran marco histórico con tres importantes capítulos.  Es de especial interés el primero, “A brief history of the Puerto Rican Socialist Party in the United States” de Andrés Torres.  Este es un trabajo minucioso y, a pesar que anuncia en su título que es “brief”, en verdad es extenso; tiene unas ochenta páginas y, con unas cuantas posibles adiciones, podría convertirse en una monografía independiente.  En esta primera parte también se incluye un trabajo sobre el PSP en Chicago.  Estos dos y un tercero, “Milestones: Reflections on a life journey of activism in the PSP in New York” de José E. Velázquez, texto que cabría también en la segunda parte del libro, sirven de marco general a todo el libro.

La segunda parte titulada “Testimonies” – para mí la más reveladora e interesante de todo el libro –, está compuesta por nueve capítulos; cada uno recoge las memorias de sus respectivos autores sobre el impacto del PSP sobre sus vidas.  Uno de estos capítulos, “Hostos Community College: Battle of the Seventies” de Ramón J. Jiménez, ya fallecido, no cabe en esta sección ya que no se enfoca en la acción del PSP mismo, como lo hacen los otros textos de esta sección, sino que el Partido aparece aquí como una más de las organizaciones que participaron en la lucha por salvar este campus de la Universidad de la Ciudad de Nueva York.  El texto de Jiménez, que ya había sido publicado, es un excelente trabajo que narra de manera efectiva esa lucha por el acceso a la educación universitaria para los latinos en la Ciudad de Nueva York, especialmente para los boricuas y dominicanos.  Recalco: el texto es excelente pero no cabe dentro de los parámetros del libro porque no se enfoca en el PSP.  Otros textos incluidos en otras secciones recalcan más que el de Jiménez el papel que el Partido jugó en esta lucha en particular.

La tercera parte, “Coalitions and alliances”, recoge tres capítulos donde se presenta cómo el partido fue más allá de lo nacional y estableció lazos con otras comunidades y con individuos de otros grupos étnicos.  Algunos están escritos desde el punto de vista de personan no puertorriqueñas pero que se afiliaron al Partido y todos están escritos desde una perspectiva histórica de la relación del PSP con otros movimientos progresistas.  Dos de los capítulos incluidos en esta sección y escritos respectivamente por Rosa Borenstein y Ted Glick también se pueden leer como testimonios personales.  El tercero, de Alyssa Ribeiro, estudia la relación de los movimientos boricuas en Philadelphia con los afroamericanos en esa misma ciudad.

El conjunto de los trabajos que se recogen en el libro va constantemente de lo personal a lo colectivo; así logra darnos un amplio cuadro del PSP en los Estados Unidos, especialmente en New York, y de las repercusiones políticas de este movimiento político, tanto en la Isla como en el continente.  Como decía al principio, necesitábamos un libro como este y obviamente el que Torres, Velázquez y Rivera nos han dado cumple con su propósito, a pesar de las críticas que se le pueden hacer.

Para mí, la parte más interesante de todo el libro es la segunda, la que recoge los testimonios mayormente de militantes de PSP.  Estos le dan a la actividad política del momento una cara humana, muy precisa y definida.  Esto hace al libro muy atractivo ya que a través de estos trabajos vemos la actividad política de manera concreta y personal, con sus logros, contradicciones y fallas.  Por ello mismo, en estos testimonios se hallan acertadas y convincentes críticas al PSP y autocríticas de los autores mismos.  Más que en ninguna otra parte del libro, aquí se ve al PSP de manera fehaciente y personal.  Por ello concentraré mi atención en estos testimonios.

