Recinto de Río Piedras reacciona a estado de la biblioteca Lázaro

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biblioteca LAzaro

 

 

Especial para CLARIDAD

 

La misiva de la institución, que integra cifras y proyecciones, responde a la pasada entrevista con Sylvia Solá Fernández que publicó este medio.

 El pasado 15 de mayo, el Recinto de Río Piedras de la Universidad de Puerto Rico (UPRRP) envió una carta en que detalla algunas gestiones hechas por la administración para las mejoras de la biblioteca José M. Lázaro, que sufre de un evidente deterioro físico. El mensaje, dirigido a CLARIDAD tras la publicación de la nota “En deterioro acelerado la biblioteca Lázaro del recinto de Río Piedras, esbozó las prioridades infraestructurales de la institución.

De acuerdo con la información compartida, el campus riopedrense “enfrenta enormes retos operacionales vinculados directamente al recorte de $66.7 millones de su presupuesto, impuestos por la Junta de Supervisión Fiscal por los pasados siete años”. No obstante, la decadencia del centro informático, que está catalogado como “edificio enfermo”, data desde antes de 2013, cuando la Junta de Control Fiscal (JCF) aún no había arribado al archipiélago.

“Ya se puso en vigor un plan de recuperación de los espacios. La meta de la administración es completar la mayor parte de estos proyectos a mediados de 2029, contando con fondos asignados por la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA, en inglés) para atender el impacto y daños producto de los desastres naturales recientes”, reza el comunicado. Además, la misiva destaca que, de un presupuesto total de $1,140 millones, el recinto riopedrense tiene derecho al 22.5 % de los fondos de recuperación.

Según el documento, enviado por Daniel Rodríguez León —ayudante especial de la rectora de la UPRRP, Angélica Varela Llavona— el pasado 16 de mayo se efectuó una presubasta y visita a las instalaciones para quienes interesen trabajar el proyecto. La duración de los arreglos, dice la carta, tardará 18 meses, a partir de la subasta, en completarse.

Por otro lado, un aviso de subasta, divulgado por la Junta de Subastas de Mejoras Permanentes (JSMP), evidencia que el proyecto en cuestión trata de impermeabilización del techo de la biblioteca Lázaro. Las obras serán sufragadas por los rebosantes fondos del CBDG-DR, la Autoridad Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA, en inglés) y el Departamento de la Vivienda y Desarrollo de los Estados Unidos (HUD, en inglés). Sin embargo, el anuncio de la JSMP no contempla las mejoras a “los sistemas mecánicos, los controles ambientales y de temperatura de los espacios interiores del edificio” que destacan la carta de la UPRRP.

“El alcance de los trabajos incluye, pero no se limita a la remoción del material impermeabilizante existente, la reubicación de las líneas de agua helada, el reemplazo de puertas en los cuartos mecánicos y mejoras en el sistema de drenaje pluvial del techo. Además, el proyecto contempla la fabricación de un sistema de cubierta en el área del tragaluz”, lee el documento oficial de la JSMP. En 2021, los tres edificios que comprenden la biblioteca fueron impermeabilizados, en un proceso parecido.

En entrevistas por separado a Solá Fernández y a Rodríguez León, CLARIDAD corroboró que, tras el apagón del pasado 12 de mayo, no se rociaron los químicos para la eliminación de hongos, tarea necesaria después de un apagón, porque “la avería no duró más de 48 horas”.

“La Oficina de Planificación y Desarrollo Físico (OPDF) trabaja, también, con el cumplimiento de la Sección 504 de la Ley de Rehabilitación de 1973 para garantizar la misma oportunidad de beneficios y servicios a las personas con diversidad funcional, tanto en la Lázaro, como en las otras bibliotecas que forman parte del Sistema de Bibliotecas del recinto”, proyecta la carta sobre la sala para personas con diversidad funcional, que lleva más de siete años pendiendo entre metales y desusos.

Los servicios en línea de la biblioteca, según el mensaje, han aumentado en consultas durante los pasados cuatro años. En el año académico 2021-2022 se registraron 566,388 consultas; en el año académico siguiente, 685,354 y 1,221,742 en el año actual. Nuevamente, las cifras coinciden con la denuncia de Solá Fernández: el estudiantado accede al material desde sus propios medios.

“A pesar de las situaciones que enfrenta la Biblioteca Lázaro relacionadas al deterioro de su planta física es importante reconocer que el Sistema de Bibliotecas de la UPR ha logrado posicionarse como uno de avanzada en términos de la disponibilidad de sus servicios en línea. Contamos con servicios de consulta a distancia mediante chat, referencia virtual, correos electrónicos y a través de las redes sociales a cerca de 200 colecciones”, concluye la respuesta del recinto de Río Piedras.

 

 

 

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