Pero para hacerlo y para hacerlo de manera honesta tengo que aclarar mi relación con el PSP.  Primero y sobre todo, nunca fui militante de este partido, pero cooperé con la organización de distintas formas.  He contribuido monetariamente a diversas de sus campañas y, sobre todo, he publicado con relativa frecuencia en el que fue su periódico.  Durante los breves periodos cuando viví en Nueva York, llegué a hacer trabajo voluntario para el mismo;  hice traducciones para CLARIDAD Bilingüe.  Y, cuando era estudiante graduado en New Jersey y visitaba a amigos en Nueva York, hasta salía con ellos a vender el periódico en las calles del Loisaida.  Más importante aún, fui y soy amigo, en algunos casos íntimo, de varios de los que eran entonces líderes del PSP.  Por ello, hay incidentes que se cuentan en el libro donde por respeto a los participantes no se da su nombre; al margen de esas páginas de mi ejemplar del libro según leía fui escribiendo los nombres de los mismos porque los conocí y estuve al tanto de los hechos en el momento mismo que se daba el acontecimiento referido.  Pero tuve acceso a esa información sin ser militante del Partido.  Muy probablemente es por ello mismo que esa segunda parte donde se recogen los testimonios de estos miembros del PSP sea la que más me atrae.

Fermin Arraiza se dirige a los asistentes a la actividad Grito Lares frente a la ONU 2 de octubre del 1973. Foto archivo CLARIDAD/ Sonia Marrero

Pero no se crea que estos testimonios son dignos de una telenovela o de una película de detectives.  Estos no hacen revelaciones políticas secretas ni trascendentales; sólo recuerdan la vida de sus autores en el PSP.  Por ello son textos de gran mesura, pero algunos más que otros le dan una cara concreta a los episodios políticos que se narran.  Algunos, aunque enmarcan lo narrado en la vida del autor, se centran más que nada en el hecho político.  Ese es el caso del testimonio de Zoilo Torres, “What the Puerto Rican Socialist Party nurtured in me”.  A pesar de ello, este texto es uno de los que más clara y directamente hace un balance razonable y preciso de la función del Partido en el crecimiento intelectual y político de sus miembros.  Por otro lado, el testimonio de Digna Sánchez, “Mi camino”, cabe perfectamente bien dentro de la corriente de la autobiografía, corriente muy fuerte en las letras latinoestadounidenses.  Hay pasajes conmovedores en este testimonio que me gustaría que la autora ampliara, quizás hasta darnos un libro, una autobiografía completa y más detallada.  “My nation is the struggle” de Maritza Arrastía, también muy revelador a nivel personal, es de gran interés por demostrar como el Partido en Nueva York y en otros lugares estuvo relacionado con jóvenes cubanos de visión progresista.  Otros, como el de Olga Iris Sanabria Dávila, “From El Barrio to the United Nations”, combina muy efectivamente lo personal con lo político y rescata a un personaje olvidado, el profesor J.A. González-González, el Profe.  Sanabria se destacó en el PSP por su trabajo a nivel internacional y quizás el dato sirva para entender su posición poco crítica o excesivamente diplomática del proceso político en Nicaragua, país al que estuvo conectada con su trabajo internacional.  Para mí el testimonio de Alfredo López, “Journalism, organizing, and revolution”, es el que mejor presenta el elemento de crítica y autocrítica.  Este es un trabajo revelador y honesto.  Dos de estos testimonios, un colectivo, “The personal is political: children of the Puerto Rican Socialists Party speak”, de Teresa Basilio Gaztambide y Carmen V. Rivera, y otro personal, “A pamper rojo Boricua baby of the Puerto Rican Socialist Party” de Lenina Nadal, presentan el impacto de la vida en el partido para los que entonces eran niños y ahora son parte de una nueva generación de adultos.  “¡Puerto Rico libre y socialista! A Philarican in the struggle” de José Manuel Navarro es de interés, entre otras razones, porque presenta cómo el impacto del PSP no se limitó a la Ciudad de Nueva York.  Desde principio de este comentario apuntaba como el testimonio de Ramón J. Jiménez, “Hostos Community College: Battle of the Seventies”, no debía ser parte del libro porque no se centra en su tema, pero, fuera de este contexto, como testimonio de otro activista boricua del momento, es un excelente texto y nos ayuda a entender el momento y rescata también figuras olvidadas.

La riqueza de información y, sobre todo, la de visiones personal de los hechos que se narran es lo que para mí hace de estos testimonios textos de importancia que servirán en el futuro como documentos primarios y como claves para entender mejor este movimiento progresista y el momento cuando se dio.  A la vez, mientras leía estos testimonios no podía dejar de pensar en muchas otras personas, militantes o simpatizantes, que pudieron haber cooperado con sus recuerdos.  Pienso, entre muchos otros, en María Josefa Canino, en Luis Aponte Parés, en Sandra María Esteves, en Víctor López Tosado, en Armindo Núñez Miranda, quien dirigió una pequeña librería organizada por el Partido en la calle 14, “Libro Libre”, y en Alida Millán Ferrer, actual directora del periódico CLARIDAD quien por años vivió y militó en Massachusetts.  Además, hemos perdido los posibles testimonios de importantes líderes del PSP que ya no está con nosotros.  Pienso en lo mucho que nos podría iluminar con su testimonio Ramón Arbona, quien dirigió el PSP en los Estados Unidos y fundó CLARIDAD Bilingüe.  La lista de otros posibles o imaginados testimonios sería tan larga que sólo con ellos daría para publicar otro amplio libro que le darían una cara aún más humana a PSP y a otros movimientos progresistas en este importante momento histórico.

También habría que presentar – lo que desafortunadamente no se hace – la contribución que hicieron varios músicos y poetas a través de “El Grupo”.  Este fue un conjunto de artistas que extraoficialmente servían como el brazo cultural del PSP en la década de 1970.  “El Grupo” actuaba en mítines políticos y otras actividades del PSP.  Rafael Rodríguez Abeillez, simpatizante pero no militante del Partido, fue su coordinador y con él cooperaban, entre otros, Pedro Pietri, Sandra María Esteves y Jesús Papoleto Meléndez.  Aunque fuera sólo unas líneas se le debieron dedicar a “El Grupo”.  Urayoán Noel, en su estudio sobre la poesía neorrican, In visible movement (2014), le ha prestado un poco de atención a este conjunto de músicos y poetas.  Pero todavía hace falta estudiarlo con más detenimiento para entender mejor el desarrollo de la poesía neorrican y, en general, el trabajo cultural del PSP.

Comité de Hartford Vendiendo CLARIDAD. 25 de diciembre de 1971. Foto Archivo CLARIDAD

De los testimonios y de los otros trabajos de carácter más histórico y político que se recogen en el libro se obtiene la clara idea de que el acto celebrado el 27 de octubre de 1974 en Madison Square Garden, el “National Day of Solidarity with Puerto Rico” – ¡Orgullosamente declaro que allí estuve! – fue la cima del impacto político del PSP en los Estados Unidos.  También se puede llegar a la conclusión por la lectura de estos textos que el periódico CLARIDAD, que ha sobrevivido al Partido, fue su herramienta más útil y poderosa.  El constante choque entre los puertorriqueños de la Isla y los del continente ha sido un insoluble problema que marcó el periodo que se estudia en este libro y que todavía nos marca.  La confrontación con visiones nacionalistas y hasta chauvinistas, como con las racistas, las machistas y las homofóbicas, también se evidencia en la lectura de este libro.  Habría que añadir que militantes y simpatizantes gais del PSP comenzamos a organizar en ese momento un intento de combinar la lucha por la independencia y el socialismo en Puerto Rico con la liberación gay.  Habría que destacar cómo en ese pequeño y efímero movimiento nos enfrentamos a la necesidad de comenzar a ver con ojos boricuas lo que se veía sólo como otro movimiento gringo más.  Este es otro dato más que no se ha estudiado debidamente.

Este es un libro necesario y rico en información que, con sus perspectivas políticas, históricas y personales, sirve para aclarar un momento en nuestra historia.  Es por ello que reconozco el valor que este tiene a nivel colectivo y también personal.  Por ello y por los trabajos que muy probablemente estas páginas provoquen como respuesta crítica a sus postulados y otros que se inspiren en ellas para continuar la exploración aquí iniciada, es que hay que agradecerles a Rivera, Torres y Velázquez por esta importante contribución al estudio de una organización y un momento en el desarrollo de la comunidad puertorriqueña en los Estados Unidos.  ¡Gracias!

 

 

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